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Los militares que ocupan Irak y Afganistán sufren de estrés postraumático o depresión, según un estudio independiente

300.000 soldados de EE UU sufren problemas mentales

Fuentes: mundoarabe.org

Unos 300.000 soldados estadounidenses que han participado en la invasión y ocupación de Irak y Afganistán sufren de síntomas de estrés postraumático o depresión, y cerca de la mitad no recibe atención a su mal. Un estudio independiente realizado por la empresa RAND Corp. también ha calculado que otros 320.000 soldados han recibido una herida […]

Unos 300.000 soldados estadounidenses que han participado en la invasión y ocupación de Irak y Afganistán sufren de síntomas de estrés postraumático o depresión, y cerca de la mitad no recibe atención a su mal. Un estudio independiente realizado por la empresa RAND Corp. también ha calculado que otros 320.000 soldados han recibido una herida posiblemente traumática en el cerebro durante sus misiones, pero los investigadores no pueden decir cuántos de estos casos son serios o requieren de un tratamiento.
Catalogado como el primer sondeo no gubernamental a gran escala en su tipo, el estudio revela que los desórdenes de estrés y la depresión afectan a 18,5% de los más de 1,5 millones de militares y civiles estadounidenses que han participado en misiones de guerra. Las cifras se asemejan a otros estudios realizados sobre este tema.
En febrero pasado, una evaluación del Ejército estadounidense mostró que 17,9% de los soldados en Irak y Afganistán sufrían estrés agudo, depresión o ansiedad en 2007, por debajo del 19,1% registrado en 2006.
Pero el estudio de 500 páginas de RAND, que se basó en parte en entrevistas a más de 1.900 soldados, marineros y marines, también revela que sólo la mitad de los efectivos que sufren debilidades reciben atención. Y en la mitad de esos casos, el cuidado es sólo mínimamente adecuado.
«Esos hombres y mujeres que han servido a nuestro país en Irak y Afganistán afrontan una gran crisis de salud», afirma Terri Tanielian, una investigadora de RAND que ayudó a desarrollar el estudio. «A menos de que reciban un tratamiento apropiado y efectivo para estas condiciones mentales, habrá consecuencias a largo plazo para ellos y para el país», advierte.
El estudio señala que muchos miembros en servicio no buscan un tratamiento porque temen al estigma de ser asociados con problemas psicológicos, lo que podría afectar sus carreras militares.
El desorden de estrés postraumático puede ser el resultado de traumas en tiempos de guerra como recibir heridas o ser testigos de otros que las sufren. Los síntomas incluyen irritabilidad, explosiones de rabia, dificultades para dormir, problemas de concentración, y una respuesta exagerada a situaciones sorpresivas. Algunos pueden incluso llevar al suicidio.
RAND recomendó al Pentágono que cree una forma para que los efectivos activos reciban un servicio de salud mental confidencial y monitoree la calidad del tratamiento.
Hasta el momento, ninguna organización independiente ni gubernamental ha realizado estudios sobre los efectos de la invasión y los actos militares de las tropas de ocupación a los pueblos de Irak y Afganistán.