En el marco del seminario La Transición Responsable, el ciclo en el cual el Frente Amplio-Encuentro Progresista-Nueva Mayoría pone a consideración de la sociedad uruguaya sus propuestas programáticas, el doctor Tabaré Vázquez expuso en el Salón Azul de la IMM en un evento auspiciado por la fundación alemana Friederich Ebert sus bases en lo relacionado […]
En el marco del seminario La Transición Responsable, el ciclo en el cual el Frente Amplio-Encuentro Progresista-Nueva Mayoría pone a consideración de la sociedad uruguaya sus propuestas programáticas, el doctor Tabaré Vázquez expuso en el Salón Azul de la IMM en un evento auspiciado por la fundación alemana Friederich Ebert sus bases en lo relacionado con el «Uruguay Social». El candidato de la izquierda afirmó que la OPP dejará de ser un «superministerio de Economía y un laboratorio para que algunos tecnócratas experimenten sus dogmas en la vida de la gente».
Después de mantener reuniones con el empresariado y sectores productivos a los efectos de abordar aspectos referidos a la política económica, en la jornada de ayer se consideró lo relacionado con las políticas sociales de un eventual gobierno encuentrista. En ese sentido, el candidato presidencial indicó que «gobernar es proteger a la gente» y añadió que la implementación de un Plan Nacional de Emergencia Social «costará más barato que la construcción de la Torre de las Comunicaciones». Añadió que la educación será el eje de toda la estrategia de integración social y en ese sentido se buscará llegar a un mínimo de 15 años de educación formal obligatoria. Indicó también que se instrumentará un sistema nacional de salud, con seguro nacional de salud integrado. El doctor Tabaré Vázquez expresó que «creemos en la sociedad y en sus hombres y mujeres, porque la sociedad no es una entelequia ni una galería de próceres», aunque indicó que «no creemos en la sociedad perfecta». A pesar de ello, Vázquez agregó que «no vamos a renunciar a la necesidad de mejorarla». Vázquez enfatizó que «no hay desarrollo productivo sin desarrollo social» y explicó que «es sorprendente que se esté planteando un debate entre crecimiento y equidad. La experiencia internacional indica que se puede crecer con desigualdades, hasta que no se hace sostenible y el crecimiento retrocede, afectando la capacidad emprendedora de la sociedad y la economía pierde dinamismo. Como reverso de esa moneda existe la igualdad sin crecimiento, un igualitarismo hacia abajo que termina erosionando estos modelos». Para el líder encuentrista no es válida la teoría del crecimiento «de la torta» para solucionar los problemas sociales. «Sobran ejemplos de economías supuestamente prósperas que ni siquiera gotean hacia la sociedad ese crecimiento», dijo. Por otro lado, Vázquez destacó que el mayor potencial que tiene un país es su gente y se preguntó «que potencial podrá tener un país de poco más de tres millones de habitantes, en el cual tenemos un tercio de su población que vive en condiciones de pobreza, al tiempo que 100 mil personas lo hacen en la indigencia». Vázquez dio cuenta de que casi un millón de personas tienen problemas de empleo y más de la mitad de los niños que nacen anualmente, lo hacen en condiciones de pobreza y la mitad de ellos son hijos de madres adolescentes. Informó que la mitad de ellas no tiene trabajo ni pareja estable. Agregó que promedialmente, el 60% de los menores de 18 años viven en condiciones de pobreza y que de cada 100 alumnos que ingresan al sistema de enseñanza pública, 52 abandonan, 23 terminan rezagados y solo 19 egresan en el tiempo previsto. «Los problemas de empleo de los mas jóvenes triplican el promedio general. Alrededor de 250 mil uruguayos viven en cantegriles y 750 mil uruguayos no tiene cobertura de seguridad social y se calcula que 300 mil personas carecen de cobertura de salud, mientras que un sistema de salud colapsado atiende a 600 mil uruguayos. Más de 130 mil trabajadores han perdido sus derechos en el BPS en el último quinquenio. Pero también en los últimos años, el salario medio perdió casi un tercio de su capacidad y las pasividades más de su quinta parte. A todo esto se suman los casi 100 mil compatriotas que han emigrado en los últimos tres años. ¿Acaso se puede sustentar una estrategia de crecimiento económico y reactivación productiva sin revertir esta situación? ¿Cuál es el futuro si no se cambia este presente?», expresó Tabaré Vázquez. El candidato presidencial del EP-FA-Nueva Mayoría aseveró que la primera medida que se adoptará por un eventual gobierno de su fuerza política será «el Plan Nacional de Emergencia Social. Este plan apuntará a garantizar el nivel básico de alimentación al conjunto de la población y brindarle cobertura de salud a los sectores excluidos en la actualidad». También dijo Vázquez que se debe «dar respuesta permanente» a los indigentes. Por otro lado, se intentará contener la pobreza en los sectores más vulnerables, al tiempo que se reincorporará al sistema educativo a aquellos que lo hayan abandonado. «Datos del año 1999 indican que el 48 por ciento de los jóvenes pobres abandonaron sus estudios», dijo Vázquez. El dirigente explicó que la puesta en marcha de ese plan de emergencia en lo referente a la alimentación se hará «optimizando estructuras y recursos ya existentes» y a un costo adicional de 100 millones de dólares respecto al gasto público actual. «A quienes nos preguntan cuánto cuesta llevar adelante un plan social de estas características, les decimos que cuesta bastante menos que la Torre de las Comunicaciones», sostuvo. En lo que hace al plan de salud que se propone instrumentar, el doctor Vázquez indicó que «es posible instrumentar esta iniciativa por medio de equipos básicos de salud que integren redes. También tendremos que establecer un sistema de policlínicas de salud pública, intendencias y organizaciones privadas, logrando las condiciones de accesibilidad para quienes se encuentran en mayor riesgo sanitario». También señaló que se extenderá el beneficio de asignaciones familiares y se potenciará en el caso de las familias que no cuenten con trabajo, al tiempo que se apoyará a las escuelas y liceos que se encuentran en contextos sociales más comprometidos. Paralelamente, en el marco de las medidas que se compromete a tomar un posible gobierno progresista, Vázquez estableció que se instrumentarán «subsidios directos» para aplicar en los hogares que cuenten con ingresos inferiores. El dirigente enfatizó que «no estamos prometiendo una quimera, estas son propuestas concretas para contemplar los aspectos más importantes. Creo que la utopía es realizable y no hay que olvidar que ninguno de nosotros es tan importante como todos nosotros juntos y en eso anida nuestra propuesta». Señaló además que se implementará un programa de obra pública, tanto en la construcción y refaccionamiento de viviendas, como en otras infraestructuras, financiado por la redistribución del gasto público y la concesión de obra pública. Anunció que se rebajarán los aportes patronales a la seguridad social para «mejorar la contratación efectiva en los sectores de servicios y comercio, con controles férreos de efectiva utilización de este beneficio». Por otro lado, se propondrá un plan de apoyo tributario a las microempresas, reduciendo el número de tributos que hoy deben pagar.
Estado «menos pesado y burocrático» En lo que hace a la función del Estado, Vázquez aseveró que «un Uruguay Social requiere un Estado menos pesado y burocrático». Por otra parte, aseguró que un gobierno encuentrista devolverá «su cometido original» a la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. «No será más un superministerio de Economía y un laboratorio para que algunos tecnócratas experimenten sus dogmas en la vida de la gente. Asistirá al Poder Ejecutivo en la formulación de los planes de desarrollo, así como en la planificación de las políticas de descentralización que serán ejecutados por el Gobierno, los Entes y los gobiernos departamentales. Los programas deben pasar de los despachos a los barrios», concluyó Tabaré Vázquez
Realidad chilena y brasileña En el seminario se encontraban presentes el ministro chileno de Trabajo y Seguridad Social, Roberto Solari y el funcionario norteño Rómulo Paes de Sousa, alto jerarca de la cartera que lucha contra la pobreza en la administración del presidente Lula. El representante chileno destacó que «las políticas sociales deben tener un tipo de conducción económica que haga posible resolver las necesidades de la gente». Por su parte, el enviado del gobierno brasilero estableció que «al principio algunos agentes económicos nos tenían miedo, así que nuestra primera tarea fue ganar credibilidad, porque esos agente creían que haríamos alguna tontería. Los cambios no son fáciles ni rápidos, pero son realizables». *