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Entrevista a Francisco López Segrera sobre su libro "¿Hacia dónde va el mundo?"

«La prospectiva, mediante la evaluación de las alternativas históricas posibles, nos permite construir un futuro mejor»

Fuentes: El Viejo Topo

Autor de numerosos ensayos (algunos de ellos sobre Cuba y la revolución cubana), intelectual fuertemente comprometido, Francisco López Segrera (y Francisco José Mojica) acaba de publicar en El Viejo Topo, ¿Hacia dónde va el mundo? En él nos hemos centramos en nuestra conversación *** Me gustaría preguntarle por el libro que han publicado recientemente en […]

Autor de numerosos ensayos (algunos de ellos sobre Cuba y la revolución cubana), intelectual fuertemente comprometido, Francisco López Segrera (y Francisco José Mojica) acaba de publicar en El Viejo Topo, ¿Hacia dónde va el mundo? En él nos hemos centramos en nuestra conversación

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Me gustaría preguntarle por el libro que han publicado recientemente en El Viejo Topo usted y Francisco José Mojica. El subtítulo: «Prospectiva, megatendencias y escenario latinoamericanos?». ¿Qué debemos entender por prospectiva?

 La prospectiva tiene como objetivo identificar los futuros posibles o futuribles, con el fin de escoger el más conveniente y fabricarlo desde el presente desarrollando una adecuada estrategia. Por ejemplo, si aspiramos a un futuro con baja mortalidad infantil tenemos que desarrollar políticas e inversiones en el sector de la salud dirigidas a este fin.

¿Fabricarlo? ¿No es expresión-concepto demasiado osado? ¿Somos acaso dioses? ¿No hemos pensando en muchas ocasiones en futuros imposibles o muy, pero que muy difíciles? 

Tengo la experiencia de mi generación en una Cuba gobernada por la dictadura de Batista. Fidel trazó los objetivos a alcanzar en su auto-defensa en la Historia me Absolverá en 1953 y tras el triunfo de la revolución en 1959 solo tomo 10 años fabricar un nuevo futuro en que todas esas promesas estaban cumplidas: derrota del dictador y de su régimen corrupto, pleno empleo, fin del desahucio de la vivienda, fin del desalojo campesino, cero analfabetismo, cobertura universal de salud y educación. De ser neocolonia de Estados Unidos alcanzamos la plena soberanía. Es decir, se previó y construyó un futuro alternativo al que ofrecía la oligarquía que apoyaba, salvo excepciones, a la dictadura. No quiero decir que es un modelo perfecto de sociedad – y mucho daño hizo y sigue haciendo el bloqueo de USA – pero muestra que cuando hay honestidad y voluntad política se puede construir un futuro alternativo entusiasmando a las masas, dándoles participación clave en el proyecto, avanzando junto a ellas y compartiendo con ellas su heroísmo y sus sacrificios en aras de lograr un ideal.

Por cierto, Fidel no planteo la lucha contra el dictador Batista en términos de izquierda y derecha. No era miembro del Partido Comunista, que incluso le acuso de putchista cuando asaltó el Moncada. Fue capaz de construir un frente amplio, un gran bloque social, en torno al programa básico de carácter más bien socialdemócrata de La Historia me Absolverá, pero que al intentar ser cumplido y encontrar la oposición del bloque oligárquico y de EE.UU. devino socialista con amplio consenso popular. En torno a este programa nucleó a más del 90% de la sociedad cubana, y a los otros grupos que se enfrentaron al dictador – Directorio Revolucionario, Partido Socialista Popular (así se llamaba el Partido Comunista)- y que aceptaron el liderazgo de Fidel y del Movimiento 26 de julio que este lideraba. Todas las fuerzas revolucionarias aceptaron el liderazgo de Fidel. Participé en una Encuesta que se hizo a raíz del triunfo de la Revolución en 1959 y Fidel tenía un 95% de apoyo ciudadano. Por supuesto, el cumplimiento de ese Programa llevaba a contradicciones con la clase dominante, con el bloque oligárquico norteamericano-cubano-español como he analizado en mis libros Cuba:capitalismo dependiente y subdesarrollo (1972) y Raíces Históricas de la Revolución Cubana (1980). Cuba indemnizó a los propietarios canadienses y nuestras relaciones con Canadá siempre han sido buenas, pero la arrogancia de EE.UU. no aceptó indemnizaciones y le hicieron creer a la burguesía cubana que rápidamente destruirían a la revolución cubana. Esto obligó a la dirección revolucionaria a adoptar medidas más radicales que tuvieron un costo económico.

Pues ya que hablamos de Cuba… Nadie más autorizado que usted para aproximarnos al tema. Dos preguntas. La primera: ¿qué opinión le merecen las reformas económicas que ha acometido recientemente la actual dirección política cubana?

En mi libro La revolución cubana: propuestas, escenarios y alternativas, publicado por El Viejo Topo en septiembre de 2010 -antes de que se convocara en noviembre de 2010 el VI Congreso del Partido en Cuba- planteo propuestas que, en el aspecto económico, fueron en gran medida recogidas por los Lineamientos que acordó el Congreso, pues fueron resultado de un amplio debate ciudadano que me fue muy útil conocer para elaborar mi libro.

Lo recuerdo, lo recuerdo.

En general estoy de acuerdo con las reformas adoptadas, pero pienso que no solo hay que «actualizar el modelo económico» como se planteo en el Congreso, hay que recrearlo. También en el plano político es necesario hacer cambios para que reverdezca la participación y refinar los mecanismos de participación en la toma de decisiones, e incluso convocar a una asamblea constituyente. Las nuevas generaciones ven el mundo de otra manera. Los valores revolucionarios están amenazados pero están vivos. Cuando 5 jóvenes cubanos fueron capaces de aguantar casi 20 años de prisión en cárceles norteamericanas muy duras, eso prueba que esos valores están vivos.

Es una prueba descomunal, enorme…

Por suerte, ya esos heroicos jóvenes están en Cuba con sus familias. Sin embargo, la caída de la URSS y del campo socialista, las contradicciones que se observan en países como China y Vietnam, y la victoria de la derecha convirtiendo a la socialdemocracia en social-neoliberalismo, causan confusión en la izquierda y escepticismo en los jóvenes y en la ciudadanía. Ya nadie defiende que todos los medios de producción sean de propiedad estatal, ni se plantea como programa político la dictadura del proletariado. Las nuevas generaciones no aceptan reducir la libertad individual a cambio de la justicia social; tampoco aceptan que cuestionar la vanguardia sea cuestionar los valores revolucionarios; reclaman participar en los procesos de toma de decisiones y no solo en la discusión de las propuestas; rechazan el estatismo ineficiente.

El reto entonces es desarrollar un nuevo pensamiento teórico que recoja estos cambios, que enfrente las fuertes corrientes hacia el individualismo y el consumismo con propuestas atractivas y realizables. Armonizar proyecto individual de vida y proyecto social. Para los revolucionarios de mi generación, que constituíamos la gran mayoría, la revolución y sus tareas eran nuestro proyecto personal. No había separación entre el proyecto social y el personal. Hoy tenemos de ser capaces de que los jóvenes no vean a la revolución como algo que frustra su proyecto personal de vida. Ese es uno de los principales retos para mantener viva la revolución, para que no sucumba seducida por el individualismo y el consumismo.

La segunda pregunta: ¿qué opina de los últimos movimientos diplomáticos de la Administración Obama? ¿Nada sustantivo? ¿Hay que confiar? ¿Estamos a las puertas de la ruptura definitiva del embargo? ¿El capitalismo va a ondear su bandera en la embajada USA?

En el mismo libro publicado en 2010 – La revolución cubana: propuestas, alternativas y escenarios – predije que en el segundo mandato de Obama se restablecerían las relaciones. Pienso que aunque es Obama quién ha dado el paso, hay consenso en la clase política y en los sectores económicos dominantes en EE.UU. de que la política hacia Cuba ha sido un fracaso. Hoy quién está aislado en América Latina y el Caribe no es Cuba, sino los EE.UU. Nunca podemos confiar en EE.UU. como afirmó Fidel en una reflexión pocos días después del 17 de diciembre -tras las intervenciones de Raúl y Obama con el fin de iniciar el proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas- pero es importante ayudar a Obama en esta iniciativa a la que se oponen amplios sectores del Congreso de EE.UU., dominado por los republicanos, y sectores de la clase dominante, pese al consenso que hemos mencionado. Es posible establecer relaciones diplomáticas normales y lograr una normalización plena una vez que EE.UU. levante totalmente el bloqueo. Si ocurrió con China y Vietnam, también puede ocurrir con Cuba y hacia eso se avanza inexorablemente por los liderazgos de Cuba y de EE.UU. Esta nueva relación es positiva para los intereses de ambos países, pese a las importantes diferencias que subsisten. Por eso considero que es una política de Estado indetenible aunque la decisión la hayan tomado con audacia Raúl y Obama. Y es sin duda un triunfo de la política exterior de Cuba y un reconocimiento de EE.UU. de que su política de derrocar la revolución por la fuerza y promoviendo una subversión interna ha fracasado. Eso no quiere decir que no sigan intentando erosionar la revolución cubana por otros medios.

Por supuesto, desde luego. Vuelvo al libro que estamos comentando. ¿Y qué debemos entender por Forecasting, de forecast, pronosticar? ¿Son dos alternativas complementarias u opuestas? ¿Quién construye la síntesis de ambas, el conjunto con sus complementos? ¿Los prospectivos o los partidarios de los pronósticos?

  El forecasting considera que el futuro puede ser identificado y reconocido. La prospectiva en cambio dice que el futuro debe ser construido desarrollando estrategias que contribuyan a que se concreten los mejores escenarios posibles de futuro. Sin embargo, los estudios de forecasting – y en especial del forecasting tecnológico- son de gran ayuda para el prospectivista, pues si no indagáramos en la evolución futura de la tecnología con sus variables en pro y en contra, no tendríamos información para diseñar las distintas situaciones del mañana, de donde elegiremos una, que sería aquella que iremos a construir con la prospectiva formulando escenarios y estrategias. Es el prospectivista el que lleva a cabo la síntesis, pero para ello se apoya en los aportes del forecasting.

¿Y qué es por cierto una megatendencia?

 Las mega-tendencias (MT) son macro tendencias globales que abarcan la totalidad del planeta o bien una gran parte de él. El identificarlas permite elaborar escenarios y predicciones acerca del futuro del mundo globalizado en el ámbito geopolítico, político, económico, social y cultural, entre otros aspectos. La identificación de las MT con el método y las herramientas que nos brinda la prospectiva, resulta clave para entender los cambios mundiales, para intentar modelar el futuro y para construir los mejores escenarios desarrollando las mejores alternativas posibles de política.

 Por ejemplo, si identificamos que el precio del petróleo va a bajar bruscamente y no se va a recuperar, entonces los planes de desarrollo de un país cuyo principal ingreso en divisas es el petróleo no pueden hacerse pensando en un petróleo a 100 dólares el barril sino a 50. Esta baja brusca del petróleo a partir de junio de 2014 estaba prevista desde hace tres años por el Informe del Consejo Nacional de Inteligencia de USA (Global Trends 2030) y hace dos años por The Economist, aunque a veces hay variables que pueden alterar las predicciones.

Hay megatendencias como la globalización e internet, que influyen decisivamente sobre las megatendencias económicas, políticas, sociales y culturales

Pero, por ejemplo, si me permite, la crisis-estafa global en la que estamos inmersos, ¿fue prevista por alguien, por muchas voces? ¿No había aquí claros indicios de que el camino seguido una aventura de incierto final?

Por supuesto que esto fue previsto por pensadores como Wallerstein, Samir Amin, Susan George, Ignacio Ramonet, Fidel Castro y Federico Mayor, entre otros. Pero los errores en la construcción del socialismo en la URSS (que llevó a su derrumbe y al colapso del campo socialista) dividió, desmoralizó y paralizó a la izquierda que ahora resurge en los procesos pos-neoliberales en América Latina y en proyectos alternativos al orden dominante que van emergiendo también en otras regiones del mundo.

Hablan ustedes de adelantarnos al futuro. ¿Es equivalente a adivinar el futuro? ¿No es tarea sobrehumana mil veces condenada al fracaso? Por lo demás, ¿cómo puede conocerse aquello que no es aún?

La prospectiva, mediante la evaluación de las alternativas históricas posibles, nos permite construir un futuro mejor.

No se trata de adivinar el futuro, sino de construir los mejores escenarios posibles con acciones y estrategias dirigidas a dicho fin. Por ejemplo, sabemos que a mayor inversión del PIB en educación y en salud se produce un desarrollo acelerado en los países. Sabemos que redistribuyendo la riqueza con impuestos a los más ricos se reduce la desigualdad y la pobreza. Podemos entonces prever un escenario de reducción -e incluso eliminación de la pobreza- incrementando sensiblemente el porcentaje del PIB en educación y salud y aplicando impuestos progresivos de acuerdo a los ingresos y riquezas que se posean.

Pero estas cosas que señala son bastante bien conocidas. La cuestión, frecuentemente, no es conocer, no es saber, no es explicar y demostrar incluso, sino tener fuerza política para apoyar esos caminos de mayor equidad y justicia.

Por supuesto sin un liderazgo adecuado que sepa ganar el apoyo de las masas y sin un proyecto claro no se puede construir equidad y justicia. En este momento el capital financiero ha logrado dominar el mundo, pero esto es coyuntural. Las contradicciones pienso que nos llevarán a un sistema-mundo más democrático e igualitario, pero si no sabemos adoptar políticas y acciones adecuadas entonces tal vez podamos llegar a un sistema-mundo aún más desigual. Depende de nosotros. Me preocupa que la sociedad de consumo seduzca amplios sectores de las nuevas generaciones, que se resignen a no ejercer la ciudadanía narcotizada con los artefactos del shopping center. Pero también existen movimientos juveniles que plantean retomar los valores de democracia para todos, de equidad, de justicia social. Y se han producido resultados en la Bolivia de Evo Morales, en el Ecuador de Correa y en la Venezuela de Chávez y en otros muchos países de la región. También la victoria de Syriza se inscribe en esta tendencia renovadora y los postulados de Podemos y de otros movimientos de masas como el de Ada Colau que emergen en España. Hay esperanza pero la lucha es dura. Pero cuando un autor como Brzezinsky en Strategic Vision (2014) compara la situación en Estados Unidos con la que había en la URSS dos décadas antes de la implosión, esto nos indica que estamos, como señala el Wall Street Journal, muy lejos de la estabilidad política en USA y a nivel mundial. Tanto Brzezinsky en este libro como Kissinger en World Order (2014) muestran profunda preocupación por el declive de USA y de Occidente. Y como sabemos, ambos son los representantes más notables del pensamiento de la derecha en USA. También en Europa hay crisis, no sólo el Próximo Oriente es una zona candente. Yo pienso que al no poder competir Europa con el capitalismo asiático, y en especial con China, el estado de bienestar europeo está amenazado y veremos luchas, convulsiones revoluciones y tal vez nuevas formas de regímenes post-fascistas. Espero, sin embargo, que predomine la forma negociada de los conflictos y que sepamos construir una cultura de paz a nivel mundial, regional y de países. Europa sabe lo que cuesta una guerra a diferencia de USA, y eso tal vez impida los conflictos. Pero hay que redistribuir riqueza y si no se hace, la gente puede reaccionar en forma violenta

Europa tal vez lo sepa pero mire usted lo que está pasando en Ucrania y la UE está implicada hasta los dientes y el esófago, siguiendo dictados USA o sin seguirlos.

Lo de Ucrania ha sido un golpe de estado contra un gobierno democráticamente electo. El video en youtube del embajador de EE.UU. en Ucrania y de la Sub-Secretaria de Estado para Europa Victoria Nuland, animando y repartiendo comida a los manifestantes en la plaza Maidan es representativo al respecto. Es la nueva estrategia de EE.UU., promover la insurgencia de la «sociedad civil» financiar franco tiradores para irritar a las masas y propiciar golpes de estados de la derecha. También lo están intentando en Venezuela. Pero ha sido un grave error estratégico de EE.UU. que está dañando mucho a Europa y la sitúa en una posición subalterna. La política de cercar a Rusia con bases militares de la OTAN es no sólo incumplir lo acordado con ese país en los 90s, sino además poner al mundo al borde de la guerra nuclear nuevamente. El académico norteamericano Stephen Cohen, experto en estudios sobre Rusia, advirtió en septiembre de 2014 que el ingreso de Ucrania en la OTAN podría dar lugar a una guerra nuclear. Según él -y también de politólogos de la derecha como Kissinger y Brzezinsky- Occidente es el principal culpable de la crisis de Ucrania.

Pero ahí están. Por cierto, y volviendo a su pregunta. Hablaba usted de Syriza. ¿No es una esperanza vana? Ni caso, no les hacen ni caso. Incluso les obligan a cambiar de negociadores. Varoufakis les parecía demasiado impertinente. ¿Negociar con gentes así es posible, es una finalidad sensata?

Los postulados de Syriza son los correctos. Está demostrado que la política de austeridad impuesta por Alemania y los países ricos del norte de Europa, están llevando a esta zona a una catástrofe económica y a una desigualdad cada vez mayor. Los premios Nobel norteamericanos de economía Krugman y Stiglitz han criticado in extenso esta desastrosa política de austeridad. Lo que ocurre es que hay un consenso en las clases dominantes europeas -que han incrementado enormemente su patrimonio pese a la crisis- de que la única forma de ser competitivos frente al Asia es la política de ajuste de la Merkel con el fin de abaratar la fuerza de trabajo. En 2013, pese a la crisis, la región del mundo en que aparecieron más multimillonarios en relación con su población fue Europa. En España, por ejemplo, los sueldos de los directivos crecieron en 2014 más del 10%, mientras que los de los trabajadores cayeron un 0,6%. Para que sea más fácil el triunfo de proyectos como el de Syriza y Podemos es necesario que varios países de Europa se enfrenten a esta política del Bundesbank y de la Troika. Países como Italia y Francia podrían inclinar la balanza a favor de desmantelar las políticas de austeridad y de no seguir desmontando el estado de bienestar.

¿Un descanso? Le pregunto a continuación por Venezuela

De acuerdo. Hablamos entonces de la revolución bolivariana.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.