Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Estimado Tony:
Te felicito porque tus memorias políticas se han convertido en un éxito instantáneo de ventas. Estoy en Irán y tengo la única copia en el país. Puedo decirte que es tan disputado que vale su peso en armas de destrucción masiva. Nota a Random House: hagan traducir A Journey [Un viaje] al farsi y al árabe lo más pronto posible; se agotaría de inmediato en esta parte del mundo.
Tony, ayer fui a la manifestación de Al Quds en Teherán. ¿Has oído hablar de ella? Es el acto en el que los iraníes se juntan para protestar contra la ocupación ilegal de Palestina por Israel, incluida la ciudad sagrada de Jerusalén (Al Quds).
Soy sarcástica al preguntarte si has oído hablar del día de Al Quds, porque sé que es así. Es tu peor pesadilla ¿verdad? Después de todo Teherán es el sitio en el cual la política y el Islam se entrecruzan.
Personalmente, nunca he comprendido ese temor de ‘Islam político’; me parece que la gente religiosa debería ser siempre educada respecto a los eventos mundiales en lugar de ser mantenida en la ignorancia. Como por ejemplo, los sionistas cristianos en el Midwest de EE.UU. El tipo de gente que no puede encontrar su propia ciudad en un mapa de su Estado pero que está segura de que odia al Islam incluso si no sabe si es una especie de curry o la marca extranjera de un veh-íc-ulo.
En todo caso, ayer, estuve en medio de más de un millón de musulmanes iraníes que coreaban al unísono ‘¡Marg Bar Isre-hell!’ y ‘¡Marg Bar Am-ri-ca!’ Estoy segura de que sabes lo que quiere decir: ‘¡Abajo Israel!, ¡abajo EE.UU.!’ Los hombres, mujeres y niños a mi alrededor resistieron un día de hambre y sed a 38 grados centígrados, como si no fuera nada. Pueden resistir la privación en el mundo musulmán. Aquí en Irán se sienten orgullosos de sufrir a fin de expresar su solidaridad con el pueblo de Palestina. Es algo como la manera como expresas tu solidaridad con EE.UU., sólo sin armas químicas ilegales y un millón de civiles muertos.
Algunas madres lloraron en la manifestación, no por odio hacia ‘Occidente’ sino por empatía con las madres de Rafah, Jan Yunis, Nablus y Yenín. ¿Reconoces los nombres de esos lugares? Tony, como enviado de paz para Oriente Próximo, debieras saberlo. Israel ha masacrado niños en todas esas ciudades en los últimos años. ¿No lo sabías?
Hoy, cuando las calles de Londres reverberan con gritos de ‘¡Allahuakbar!’ y ¡Abajo, abajo Israel!’, cristianos y judíos se unirán a los resonantes gritos de ‘¡Abajo, abajo Israel!’ marchando hombro con hombro con los musulmanes ‘políticos’ que dices que temes tanto.
Tal vez crees que estoy en peligro en Irán, especialmente en un día como Al Quds. Bueno, una vez más, Tony, te han suministrado y has consumido por completo, una tremenda mentira. La mentira que dice que cuando los musulmanes expresan una opinión en grupos, en público, es siempre instigada por odio contra ‘nosotros’, infieles. Como si todas las protestas que son dirigidas por comunidades musulmanas fueran una especie de antiguo rencor por las Cruzadas.
Tal vez aquí debieran estar más coléricos, no menos, de lo que están, Tony. Porque después de leer la nota final de tu éxito de ventas es obvio que estás en una Cruzada moderna.
El ‘conflicto’ entre Palestina e Israel, tiene que ver, según tu punto de vista, sólo con religión y no tiene nada que ver con la limpieza étnica de la población árabe, ni con la degradación de los que permanecen bajo las botas de sus ocupantes israelíes. Dices que los árabes han visto y siempre verán a los ‘judíos’ como sus enemigos. Por Dios, Tony, estudia la historia. Y si vas a dirigir una ‘Fundación de la Fe’ ¿no crees que más valdría que te informes en Islam 101? ¿No te contaron tus compinches en Tel Aviv cuántos miles de judíos vivieron en Palestina histórica en armonía con sus vecinos árabes antes de 1948? ¿Es posible que no sepas que incluso hoy en día hay decenas de miles de judíos que viven contentos en Irán?
He estado con familias musulmanas, cuyos hijos han sido quemados por bombas de fósforo israelíes/estadounidenses. Que siguen sufriendo hambre debido al sitio de Gaza por Israel. Que han vivido los primeros días de sanciones contra Irán cuando necesitaban cupones alimentarios sólo para vivir. Y cada musulmán en esas familias sufrientes tiene el mismo mensaje: ‘No odiamos a nadie por su raza o su religión. No podemos odiar a judíos ya que están en nuestro libro sagrado y porque va en contra de las enseñanzas del Corán.’ Pero, Tony, permite que te pregunte lo siguiente. ¿Por qué se puede esperar que algún pueblo, musulmán o no, aguante este tipo de constantes amenazas tuyas y de tus jefes en Tel Aviv y Washington? ¿Entiendes de alguna manera lo que significa vivir en Gaza? ¿Sitiados, atacados con armas químicas, con las escuelas de tus niños arrasadas por misiles israelíes, tus hospitales bombardeados, tu electricidad limitada, tu agua imbebible?
Pienso realmente, Tony, que eres una persona simpática. Pienso realmente que sientes punzadas de dolor ante las penurias sufridas por millones en Oriente Próximo como resultado directo de tu apoyo a Israel. Entonces dejas a un lado ese sentimiento, porque a un nivel fundamental piensas que ‘ellos’ se lo merecen, ¿no es cierto?
En tu libro dices que sabías perfectamente cuántas casas fueron arrasadas en Beirut, cuántos civiles murieron en el Líbano en 2006. Sin embargo, descartas la furia libanesa por la ocupación israelí de la ‘Granja Sheba’ como irrelevante, por sólo una ‘cantidad’ ínfima de tierra. No la puedes ver como parte de la constante presión sobre la sociedad libanesa en su conjunto por su vecino agresivo israelí fuertemente armado. Lo ves como: ‘Israel es atacado. Israel contraataca.’ Como si Israel viviera en una paz plácida, y fuera amablemente plácido hacia todos entre esas masacres.
Mientras otros dirigentes mundiales se pronunciaban para exigir que Israel cesara sus ataques de bombardeo contra ciudades libanesas, tú guardaste silencio.
‘Si hubiera condenado a Israel’, dices en tu libro, ‘habría sido más que deshonesto. Hubiera afectado mi visión del mundo.’
Tu visión del mundo es que los musulmanes son dementes, malos, peligrosos. Un contagio que hay que contener. Tu capítulo final es lectura obligada aquí en Oriente Próximo. Tony, ¡felicitaciones! Porque presenta el orden del día para ‘ellos’ y para ‘nosotros’ de tus amigos en Washington y Tel Aviv.
En el capítulo final dices: ‘necesitamos un contraataque religioso’ contra el Islam. Y al decir ‘Islam’ quieres decir las manifestaciones de Al Quds, la Intifada palestina (basada en una lucha contra el apartheid, Tony, NO en fanatismo religioso), y contra todo árabe que no alce las manos cuando los misiles de los F16 caen sobre sus casas y campos de refugiados y cante un coro conmovedor de ‘Imagina que toda la gente…’
Cuando dices que el ‘extremismo’ debe ser ‘controlado y derrotado’ quieres decir que tú y tu especie de dirigente mundial moralmente corrupto (pero ricachón) quiere controlar la creciente solidaridad que se extiende por la Umma [comunidad de creyentes del Islam, N. del T.] a la que se suman activistas de todos los credos en las calles de París, Londres, Bradford y Roma.
‘No sólo hay que derrotar el extremismo’ has escrito, sino hay que ‘atacar’ a ‘la narrativa’.
Irán es ciertamente el lugar en el cual la tradición islámica se funde con la acción política.
Son extremadamente conscientes de la historia de esta región, de las injusticias perpetradas por Israel contra Palestina y las maquinaciones políticas de los gobiernos de EE.UU. y del Reino Unido para aislarlos. Teniendo todo en cuenta y a pesar de lo agradable que la gente ha sido durante mi estadía, no te recomendaría que vinieras a una gira de promoción de tu libro…
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Lauren Booth es locutora, periodista y activista por los derechos humanos británica. Ha escrito para el New Statesman, el Mail on Sunday, el Sunday Times y el Daily Mail. Es una elocuente opositora de la guerra en Iraq, y partidaria de Stop the War Coalition. Booth es cuñada del ex primer ministro británico Tony Blair. Actualmente, Booth presenta ‘Remember Palestine’ en Press TV.