Traducido del ruso por Josafat S. Comín
En Tiraspol se han dado a conocer los resultados de las elecciones del pasado domingo para presidente de la República Moldava de Pridnestrovie. El vencedor ha resultado el actual presidente en funciones de la RMP, Igor Smirnov. Ha obtenido un triunfo más que convincente, al recibir los votos de 212 mil electores (82’3%), siendo reelegido por cuarta vez consecutiva. Anteriormente Smirnov había ganado las elecciones en 1991, 1996 y 2001 (la Constitución de la RMP no limita la permanencia en el cargo de presidente de la República).
En lo que respecta al resto de candidatos, la representante del Partido Comunista de Pridnestrovie, N. Bondarenko obtuvo el 8’1% de los votos, el candidato opositor A. Safonov el 3’2% y el diputado del Soviet Supremo de la RMP, P. Tomaily el 2’1%. Según datos del Consejo Electoral Central, la participación fue del 66’1% (para que las elecciones se consideren celebradas, la asistencia debe superar el 50% del censo de habitantes con derecho a voto).
La población de la RMP es de 550 mil personas. Sin embargo, en torno a estas elecciones se desató como siempre una encarnizada lucha internacional. El ministerio de Exteriores de Moldavia hizo un llamado a la comunidad internacional, para que se abstuviera de enviar sus observadores a Pridnestrovie. La OSCE declinó enviar observadores. Sin embargo los observadores llegados de Rusia, Ucrania, Francia, Moldavia, Italia, Polonia, Abjasia, Osetia del Sur, Nagorno Karabaj y otros países, llegaron a la conclusión de que las elecciones en la RMP han cumplido con los patrones internacionales.
La preocupación de Moldavia y sus socios occidentales es comprensible. No en vano las actuales elecciones presidenciales suponen un paso importante en el camino de Pridnestrovie hacia su soberanía estatal y en el futuro hacia su ingreso en la Federación Rusa (algo a lo que la «comunidad internacional» representada por la Unión Europea y los EE.UU., se opone con todas sus fuerzas).
¿Cómo no iban a tratar de impedirlo? En los tiempos de la Unión Soviética Pridnestrovie era la locomotora industrial de la República Socialista Soviética de Moldavia. La Moldavia actual sin Pridnestrovie no interesa a nadie en Occidente. La OTAN está profundamente interesada en liquidar la influencia de Rusia en esta república y ante todo en la presencia militar de la Federación Rusa en la RMP, puesto que se trata de un importante puesto avanzado de Rusia en el camino a los Balcanes. En Pridnestrovie se conservan importantes depósitos de municiones y armamento desde la época soviética. Hay un importante aeródromo capaz de servir para uso de bombarderos estratégicos y aviones militares de carga. Así que el significado geopolítico de esta estrecha franja de tierra a lo largo del río Dniestr, va mucho más allá de su pequeño territorio y de su número de habitantes.
Pocos en Pridnestrovie dudaban de la victoria de Smirnov. En octubre de 2006 cumplió 65 años. Ingeniero de profesión, trabajó como director de la fábrica «Elektromash» de Tiraspol. Se convirtió en líder de Pridnestrovie desde el momento de la proclamación de la república el 2 de septiembre de 1990. I.Smirnov ha estado al frente de la RMP en los momentos más duros, cuando las nacionalistas de Chisinau (capital de Moldavia), que aspiraban a convertir Moldavia en provincia rumana, comenzaron su sangrienta invasión a Pridnestrovie.
Smirnov jugó un importante papel en la tarea de repeler a los nacionalistas, y luego en la conservación y consolidación de la economía de la RMP, la cual pese al bloqueo se desarrolla con notable éxito.
Gran parte de la popularidad del presidente se explica por la especial atención con que ha tratado la esfera social: gran parte del presupuesto va destinado a garantizar las pensiones, los sueldos de trabajadores del área estatal, y los privilegios para veteranos.
Es además firme partidario de la alianza estratégica de Pridnestrovie y Rusia, teniendo como objetivo final la incorporación de la RMP a la Federación Rusa. En este sentido, la victoria de Smirnov viene a corroborar que la aplastante mayoría de los habitantes de Pridnestrovie no se imaginan el futuro de su república sin Rusia.