Con su programa nuclear plagado como nunca antes por las sanciones, sabotajes y asesinatos, Irán debe hacer una nueva adición a su lista de preocupaciones: una de las mayores bombas convencionales jamás construidas. El Penetrador de Artillería Masiva (MOP, por su sigla en inglés), una bomba ultra-grande de Boeing de 13,6 toneladas para uso contra […]
Con su programa nuclear plagado como nunca antes por las sanciones, sabotajes y asesinatos, Irán debe hacer una nueva adición a su lista de preocupaciones: una de las mayores bombas convencionales jamás construidas.
El Penetrador de Artillería Masiva (MOP, por su sigla en inglés), una bomba ultra-grande de Boeing de 13,6 toneladas para uso contra blancos subterráneos, es un elemento clave en la implícita amenaza de Estados Unidos de utilizar la fuerza como un último recurso contra las ambiciones nucleares iraníes.
El gigante, con una carga de más de 2,4 toneladas de explosivos, fue entregado en septiembre en la base de la Fuerza Aérea de Estados Unidos de Whiteman, en Misuri, y está diseñado para ser lanzado de los bombarderos sigilosos B-2.
¿Esa arma, entregada en conjunto con otras municiones de precisión, será capaz de pulverizar suficiente roca como para destruir la cámara de enriquecimiento de uranio que yace en las profundidades de una montaña en Fordow, el mejor sitio nuclear protegido de Irán?
Aunque las posibilidades de éxito son remotas, no lo son tanto como para permitir que Teherán descarte la posibilidad de que se intente realizar ese ataque, según expertos en defensa contactados por Reuters.
Un «segundo mejor» resultado podría ser simplemente el bloqueo de las entradas a la planta en la superficie, asegurando su cierre temporal, dijeron algunos.
Un funcionario estadounidense que habló con Reuters bajo condición de anonimato describió el ataque contra el sitio subterráneo, a unos 160 kilómetros al sur de Teherán, cerca de la ciudad santa iraní de Qom, como «difícil, pero no imposible».
Estados Unidos es el único país con posibilidades de dañar la cámara de Fordow usando sólo el poder aéreo convencional, afirman la mayoría de los expertos.
Israel, considerado como el país más probable para intentar una incursión, tiene una gran experiencia en bombardeo de largo alcance, incluyendo una acción en 1981 contra el reactor nuclear Osirak en Irak y un ataque en el 2007 contra una supuesta instalación nuclear en Siria.
Sin embargo, carece del poder aéreo para alcanzar las profundidades de Fordow y no tiene una bomba del tamaño del MOP. Por lo tanto, una incursión israelí probablemente requeriría de otros elementos, como sabotaje o fuerzas especiales.
La vulnerabilidad de la cámara en Fordow, que se cree está enterrada hasta a 80 metros de profundidad en una antigua base de misiles controlada por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria, se convirtió en centro de atención el lunes cuando el organismo de control nuclear de Naciones Unidas confirmó que Irán había comenzado a enriquecer uranio en el sitio.
El mismo día, una portavoz del Departamento de Estado declaró que si Irán está enriqueciendo uranio al 20 por ciento en Fordow eso sería una «escalada más» de su patrón de violar sus obligaciones bajo las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
AGITACION
Las potencias occidentales sospechan que el programa apunta a desarrollar la capacidad para construir un arma nuclear. Irán, en tanto, asegura que es estrictamente para uso civil.
Los críticos del programa nuclear de Irán tienden a coincidir en que la acción militar contra el trabajo nuclear iraní sería su última y peor opción.
Dicha acción no sólo podría provocar bajas civiles, sino que Irán buscaría tomar represalias contra objetivos occidentales en la región, aumentando el riesgo de una guerra en la zona y de una agitación económica global.
Una vez que se haya recuperado de un eventual ataque, Irán probablemente se decidiría sin lugar a dudas a construir una bomba nuclear.
Los críticos de la opción militar también apuntan al aumento de la presión no militar contra Teherán.
Aparte de las herramientas como sanciones y diplomacia, los medios encubiertos contra el programa nuclear de Teherán probablemente incluyan sabotaje, ataques cibernéticos, medidas para proveer a Irán de piezas defectuosas y la interceptación de suministros nucleares.
También puede involucrar el asesinato de expertos nucleares como sucedió el miércoles cuando murió un científico en Teherán por una bomba magnética colocada bajo el automóvil que lo transportaba.
Además, un ataque sólo retrasaría, no destruiría, un programa nuclear iraní cuyos sitios conocidos están muy dispersados y fortificados.
Sin embargo, Washington ve la viabilidad de un ataque contra los principales sitios nucleares de Irán como un complemento vital de la campaña de presión. Por lo tanto, la pregunta respecto a si dicho ataque es factible resulta fundamental para la estrategia.
«No sacamos ninguna opción de la mesa», dijo el secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, el 8 de enero en el programa de televisión «Face de Nation» de CBS.
Al ser consultado en el mismo programa qué tan difícil sería «eliminar» la capacidad nuclear de Irán, el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Martin Dempsey, dijo: «Bueno, prefiero no hablar sobre el grado de dificultad y de modo alguno animarlos a leer cualquier cosa en eso».
Consultado sobre si Estados Unidos podría actuar contra la capacidad nuclear de Irán usando armas convencionales, respondió: «Bueno, ciertamente quiero que ellos crean que ese es el caso».
La credibilidad de esa amenaza implícita se vio reforzada por la llegada de la gran nueva bomba al arsenal de Estados Unidos.
La satisfacción militar era evidente.
ENEMIGOS
Como explicó a la Revista de la Fuerza Aérea estadounidense el Brigadier General de aviación Scott Vander Hamm, el MOP «está específicamente diseñado para ir tras objetivos muy densos, granito sólido, 9 toneladas (por pulgada cuadrada) de hormigón, y aquellos complejos enterrados a gran profundidad».
Hamm dijo que el MOP «salva la brecha» entre las municiones convencionales y las armas nucleares en términos de los efectos que puede crear.
A cuatro meses de la llegada de la bomba al arsenal de Washington, el anuncio sobre Fordow ha agudizado el enfoque estratégico occidental sobre la capacidad militar estadounidense.
Los expertos difieren sobre el alcance del desafío en Fordow, pero todos concuerdan en que presenta mayor complejidad que el otro sitio subterráneo de Irán en Natanz, 230 kilómetros al sur de Teherán, donde el enriquecimiento tiene lugar en una cámara que se estima está a 20 metros de profundidad, o menos de un tercio de la profundidad estimada del primero.
Los otros objetivos probables son la planta de procesamiento de minerales iraní de Isfahan, a unos 400 kilómetros al sur de Teherán, y un reactor de investigación productor de plutonio que se construye en Arak, 190 kilómetros al sudoeste de Teherán. Ambos están sobre la superficie y son considerados vulnerables a ataques.
Austin Long, un profesor asistente en la Escuela de Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Columbia, dijo a Reuters que la llegada del MOP «no resuelve el problema de Fordow, pero lo hace más fácil».
Muchos expertos son escépticos.
Mark Fitzpatrick, experto sobre Irán en el Instituto Internacional de Asuntos Estratégicos de Londres, dijo que Natanz está enterrado bajo varias capas de tierra y concreto, pero que era «posible, sin embargo, dañarlo con bombardeos de precisión con un ataque para crear un cráter y un segundo ataque para penetrar el fondo del cráter hacia la instalación más abajo».
Pero la cámara en Fordow podría ser «impenetrable», comentó, debido a su profundidad estimada.
Sus dudas hicieron eco en Robert Hewson, editor de la revista especializada en armamento Jane’s Air-Launched Weapons, quien dijo a Reuters que era probable que Fordow hubiera sido construida para sobrevivir a un ataque sostenido.
«Teniendo en cuenta que (Fordow) es relativamente reciente, es probable que haya sido diseñado con mucha atención para protegerlo contra ataques convencionales. No necesariamente hay que pulverizarlo, claro. Se pueden bloquear las salidas, bloquear el acceso a la energía, aislarlo de la vida en el exterior, y entonces lo has apagado efectivamente», añadió.
¿DESTRUCCIÓN, O SIMPLEMENTE UN CONTRATIEMPO?
Sam Gardiner, un coronel retirado de la Fuerza Aérea estadounidense que dirige juegos de guerra para diferentes agencias de Washington, dijo a Reuters que un problema importante era la falta de información confirmada sobre la planta de Fordow.
«Cuando la instalación de Natanz estaba en construcción, los satélites nos dieron la información sobre dónde y a qué profundidad tendría lugar el enriquecimiento (de uranio). Fordow, por otra parte, es una incógnita. ¿Dónde está la cámara de enriquecimiento? ¿A qué profundidad? ¿En qué dirección va el túnel?», afirmó Gardiner.
«Para Israel, o incluso Estados Unidos, la destrucción sería muy difícil. La entrada al túnel subterráneo puede ser cerrada, pero eso sería sólo un contratiempo temporal», agregó.
Diplomáticos han sugerido que los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica visiten Fordow y se familiaricen con su diseño.
Aunque su trabajo es confidencial, se cree ampliamente que las agencias de inteligencia occidentales tienen algún conocimiento sobre el interior del sitio.
John Cochrane, un especialista en defensa de la consultora sobre riesgo Exclusive Analyst en Londres, dijo que creía que el MOP podría hacer una diferencia, pero sugirió que Fordow estaba en el límite mismo de las capacidades de la bomba, que dijo que podría llegar hasta un máximo de 60 metros de profundidad.
«A partir de lo poco que hemos visto de imágenes de fuentes públicas, nos preguntamos si es tan profundo como 80 metros. Si lo es, no sabemos a ciencia cierta pero creemos que probablemente es demasiado profundo para cualquier forma de municiones lanzadas desde el aire, incluyendo al MOP», sostuvo.
El especialista agregó que los ciberataques o asaltos físicos por parte de fuerzas especiales podrían ser las únicas opciones de ataque.
ATACANDO «DEL MODO DIFICIL»
En un estudio del 2010 titulado «Opciones para enfrentar al programa nuclear de Irán», los analistas Abdullah Toukan y Anthony Cordesman de la consultora estadounidense Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales afirmaron que si se agotaran todas las opciones pacíficas, Estados Unidos es el único país que podría lanzar un ataque militar exitoso.
Incluso ese estudio basó sus conclusiones en un ataque que sólo bloquee las dos entradas de Fordow, no en la destrucción de la cámara subterránea.
Pero en un artículo publicado en noviembre del 2011 en la revista israelí Tablet, Long concluyó que Israel tiene la capacidad de atacar el sitio de Fordow usando 75 MOP, cada uno con una carga explosiva de alrededor de 453,6 kilos. Sin embargo, dijo que exigiría un nivel de precisión sin precedentes.
El escenario de Long prevé que los cazas israelíes tendrían «que hacer las cosas del modo difícil», lanzando 75 bombas sobre un punto único para atravesar la roca.
Long posteriormente dijo a Reuters por correo electrónico que la principal respuesta que recibió de lectores militares fue que «el tipo de operación que discuto es muy, muy difícil de coordinar».
«Estoy de acuerdo, aunque no creo que eso lo haga imposible, sólo muy difícil, como he señalado», concluyó.
Fuente: http://lta.reuters.com/article/worldNews/idLTASIE80B0EQ20120112?sp=true
(Reporte adicional de Dan Williams en Jerusalén, Phil Stewart en Washington y Fredrik Dahl en Viena. Editado en español por Patricio Abusleme)