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La supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos

Zbigniew Brezezinski: El gran tablero mundial

Fuentes: Rebelión

Zbigniew Brzezinski, ciudadano estadounidense de origen polaco perteneciente al partido demócrata, predijo, en su obra «El gran fracaso», la implosión del comunismo soviético debido a sus problemas internos en materia social y económica ya a principios de la década de los ochenta.

Su preocupación por las teorías geopolíticas clásicas enmarcadas en especial por lo que Sir Harold Mackinder denomina heartland y su control como parte esencial del dominio mundial, invitan a recapitular dicha tesis:
“Quien gobierne Europa Central dominará el heartland; quien gobierne el heartland dominará la isla mundial; quien gobierne la isla mundial dominará el mundo”.

Brzezinski cristaliza dicho pensamiento al afirmar que la potencia que domine Eurasia podrá controlar dos de las tres regiones del mundo mas avanzadas y económicamente más productivas que representan el 60% del PBI mundial y el 75% de los recursos energéticos.

Actualmente –y como fenómeno único en la historia- la única potencia capaz formular y ejecutar una geoestrategia integrada, extensa y de largo alcance para toda el área son los EEUU por presentar la supremacía en los cuatro ámbitos decisivos del poder global: Militar-Económico-Tecnológico-Cultural y Comunicacional, apuntala por un elaborado sistema de alianzas y de coaliciones: OTAN, FMI, Banco Mundial, Tribunal Internacional de Justicia y de los distintos tratados comerciales.

Los Balcanes Euroasiáticos

Macroregión integrada por Karajistán, Kirquistán, Tayikistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Azerbaiyán, Armenia, Georgia, Afganistán y la preponderancia de Turquía e Irán cuyas fronteras políticas –a excepción de los dos últimos- fueron trazadas arbitrariamente por la Ex Unión Soviética en pos de imposibilitar su constitución en una entidad política única. Su situación geográfica prevaleciente, radicada en su conectividad entre el Mar Mediterráneo y el Mar Caspio, su extracción potencial de importantes recursos de gas y de petróleo y el control político de este heterogéneo mosaico lingüístico – cultural, constituyen el interés de los distintos jugadores geoestratégicos: Rusia, Irán, Turquía, China y los EEUU.

Según estimaciones del Dpto. de Energía de los EEUU, la demanda mundial crecerá en más del 50% entre 1993 y el 2015 y el aumento de consumo más significativo tendrá lugar en el Lejano Oriente, estimulado primordialmente por el ritmo de crecimiento económico chino. No obstante el vacío de poder en la zona, su inestabilidad interna y la punción entre su occidentalización y el renacimiento del fundamentalismo islámico, indican que la política exterior estadounidense debe lograr un equilibrio regional estable, donde ejerza las funciones de arbitro político.

La primacía estadounidense es potencialmente vulnerable a nuevas amenazas, provenientes bien de contendientes regionales o de constelaciones noveles:

· Coalición chino-ruso-iraní

· Eje chino-japonés

· Realineamiento europeo vía eje germano-ruso o franco-ruso.

Por consiguiente su principal interés es “..lograr que ningún poder único llegue a controlar este espacio geopolítico y que la comunidad global pueda acceder libremente a ella en el terreno económico y financiero…”. Sin una participación estadounidense sostenida y directa, las fuerzas del desorden global podrían dominar la escena mundial en un corto lapso. La estrategia política formulada por los EEUU en pos de la reconciliación de los principales jugadores del tablero eurasiático y la manera en que gestionen la relación con los principales países de la región eurasiática será fundamental para lograr una primacía global estadounidense estable y durable; a través – entre otras medidas- de la asimilación de Rusia en un marco más amplio de cooperación europea y que también impulsen la independencia y autonomía de los sus nuevos vecinos.

En síntesis, son los objetivos de los EEUU en Eurasia:

En el corto plazo

Asegurar que ningún Estado o combinación de Estados obtenga la capacidad de expulsar y / o limitar su presencia.

En el mediano plazo

Fomentar el surgimiento de socios compatibles a nivel estratégico a fin de configurar un sistema de seguridad transeuroasiático más cooperativo.

En el largo plazo

La constitución de un núcleo global de responsabilidad política genuinamente compartida.

Algunas conclusiones preliminares

La utilización excesiva de metáforas en la consideración de los “nuevos Balcanes” invitan a interpretar que su dominio discursivo es producto del lugar emisor: Washington D.C., principal centro político mundial, espacio decisivo de influencia sobre líderes mundiales capaces de tomar decisiones que afectan la estabilidad de las relaciones internacionales. El ejercicio del llamado poder global en consonancia con la consolidación de la democracia a nivel mundial -como preocupación de los EEUU- halla en Brzezinski un punto de inflexión, pues afirma en una entrevista realizada en 1997 –año de la publicación de su obra “ El gran tablero mundial”- que “… la búsqueda y el mantenimiento del poder, el costo económico y los sacrificios humanos que exige el ejercicio de ese poder en general no son compatibles con los instintos democráticos…”

Nader Fergany, investigador egipcio doctorado en Economía en la Universidad de Carolina del Norte y coordinador del informe del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas sobre el mundo árabe publicado en julio pasado, señala que “EEUU quiere moldear el mundo árabe según sus valores” y que “todos los países de la zona, excepto Israel, tienen algo que temer de lo que llamo el auténtico eje del mal: el Pentágono, la Casa Blanca y el Departamento de Estado”.

Por otra parte, no solo la presencia de importantes reservas de petróleo es explicativo del actual despliegue norteamericano en especial si se considera la caída de su ciclo económico sin claros indicios de recuperación y la pronta necesidad de re-elección de la administración G. W. Bush. Según estudios de la Organización Mundial de la Salud, Irak alberga en su territorio las segundas reservas de agua de Oriente Próximo, signadas por los ancestrales Tigris y Eufrates cuyos cursos atraviesan Siria antes de su ingreso al territorio iraquí. El rol de este último país será fundamental para la regulación de este recurso vital en vistas de las necesidades de países como Israel que cubren tan sólo el 27% de las necesidades de agua potable por habitante.

¿Por lo tanto, serán los acontecimientos actuales y los futuros conflictos la clave para develar en las tesis académicas el accionar político?

Bibliografía

-Brzezinski, Z. El gran tablero mundial: la supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos, Barcelona, Paidos, 1998.

-Diario Clarín- 2da Sección, Argentina, 26-10-97.

-Diario El País, España 04-05-03.

-Diario El País, España 17-05-03.

– Ontiveros, Emilio. “No es el petróleo”, en Suplemento Negocios, Diario El País, España, 23-03-03