NUEVA DELHI- La muerte de cuatro niños en una campaña de inmunización en la ciudad india de Lucknow, capital del norteño estado de Uttar Pradesh, arroja sombras sobre las vacunas pentavalentes que el gobierno busca introducir en un programa de alcance nacional. El ministro de Salud, Ghulam Nabi Azad, dijo a los periodistas que «se […]
NUEVA DELHI- La muerte de cuatro niños en una campaña de inmunización en la ciudad india de Lucknow, capital del norteño estado de Uttar Pradesh, arroja sombras sobre las vacunas pentavalentes que el gobierno busca introducir en un programa de alcance nacional.
El ministro de Salud, Ghulam Nabi Azad, dijo a los periodistas que «se debe tomar medidas contra los culpables de negligencia».
El jerarca se negó a especular sobre la causa de las muertes, pero dijo que se iniciaría una investigación cuyos resultados pronto se plasmarían en un informe.
Según versiones de prensa, el día 21 se efectuaron las vacunaciones en Lucknow como un proyecto piloto para poner a prueba la eficacia de las vacunas pentavalentes. El Ministerio de Salud planea introducirlas en su Programa Expandido de Inmunización para reemplazar a la vacuna triple, que se inocula actualmente.
Las vacunas pentavalentes inmunizan contra la hepatitis B y la influeza hemófila de tipo B (Hib), que causa neumonía y meningitis, además de la protección brindada por la triple, contra la difteria, la tos ferina y el tétanos.
«Necesitamos saber definitivamente qué vacunas pentavalentes se usaron en Lucknow», dijo a IPS la médica Mira Shiva, experta en fármacos e integrante del Central Social Welfare Board.
Shiva es parte de un grupo de destacados médicos y expertos en salud pública que han presentado una demanda contra el gobierno por el uso de vacunas pentavalentes, argumentando que son inseguras y más caras, y señalando que de todos modos dejan cada año a unos 10 millones de niños rurales sin cobertura.
Entre los miembros del grupo litigante figuran Debabar Banerji, del Centro de Medicina Social y Salud Comunitaria de la Universidad Jawaharlal Nehru; Ritu Priya, asesora de la Misión Nacional de Salud Rural; K.B. Saxena, ex secretario de Salud de la unión; Gopal Dabade, del no gubernamental Drugs Action Forum, y Jacob M. Puliyel, pediatra del hospital St. Stephens, de Nueva Delhi.
Los expertos sostienen que la vacuna pentavalente cuesta alrededor de ocho dólares por dosis, mientras que la trivalente cuesta apenas tres centavos y se fabrica en el país.
Lo que realmente ha fortalecido la demanda es que la vacuna pentavalente ha estado vinculada a muertes infantiles en otros países, como Pakistán, Sri Lanka y Bután, que las aceptaron por consejo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ya el 3 de febrero, los demandantes sostuvieron ante la Alta Corte de Nueva Delhi que el gobierno no había evaluado adecuadamente la vacuna, y que actuaba «sin articulación ni coordinación», presionado por la OMS. También advirtieron que introducir la vacuna fomentaría un «desastre para la inmunización en el sistema de la salud pública».
Las pentavalentes se lanzaron en Bután en septiembre de 2009, pero su uso se suspendió el 23 de octubre, tres días después de que cinco niños murieron en el hospital de Thimphu. Otros cuatro pequeños fallecieron poco después de haber sido inoculados, en las localidades de Samtse y Paro.
Una investigación conjunta del gobierno butanés, la OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) realizada del 29 de octubre al 24 de noviembre del año pasado concluyó que la vacuna pentavalente no fue la causa de las muertes.
Sin embargo, el periódico independiente Bhutan Observer informó en su edición del 6 de este mes que Thimphu no reintroducirá la vacuna hasta junio de 2011, «debido a la incapacidad de los expertos nacionales de determinar la verdadera causa de muerte en cada caso».
Sri Lanka retiró las vacunas pentavalentes en abril de 2008, tras cinco muertes y otras 25 reacciones adversas, pero volvió a introducirlas este año, luego de que la OMS declaró que era «improbable» que fueran fatales.
Pakistán, donde se reportaron tres muertes, también reintrodujo la vacuna bajo garantía de la OMS.
Dabade y Puliyel, que han estudiado minuciosamente el informe de la OMS sobre Sri Lanka, dijeron a IPS que la agencia mundial hizo ajustes de protocolo al redactarlo.
«Habitualmente la OMS tiene seis clasificaciones para los efectos adversos posteriores a la inmunización: seguros, probables, posibles, improbables, no relacionados e inclasificables. Pero el informe eliminó las categorías ‘probable’ y ‘posible’ y clasificó las muertes srilankesas bajo la cateogría ‘improbable'», dijeron a IPS.
Al cambiar sus propios criterios, la OMS dio pie a que se la acusara de orquestar un «encubrimiento elaborado». Esto debería abrirle los ojos al Consejo Indio de Investigaciones Médicas, que recomendó realizar los estudios piloto de las vacunas, agregaron.
Puliyel también puso en duda el valor de introducir las vacunas Hib «en todos los programas de inmunización de rutina», tal como recomendó la OMS y aceptó el Grupo Nacional de Asesoramiento Técnico sobre Inmunizaciones de India.
«La OMS recomienda que la vacuna contra la Hib se incluya universalmente en los programas de inmunización, independientemente de la prevalencia de esa enfermedad en un país en particular o de la inmunidad natural dentro del país» contra esa infección, dijo Puliyel.
India padeció el hecho de que el Grupo Nacional de Asesoramiento Técnico eligiera pasar por alto los estudios realizados por el ICMR en la meridional localidad de Vellore, señaló.
Estos estudios mostraron que la incidencia de la neumonía que requería cuidados hospitalarios era de tres por cada 100 casos, mientras que la de la meningitis era de dos por cada 100.
Puliyel agregó que, en Occidente, la vacuna puede haber reducido la incidencia de la Hib, pero causó «un aumento proporcional de (otras) cepas de la influenza H».
El hecho de que este debate «ocurra cuando suena la alarma sobre cómo los fabricantes de vacunas influyeron en las decisiones de la OMS durante el reciente (brote) de gripe porcina, no inspira confianza», opinó Dabade.