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La solidaridad cubana en Honduras

Y sin embargo Cuba nos abrio los ojos

Fuentes: Rebelión

En países como Honduras hablar de Cuba ha sido siempre un Tabú. Desde niños nuestros padres nos contaban por la influencia de la prensa hondureña que Fidel Castro era la encarnación del mismísimo Satanás, y que para volver atea a su población les decía a los pioneritos cubanos que Dios no tenía ni tan siquiera […]

En países como Honduras hablar de Cuba ha sido siempre un Tabú. Desde niños nuestros padres nos contaban por la influencia de la prensa hondureña que Fidel Castro era la encarnación del mismísimo Satanás, y que para volver atea a su población les decía a los pioneritos cubanos que Dios no tenía ni tan siquiera el poder de darle confites. Como los hondureños hemos sido formados en el cristianismo visceral, y con la idea cívica de rendirle culto a la exuberancia de las clases poderosas, y a la sagrada propiedad de la tierra de los que han cercado y han matado a miles de campesinos, sacerdotes comprometidos y estudiantes por tenerla, hablar de propiedad colectiva ha sido y es casi siempre hablar de ataúdes y de tumbas. Pero cuba se ido trasformando en la consciencia de cada hondureño, hoy ya nadie habla de la Cuba de tiempos del Armagedón como lo proclamaron a los cuatro vientos las cruzadas de pastores evangélicos venidos del norte, cuando esta pequeña isla puso en aprietos el prestigio militar de los Estados Unidos con la guerra de los misiles. Y para cambiar esta visión no se ha precisado prensa, trabajo ideológico como lo alegaron siempre los paranoicos del ejercito nacional que cobraron la vida en los años ochenta de muchos valiosos ciudadanos, simplemente se ha necesitado que ese brazo de solidaridad humana cultivada en los valores sociales del régimen se haya convertido en un esfuerzo continental para asimilar las penurias de nuestro destino común latinoamericano. Cuba ha facilitado becas para la formación en el campo de la medicina a muchos de nuestros compatriotas, y los frutos de esta instrucción humanista se han multiplicado en lugares donde no llegan los intereses lucrativos de muchos de los médicos formados en nuestras universidades. Pero Cuba no solo ha hecho eso por nuestro país, ha enviado incluso médicos cubanos a nuestras selvas inhóspitas, y mas de alguno ha muerto trágicamente en el campo del deber, y para fortuna de los que no miramos por partida doble ha enviado hospitales itinerantes para tratar con especialistas enfermedades de los ojos Y aunque mas de algún político miope ha renegado públicamente de las relaciones humanitarias con este noble país, y se haya quejado infundadamente de su política en materia de derechos humanos, inobservado que en el nuestro hay ciudades y pueblos y campos de exterminios por hambre, y aunque le hemos inferido un puñal por la espalda en asuntos diplomáticos y de relaciones internacionales, Cuba ha entendido nuestro tercermundismo oficial, y no ha castigado al pueblo pobre de Honduras por los desafueros de sus mediocres gobernantes . Por eso es que digo que Cuba nos ha abierto los ojos de dos formas. El pueblo de Honduras ahora ve claramente, y ve también como los cubanos, que no hay amor más grande que entregar la vida por los padecimientos de los demás.

Milson Salgado es escritor hondureño.