La ocupación de Haití por parte de EEUU añade el caos político a los horrorosos desastres naturales. Sólo unas semanas después de que se permitiera entrar en el país al antiguo dictador Jean-Claude «Baby Doc» Duvalier, sin un pasaporte válido, el inmensamente popular, democráticamente elegido antiguo presidente Jean-Bertrand Aristide podría obtener permiso para volver del […]
La ocupación de Haití por parte de EEUU añade el caos político a los horrorosos desastres naturales. Sólo unas semanas después de que se permitiera entrar en el país al antiguo dictador Jean-Claude «Baby Doc» Duvalier, sin un pasaporte válido, el inmensamente popular, democráticamente elegido antiguo presidente Jean-Bertrand Aristide podría obtener permiso para volver del exilio. Mientras tanto, se dice que los ocupantes de Haití han estado discutiendo la posibilidad de enviar al actual presidente Rene Préval a un viaje involuntario en avión fuera del país. ¿Están conectados estos dos puntos?
«Pocos confíaban en que el gobierno haitiano desafiaría alguna vez a los estadounidenses y le concediera un pasaporte al antiguo presidente Aristide»
EEUU y sus compañeros imperiales podrían haber creado en Haití más caos del que pueden manejar. El hombre más popular del país, el antiguo presidente Jean-Bertrand Aristide, al que los estadounidenses secuestraron y enviaron a su exilio africano en 2004, podría volver a casa. En una decisión sorprendente, el Consejo de Ministros de Haití le comunicó al abogado de Aristide, Ira Kurzban, que estarían dispuestos a conceder un pasaporte diplomático a Aristide, tan pronto como recibieran una solicitud oficial. Hasta ahora, los funcionarios haitianos han usado varias artimañas para mantener a Arisitide en Sudáfrica, donde es investigador universitario, y ha tenido problemas de salud.
El antiguo aliado político de Arisitide, Rene Préval, había sido elegido presidente en ausencia de Aristide en 2006, principalmente porque los seguidores de Arisitide pensaron que Préval estaba de su parte. Pero Préval resultó ser otra herramienta servicial en manos de las potencias extranjeras que realmente controlan Haití, principalmente EEUU, junto con Francia y Canadá.
Préval salió muy mal parado en el escenario posterior al terremoto del año pasado, cuando pareció hundirse por el peso del desastre. Los estadounidenses marginaron entonces totalmente al gobierno de Préval, si no lo convirtieron en irrelevante, de sus propios planes para el futuro de Haití. Sólo una pequeña parte de los miles de millones de ayuda para el terremoto fueron a la administración de Préval. Washington y sus aliados humillaron abiertamente a Préval, exigiendo que su candidato favorito para sucederle como presidente fuera eliminado de la segunda ronda de las desastrosas elecciones de Noviembre – que fueron en si un fiasco que sólo querían los americanos y sus compinches , y en las que sólo uno de cada cinco haitianos se molestó en votar.
«Hasta ahora, los funcionarios haitianos han usado varias artimañas para mantener a Arisitide en Sudáfrica.»
Préval estaba claramente fuera de juego. Un miembro extranjero de la Comisión Interina gobernante sugirió que el impotente presidente fuera metido en un avión y enviado al exilio – justo como los estadounidenses hicieron con el presidente Arisitide, siete años antes.
Entonces, a mediados de enero, quién fue el que se exhibió en el aeropuerto de Puerto Príncipe sino Jean-Claude «Baby Doc» Duvalier, el dictador al que los estadounidenses mandaron a sus lujoso exilio en Francia, con muchos millones de dólares en sus bolsillos, hace 25 años. Ahora el monstruo que asesinó, encarceló y aterrorizó a decenas de miles de haitianos con, al menos, la tácita aprobación de Washington, está de vuelta, creando un perfecto caos. Con los estadounidenses a cargo, uno nunca sabe quién va y quién viene, en Haití.
Pero pocos confiaban en que el gobierno haitiano desafiaría alguna vez a los estadounidenses y le concediera un pasaporte al antiguo presidente Aristide. ¿Ha decidido de repente el Consejo de Ministros comportarse como si Haití fuera todavía un país independiente? ¿Ha abierto las puertas a Arisitide la repugnante presencia de Baby Doc, en la tierra que atormentó durante tantos años? ¿Podría incluso el presidente Rene Préval, tratado como un títere desechable por los estadounidenses, dar su propia aprobación a la vuelta de Aristide, como una forma de retribución?
Una cosa está clara. Los estadounidenses casi invariablemente provocan el caos en sus ocupaciones de naciones no blancas. En el caos, Aristide podría aún volver.
Fuente: http://blackagendareport.com/content/will-aristide-return-haiti