Traducido del ruso por Josafat S. Comín
En Ucrania la tranquilidad sigue siendo una quimera. La actividad del grupo de trabajo encargado de preparar las sesiones de la Rada está bloqueada, la formación oficial de una coalición de gobierno está pendiente de un hilo, mientras corren rumores sobre nuevas conversaciones para crear una «coalición amplia». El diputado por el Partido Comunista de Ucrania, Leonid Grach, nos contó en entrevista exclusiva para forUm sobre cómo Yejanurov (1) se dedica a la «prostitución política», sobre la «esquizofrenia» del parlamento ucraniano o sobre la mayor de las desgracias de Ucrania: Timoshenko.
–Leonid Ivánovich, ¿qué opinión le merece lo que está ocurriendo en Georgia? ¿Se puede establecer algún paralelismo entre nuestros países?
– Los paralelismos resultan evidentes. Es el camino que le puede esperar a Ucrania en los próximos meses. Lo que está ocurriendo en Georgia es una crisis profundísima acompañada de una confrontación social muy fuerte. El país se encuentra a las puertas de una guerra civil, y Dios no quiera que se desate. El curso geopolítico rusófobo y proamericano elegido por Saakashvili, no se sostiene ni justifica de ninguna de las maneras. Por otra parte, este presidente no presta atención a la salud social de su pueblo y no sabe como dirigir el estado. Es una lección muy instructiva para Ucrania.
Está claro que Saakashvili se ha «roto el cuello». Aquellos que lo han colocado en el trono y lo han cuidado (en este caso los usamericanos) ahora se deshacen de él, porque no quieren mancharse las manos con una marioneta, que ya no es aceptada por el pueblo.
La analogía es perfectamente visible. Yushenko también está probando una vía furibundamente rusófoba, apostando por el apoyo al resurgimiento del neofascismo. Tampoco puede entender, que el estado social de la salud del pueblo ucraniano es gravísimo. Se dedica a provocar conflictos políticos, como hiciera en su día Saakashvili. Está claro que Yushenko fue contra la constitución cuando disolvió el órgano legislativo supremo. Hoy ni siquiera es capaz de aunar a las fuerzas políticas, que fueron bajo su bandera y sus ideales. Me refiero a «Nuestra Ucrania» (NU) y el Bloque de Yulia Timoshenko (BYUT). Si él se permitiese una intromisión por la fuerza, algo que como persona autoritaria que es no le resultaría difícil, nos podría traer la misma desgracia que ha alcanzado a Georgia, pero con una repercusión mucho mayor. En ese caso sobre Ucrania, como espada de Damocles, pende la integridad territorial. ¿Será capaz Yushenko de extraer consecuencias de la desgracia que ha llevado Saakashvili al pueblo georgiano? Lo dudo profundamente.
– Algunos politólogos aseguran que por cuanto el parlamento ha dejado de funcionar debido a su falta de poderes, y no por los decretos presidenciales, las elecciones adelantadas podrían darse este mismo año. ¿Es eso posible?
El presidente ya ha sentado un peligroso precedente de violación de la Constitución. Es innegable. Las recientes actuaciones del presidente hasta tal punto han ensuciado su reputación, que han arrojado sombra sobre la «mujer del Cesar». Se ha situado fuera de la Constitución, de esa «mujer del César», que debía estar libre de toda sospecha.
Fíjense en la gente que lo rodea. Son lo más parecido a lo que podríamos llamar asesinos en serie. Después de matar a uno, sienten placer al matar a un segundo y un tercero. Lo mismo pasa con el entorno de Yushenko, siente placer cuando viola la Constitución.
Tengan en cuenta, que el último decreto, que puso el punto final sobre el ser o no ser de las elecciones anticonstitucionales anticipadas, estaba relacionado con el hecho de que en el parlamento no había dos terceras partes de los diputados, una vez que los 150 de «BYUT» y «UN» renunciaran a su escaño. ¿Qué dicen hoy abiertamente en el entorno del presidente, concretamente Maguera? Según él, no es relevante que 300 diputados no se hayan registrado ni retirado sus credenciales. En su opinión es suficiente con que haya 226 personas para formar el parlamento y comenzar a sesionar. ¿Dónde pone eso, quién ha derogado la Constitución?
Todo este juego de quién se ve con quién y quién está con quién, es peligroso, porque hoy, lo que está ocurriendo es un desprecio por la práctica internacional, donde el partido que ha obtenido la mayoría de los votos es el que debe encabezar la formación del parlamento y del poder ejecutivo. En nuestro caso, el vencedor es el Partido de las Regiones. Pero no puede llevar la iniciativa porque no quiere entrar a negociar con «Nuestra Ucrania» y el Presidente, teniendo que renunciar como mínimo a las obligaciones preelectorales. No ya a los lemas, sino precisamente a las obligaciones. Es decir, le están obligando a traicionar a sus electores. Por eso el estado del parlamento de Ucrania, se podría describir como «esquizofrenia política», inmoralidad política y de derecho. Al final, todos tendrán que ponerse de acuerdo en base al reparto de carteras, y no sobre las ideas, con las que los partidos se presentaban ante los electores, y por las que éstos les votaron. No sólo estamos lejos de la perfección, sino que más parecemos unos salvajes. Nuestra sociedad está tan dividida como nuestros partidos políticos. Y ya comienza a pensar siguiendo el principio de «quién a quién», donde la Constitución ya no es el principal criterio.
– Yushenko sigue dejando que los «regionales» mantengan la esperanza de crear una coalición amplia, al tiempo que chantajea con esto a Timoshenko. ¿Cuál es a su juicio la probabilidad de que esa coalición se cree?
No llego a imaginarme esa posibilidad. Es lo mismo que pretender cruzar una serpiente con un erizo para formar un alambre de espino de medio metro. Es este caso, eso es lo que saldría de la unión de los nacionalistas de «Nuestra Ucrania» con los «regionales» prorrusos y antiOTAN ¿Se pueden unir los intereses de ambas formaciones políticas desde el punto de vista de sus programas políticos? Por supuesto que no.
Pero Yushenko es el mayor de los intrigantes. Ese es su estilo. Poco podemos hacer si todo depende del mundo interior de una persona y no de que haya comprendido que se ha convertido en un hombre de estado. Yushenko seguirá urdiendo intrigas, porque tiene un miedo patológico de Timoshenko y sus amenazas para desbancarle del sillón presidencial.
Timoshenko en ningún caso se dará por satisfecha. Ya ha conectado la cuenta atrás en el explosivo. La mina de acción retardada terminará por explotar. La cuestión es si lo hará estando sentada en el sillón de primer ministro, o en la denominada oposición. ¿Por qué la llamo «denominada»? Porque Yulia Timoshenko no puede hacer oposición ideológica a Yushenko. Es igual de burguesa y neofascista liberal. Su partido ha declarado que BYUT defiende la rehabilitación del Ejercito Insurgente Ucraniano (2).
En lo personal, en cuanto a su sed de poder, Timoshenko recuerda a una fiera, que al percibir el olor de la sangre se excita más. Por eso el problema entre problemas, que ha generado las elecciones legislativas anticipadas, el problema más peligroso y global para Ucrania, se llama Yulia Timoshenko. Es un problema que seguirá atormentándonos durante mucho tiempo, y que provocará más de un «maidan» (3). La tranquilidad es algo con lo que no podemos soñar.
-¿Qué pasará con Timoshenko si acaba en la oposición? ¿Pasará a ser su principal tarea ocupar el sillón presidencial?
Esa misión se la debió proponer ya en la infancia. Si renuncia a ella, sería como haber fracasado en la vida. La cuestión aquí es ver desde dónde le será más fácil llegar a la presidencia. Yo personalmente creo que habría que darle el sillón de primer ministro y que «se parta el cuello» allí (hablo de manera figurada, le deseo salud a Yulia Vladimirovna). Timoshenko no podrá hacer frente al alza de los precios del gas ni la inflación, por lo que en tres o cuatro meses «se partirá el cuello político». Entonces, una vez que haya sido apartada del sillón de primer ministro, la variante de su arranque en la carrera hacia la presidencia sería poco halagüeña. Si la arrinconamos ahora en la oposición, Timoshenko se pondrá, como populista rematada, a atontar al analfabeto, en el sentido político, pueblo ucraniano. Nuestro pueblo es tan confiado que se lo pasa bien con todo este jolgorio político. Eso lo utilizaría Yulia Vladimirovna para hacerse con el poder de la manera más directa.
¿Quién cree usted que jugará el papel principal después de todas estas batallas políticas: Yushenko o Timoshenko? ¿Son posibles otras variantes?
La cuestión está en ver de qué criterios partimos para determinar quién es el que manda. Si partimos de las atribuciones que tiene Yushenko a día de hoy, podemos decir que es él el que manda. Pero las utiliza de manera incompetente, con torpeza. Sólo hay que ver que porcentaje ha obtenido Timoshenko en estas elecciones anticipadas inconstitucionales, y cuanto Yushenko. Además Yushenko, como un chiquillo, se las ingenió para hacer propaganda y campaña por «Nuestra Ucrania», pegándose a ese partido y a su 14%. Ese es su límite actual. Así que si analizamos la cuestión desde el punto de vista de la autoridad social, Timoshenko a día de hoy, sale ganando. Eso es algo que Yushenko no puede digerir.
-¿Qué opina de la última declaración de Yejanurov sobre que «NU» puede formar gobierno con el «Partido de las Regiones» (PR), si se deja fuera de la coalición a los comunistas?
No deja de sorprenderme que Yejanurov, a quien se supone inteligente, venga con esas «salidas». Si es nacionalista, ¿a qué viene relacionarse con el Partido de las Regiones, probadamente prorruso?
Todos estos «antiguos miembros del partido comunista», del tipo de Yejanurov -hubo millones como él-, se pusieron en la fila para recibir el carné del partido, como pasaporte para conseguir un puesto. Entonces ni se les pasaba por la cabeza que acabarían en ninguna «Nuestra Ucrania». Yejanurov hoy, ha pasado a dedicarse a la «prostitución política». Que se ponga a contar en cuantos partidos ha estado. Esto ya empieza a ser indecente, porque si un hombre tiene tres o cuatro mujeres en la vida, en cuestiones matrimoniales, como mínimo no puede decirse que sea una autoridad. Lo mismo pasa con un político. No me da ni frío ni calor lo que pueda decir Yejanurov. Sólo sé seguro, que los comunistas no se aliarán nunca con ningún Yejanurov ni similares, porque nosotros tenemos principios.
-Los expertos temen fuertes oscilaciones en el cambio de divisas y un fuerte crecimiento de la inflación? ¿Podemos esperar una seria conmoción económica en Ucrania, o pronto todo volverá a la normalidad?
Para empezar es necesario entender, que en la economía mundial se avecinan grandes fluctuaciones. El dólar no sólo no se siente a gusto en Ucrania, sino en los mercados mundiales. Su patria, los EE UU, se ha endeudado tanto, que ya no puede hacer frente a esa deuda. En lo que concierne a Ucrania, nuestra divisa nacional será muy inestable respecto al dólar. Vivimos en condiciones de inflación y los precios seguirán creciendo.
Nos guste o no, en el plano económico somos dependientes de Rusia. Es nuestro mercado natural y nuestro proveedor de energía . Por eso no podemos escupir a un pozo del que nos va a tocar seguir bebiendo agua. Ya nos han dado a entender, que pronto el gas va a valer 150-160 dólares por mil metros cúbicos. ¿Y quién ha dicho que ese sea el límite?
Uzbekistán y Kazajstán estuvieron en su día jugando al tira y afloja. Luego comprendieron que había que encontrar un idioma común con Rusia y comportarse de manera consecuente. No puede ser que estemos cada día peleándonos con los vecinos, planeando tretas, para luego acabar pidiéndoles, con la esperanza de que nos den encantados. Por eso Ucrania debe encontrar comprensión mutua con Rusia y poner en práctica una política razonable respecto a ella. Nosotros seremos lo primeros en salir ganando.
Notas
1. Yejanurov, Yuri Ivánovich. Primer Ministro de Ucrania entre septiembre de 2005 y agosto de 2006.
2. UPA (Ukrainskaya Postavchenskaya Armia): Ejército Insurgente Ucraniano. Formado sobre la base de la OUN (Organización de Nacionalistas Ucranianos). Actuó en las regiones occidentales de Ucrania entre los años 1929-1950.
Popularmente se les conoce como «Banderovtsy», en honor a su líder S. Bandera (1908-1959). Combatieron contra el Ejército Soviético, en los años 1943-1947.
3. «maidan» en referencia a Maidan Nezalezhnosti (Plaza de la Independencia) con la que se identifica la «revolución naranja» de 2004.