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Declaración Política ante el envio de tropas a Haití

Fuentes:

!Liberar a Fiorella, Lilián, Ignacio, y Claudio! luchadores anticapitalistas y antiimperialistas!¡Tropas de ocupación, Fuera de Haití!Ante la decisión del gobierno del Frente Amplio de enviar más tropas de ocupación a la hermana república de Haití, y visto la ratificación parlamentaria de tal decisión, la Coordinación de nuestras organizaciones políticas declara y denuncia:1. Que la decisión […]

!Liberar a Fiorella, Lilián, Ignacio, y Claudio! luchadores anticapitalistas y antiimperialistas!
¡Tropas de ocupación, Fuera de Haití!

Ante la decisión del gobierno del Frente Amplio de enviar más tropas de ocupación a la hermana república de Haití, y visto la ratificación parlamentaria de tal decisión, la Coordinación de nuestras organizaciones políticas declara y denuncia:

1. Que la decisión del gobierno presidido por Tabaré Vázquez, es una nueva capitulación frente a la estrategia de dominación y recolonización que implementan las potencias imperialistas y las instituciones políticas y financieras que gestionan la «globalización» capitalista.

2. Que esta nueva capitulación – cuyos antecedentes más inmediatos y vergonzosos son la Carta de Intención con el FMI, la participación en la «Operación Unitas» y el Tratado de Protección de Inversiones con el gobierno de Bush – significa un atropello no solo a las tradiciones antiimperialistas del movimiento popular, sino también a las actuales luchas antineoliberales y demandas socio-económicas del pueblo trabajador.

3. Que esta decisión del gobierno, abandona principios y banderas fundacionales del programa histórico, democrático, antioligárquico y anttimperialista de la izquierda uruguaya. Que muy lamentablemente, este abandono ha sido promovido y acompañado por movimientos, partidos y parlamentarios del Frente Amplio que, en su largo recorrido político, habían tenido una historia de combate por las reivindicaciones populares. De allí, que blancos y colorados festejen con toda la hipocresía de que son capaces, las «espectaculares vueltas carnero» de los principales dirigentes del llamado progresismo.

4. Que saludamos fraternalmente la valiente actitud del compañero Guillermo Chifflet, diputado del Partido Socialista, quien no se doblegó al chantaje de la «disciplina partidaria». Con su voto contrario al envío de tropas de ocupación a Haití, y con su renuncia a la banca parlamentaria, el compañero no hizo otra cosa que mantener su coherente fidelidad a los principios antiimperialistas de la izquierda.

5. Que las llamadas «Misiones de Paz», no son otra cosa que ejercicios de entrenamiento contrainsurgente y complementos presupuestarios para las Fuerzas Armadas de los distintos países. Que estas «Misiones de Paz» tienen como objetivo el de actuar como una verdadera gendarmería para el control social y la represión política. En todos los casos, estas «Misiones de Paz» ha perpetrado toda clase de vejámenes contra la población civil extendiendo el horror en los países invadidos

6. Que la ocupación de Haití por ejércitos extranjeros, se inscribe en el concepto de «urgencias humanitarias complejas», un eufemismo que funciona como tapadera de las intervenciones militares y las guerras de conquista, tal cual lo confirman los ejemplos de Kosovo, Afganistán e Irak. Para el caso de la intervención contra Haití – pergeñada por los gobiernos de Estados Unidos, Francia y Canadá, principales operadores del derrocamiento del presidente Jean Bertrand Aristide – cuentan con el auspicio de la ONU bajo el pomposo nombre de Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH). Como lo denuncian diversas organizaciones internacionales de derechos humanos, entidades religiosas y ONGs, esta fuerza invasora de los «cascos azules» (comandada por el ejército de Brasil) ha hecho, en el mejor de los casos, la vista gorda a las atrocidades que están sucediendo bajo su vigilancia y, en el peor de ellos, ha apoyado activamente al gobierno y sus aliados paramili tares, reprimiendo manifestaciones opositoras, protestas y huelgas. Otorgando, en definitiva, una apariencia de legitimidad a la violencia estatal.

7. Que el gobierno neoliberal del fantoche de Latortue, siguiendo las directivas del FMI, el Banco Mundial y el BID (las mismas instituciones financieras internacionales que durante años congelaron todos los préstamos y planes de ayuda al país), ha desmantelado todos los programas sociales dirigidos a los pobres que estaban implementándose; ha recortado los subsidios para fertilizantes a los campesinos pobres; ha interrumpido el financiamiento de los programas de alfabetización; y ha eliminado los subsidios para niños en edad escolar y para libros de texto. Mientras tanto, como lo denuncia el proyecto Accompaniment Haití, grandes terratenientes acompañados de fuerzas paramilitares armadas han ocupado tierras que se habían entregado a familias campesinas como parte de los proyectos de reforma agraria de los gobiernos de Lavalas, y los grandes capitalistas se han visto beneficiados por una exoneración fiscal por tres años.

8. Que el Consejo Electoral constituido para abrir un proceso de «elecciones libres» es hoy una simple marioneta de la OEA, quien bajo la injerencia que le concede la «Carta Democrática» se atribuye el «derecho» a intervenir políticamente en un país miembro, digitando partidos y candidatos, manipulando o sustituyendo a los verdaderos depositarios de la soberanía nacional. También en este terreno, se muestra toda la falsedad de quienes apoyan el envío de más tropas de ocupación con el argumento de conseguir «redemocratización» y poner fin a la crisis política.

9. Que junto a la denuncia de las potencias imperialistas, la ONU y los gobiernos latinoamericanos que se prestan al papel de policías regionales, que junto a la indignación por esta nueva agresión contra un pueblo hermano, está nuestra incondicional solidaridad militante e internacionalista. Tanto con las organizaciones políticas de la izquierda haitiana, como con los movimientos sociales, campesinos y de derechos humanos, que hoy se reúnen en la Plataforma Haitiana Por la Defensa del Desarrollo Alternativo (PAPDA). Una solidaridad que se extiende al apoyo de su programa que, entre otras demandas, exige el inmediato cancelamiento de la deuda externa de uno de los países más pobres del mundo, la llegada efectiva de los fondos para ayuda alimentaria e infraestructura básica que se comprometieron, el rechazo a los «planes de ajuste estructural» y privatizaciones que el FMI, el Banco Mundial y el BID imponen, la oposición a la instalación de firmas multinacionales de Estados Un idos, Canadá y la Unión Europea que aceleran el saqueo de las riquezas naturales de Haití.

10. Que esta solidaridad internacionalista compartida con innumerables frentes y partidos de izquierda, redes sociales y movimientos populares de América Latina y el Caribe, Estados Unidos, Canadá y Europa, que hoy se movilizan para terminar con la ocupación, se entrelaza con la lucha en nuestro país por la anulación de la Ley de Impunidad, en la lucha por derrotar el programa fondomonetarista del gobierno, y en la lucha por la inmediata liberación de nuestras compañeras y nuestros compañeros presos, militantes anticapitalistas y antiimperialistas.

Montevideo, 2 de diciembre 2005

Colectivo Militante
Frente Revolucionario Por Una Alternativa Socialista
Refundación Comunista
Coordinador Artiguista de Liberación 1971
Movimiento Revolucionario Oriental