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Entrevista a Noam Chomsky

«Por primera vez hay una internacional de la Izquierda»

Fuentes: Cubadebate

Transmitido originalmente en inglés por Radio Habana Cuba. Traducción de Cubadebate

La presente entrevista se realizó el 8 de febrero de 2006 en el Instituto Tecnológico de Massachussets, Boston, Estados Unidos, antes de la proyección del documental irlandés-cubano Misión contra el terror, dedicado a los Cinco prisioneros políticos cubanos encarcelados en los Estados Unidos por llevar a cabo acciones en Miami, Estados Unidos, para proteger a su país, Cuba, contra el terrorismo.

Noam Chomsky, observador y analista de larga data de la política mundial, saluda el actual surgimiento de gobiernos pro-socialistas en América Latina como verdadera señal de esperanza para la lucha de los países latinoamericanos por su soberanía económica y territorial. En la entrevista, el Profesor Chomsky señala que lo que está sucediendo actualmente es algo completamente nuevo en la historia del hemisferio.

Destaca que también hay un espíritu de cooperación entre los dirigentes de varios países latinoamericanos que no existía antes. El desarrollo de los Foros Sociales Mundiales también puede considerarse como un fenómeno sin precedentes que se encamina hacia una participación más populista en los temas del Sur, como la pobreza, las enfermedades y la falta de educación. Asimismo, el Profesor Chomsky nos recuerda que el Presidente de Cuba Fidel Castro es considerado como un héroe en América Latina por su posición contra el imperialismo de los Estados Unidos.

En general, para América Latina, según Noam Chomsky, llegó la hora de la confianza y la esperanza.

Bernie Dwyer (RHC): Me recuerdo de una famosa canción irlandesa llamada «The West´s Awake» escrita por Thomas Davis en memoria del levantamiento en 1798. Trata sobre el oeste de Irlanda dormido bajo el dominio británico durante cientos de años y cómo ella despierta de su profundo sueño y se levanta contra el opresor. ¿Pudiéramos ahora comenzar a esperar que el Sur despierte?

Noam Chomsky: Lo que está sucediendo es algo completamente nuevo en la historia del hemisferio. Desde la conquista española los países latinoamericanos han estado muy separados entre ellos y orientados hacia el poder imperial. También existen divisiones muy marcadas entre una elite rica minúscula y la inmensa población que sufre. Las elites enviaban su capital, hacían viajes, tenían una segunda residencia, enviaban a sus hijos a estudiar en un país europeo con el que su país estuviera estrechamente relacionado. Quiero decir, incluso los sistemas de transportación estaban orientados hacia el exterior para la exportación de recursos y así sucesivamente.

Por primera vez, comienzan a integrarse y en formas muy diferentes. Venezuela y Cuba constituyen un caso. MERCOSUR, que aún no está funcionando muy bien, es otro caso. Por supuesto, Venezuela acaba de integrar el MERCOSUR, lo que constituye un gran paso hacia delante y que fuera acogida con beneplácito por los presidentes de Argentina y Brasil.

Por primera vez la población india está siendo políticamente activa. Acaban de ganar las elecciones en Bolivia, lo que resulta muy notable. Hay una inmensa población india en Ecuador, incluso en Perú, y algunos de ellos están exigiendo una nación india. Ahora quieren controlar sus propios recursos. De hecho, muchos de ellos no quieren siquiera desarrollar sus recursos. Muchos no ven una razón para que se destruya su cultura y estilo de vida sólo para que las personas puedan sentarse en los embotellamientos del tránsito en Nueva York.

Además, comienzan a expulsar al Fondo Monetario Internacional (FMI). En el pasado, los Estados Unidos podían prevenir acontecimientos indeseables como la independencia en América Latina, mediante la violencia, apoyando los golpes militares, la subversión, la invasión y demás. Eso ya no funciona. La última vez que lo intentaron fue en el 2002 en Venezuela, los Estados Unidos tuvo que retirarse por las enormes protestas de América Latina y, por supuesto, el golpe fue derrotado desde adentro. Eso es muy nuevo.

Si los Estados Unidos pierden las armas económicas de control, se debilitará mucho. Argentina está precisamente desembarazándose del FMI, como ellos dicen. Están pagando las deudas con el FMI. Las reglas del FMI que siguieron tuvieron efectos totalmente desastrosos. Venezuela los está ayudando comprando parte de la deuda argentina.

Probablemente, Bolivia haga lo mismo. Bolivia tuvo 25 años de rigurosa adhesión a las reglas del FMI. Ahora el ingreso per cápita es menor que hace 25 años. Quieren desembarazarse de esto. Los demás países están haciendo lo mismo. El FMI es esencialmente el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Es el arma económica que utilizan junto al arma militar para mantener el control. Eso se está desmantelando.

Todo esto está sucediendo a la luz de movimientos populares muy importantes que, en la medida que existieron en el pasado, fueron aplastados mediante la violencia, el terrorismo de estado, la Operación Cóndor, una monstruosidad tras otra. Ya esa arma no está a su disposición.

Además, está la integración Sur-Sur en marcha, de manera que Brasil, Sudáfrica y la India están estableciendo relaciones.

Y una vez más, las fuerzas bajo la superficie que están presionando todo esto son las organizaciones populares internacionales de un tipo que jamás existió antes; las que se reúnen anualmente en el foro social mundial. Hasta la fecha han surgido varios foros sociales mundiales que han dado lugar a otros foros regionales; aquí mismo en Boston hay uno y en muchos otros lugares. Estos son movimientos de masa muy poderosos de un tipo sin precedentes en la historia: las verdaderas internacionales. Todo el mundo ha hablado siempre de las internacionales de la izquierda, pero jamás hubo una. Este es el comienzo de una.

Estos acontecimientos son sumamente importantes. Para los estrategas estadounidenses esto constituye una pesadilla. Quiero decir, la Doctrina Monroe ya tiene 180 años de creada y los Estados Unidos no fueron lo suficientemente poderosos como para ponerla en marcha hasta después de la segunda Guerra Mundial, salvo en la región más cercana.

Después de la segunda Guerra Mundial pudo sacar a los británicos y a los franceses y ponerla en práctica, pero ahora se está desplomando. Estos países también están diversificando sus relaciones internacionales, incluidas las relaciones comerciales. De manera que hay muchas exportaciones a China y la aceptación de inversiones de China. Esto es particularmente válido en el caso de Venezuela, pero también de otros exportadores importantes como Brasil y Chile. Y China está ansiosa por tener acceso a otros recursos de América Latina.

A diferencia de Europa, China no puede ser intimidada. Europa se retracta si los Estados Unidos la miran mal. Pero China ha estado ahí durante 3,000 años y no presta atención a los bárbaros ni tiene necesidad de hacerlo. Los Estados Unidos temen a China, no es una amenaza militar para nadie, y es la menos agresiva de todas las potencias militares de envergadura. Pero no es fácil intimidarla. De hecho, no se puede intimidar. De manera que las interacciones de China con América Latina están atemorizando a los Estados Unidos. Asimismo, América Latina está mejorando sus interacciones económicas con Europa. China y Europa son ahora los principales socios comerciales entre ellas, o están muy próximas a serlo.

Estos acontecimientos están erosionando los medios de dominación del sistema mundial de los Estados Unidos. Y los Estados Unidos naturalmente están jugando con su carta más fuerte que es el ejército y la fuerza militar de los Estados Unidos es suprema. Los gastos militares en los Estados Unidos son casi la mitad de los gastos mundiales totales, tecnológicamente mucho más avanzados. En América Latina, el número del personal militar estadounidense es probablemente mayor que antes durante la Guerra Fría. Este marcado entrenamiento de oficiales latinoamericanos aumenta.

El entrenamiento de oficiales militares ha pasado del Departamento de Estado al Pentágono, lo que resulta significativo. El Departamento de Estado está bajo una supervisión un tanto débil del Congreso. Con ello quiero decir que existe una legislación que exige condiciones en materia de derechos humanos y demás. No están totalmente en vigencia, pero al menos están ahí. Y el Pentágono está en libertad de hacer lo que quiera. Además, el entrenamiento está pasando al control local. De manera que uno de los objetivos principales es lo que se llama el populismo radical, sabemos lo que quiere decir y los Estados Unidos están creando bases militares en toda la región.

Al parecer, por lo que está diciendo, los Estados Unidos están perdiendo la guerra ideológica y compensándola con el incremento de su presencia militar en la región. ¿Considera usted que Cuba es un actor clave para alentar y quizás influir en lo que está surgiendo actualmente en América Latina?

Fidel Castro, independientemente de lo que puedan pensar de él la gente, es un héroe en América Latina, principalmente porque se enfrentó a los Estados Unidos. Es la primera vez en la historia del hemisferio que alguien se enfrenta a los Estados Unidos. Nadie quiere estar bajo la bota militar, pero es posible que no puedan hacer nada al respecto. De manera que por esa razón solamente, es un héroe en América Latina. Chávez, igual.

El tema ideológico que tan correctamente mencionaste es la repercusión del neoliberalismo. Resulta sorprendente en los últimos veinticinco años, es abrumadoramente cierto, que los países que se han adherido a las reglas neoliberales han experimentado una catástrofe económica y los países que no prestaron atención a las reglas han crecido y se han desarrollado. Asia oriental se ha desarrollado con mucha rapidez ignorando totalmente estas reglas. Chile es considerado una economía de mercado pero eso resulta altamente confuso; su principal exportación es una compañía de cobre estatal muy eficiente nacionalizada durante el gobierno de Allende. Uno no obtiene correlaciones como esta en la economía con mucha frecuencia. La adhesión a las reglas neoliberales se ha asociado con el fracaso económico y la violación de las mismas con el éxito económico: es muy difícil no ver esto. Quizás algunos economistas lo pierdan de vista pero el pueblo no; el pueblo lo vive.

Sí, hay un levantamiento contra esto. Cuba es un símbolo. Venezuela es otro símbolo. Argentina, donde se recuperaron de la catástrofe del FMI violando las reglas y violándolas marcadamente, y expulsando al FMI. Bueno, esta es la cuestión ideológica. El FMI es simplemente un nombre para el arma económica de dominación que se está erosionando.

¿Por qué cree usted que este movimiento actual es diferente de la lucha que se libró antes? En Chile, por ejemplo, donde lograron derrotar a la dictadura militar. ¿Qué nos da más esperanzas en esta etapa específica de liberación para América Latina?

En primer lugar, en el decenio de 1960 había esperanzas en América Latina, pero ésta fue aplastada por la violencia. Chile transitaba por un camino dirigido hacia alguna forma de socialismo democrático pero sabemos lo que sucedió. Ese fue el primer 11 de septiembre en 1973, una verdadera catástrofe. La dictadura en Chile, que es una historia de horror que también condujo al desastre económico en Chile provocando la peor recesión de su historia. Entonces el ejército entregó el poder a los civiles. Aún está allí, por eso Chile aún no se ha liberado completamente. Parcialmente se ha liberado de la dictadura militar; y los demás países aún más.

De manera que, por ejemplo, recuerdo haber viajado a Argentina y Chile hace un par de años y la broma más común en ambos países era que el pueblo decía que hubieran querido que el ejército chileno fuera lo suficientemente estúpido como para declarar la guerra a Francia o a alguna potencia de importancia para que los hubieran derrotado y desacreditado y entonces el pueblo sería libre como en Argentina, donde el ejército quedó desacreditado por su derrota militar.

Pero ha habido un lento proceso en cada uno de estos países, Argentina, Brasil, Bolivia, y ha habido un proceso de derrocamiento de las dictaduras dominantes -dictaduras militares- que casi siempre han estado respaldadas y, algunas veces han sido hasta creadas, por los Estados Unidos.

Ahora se están apoyando los unos a los otros y los Estados Unidos no pueden recurrir a las mismas políticas. Tomemos el caso de Brasil, si Lula se hubiera postulado en 1963, los Estados Unidos hubieran hecho lo que hicieron cuando Goulart era Presidente en 1963. El gobierno de Kennedy simplemente planificó una dictadura militar. Tuvo lugar un golpe militar y se desembarazaron de eso. Y eso es precisamente lo que está pasando en todo el hemisferio.

Ahora, hay muchas esperanzas porque esto no pueden hacerlo y porque también hay cooperación.

También hay un movimiento hacia la independencia: política, económica y social, acceso a sus propios recursos, promoción de cambios sociales que puedan dar solución a los grandes problemas internos de América Latina, que son terribles. Y una gran parte de los problemas en América Latina son simplemente problemas internos. En América Latina, los ricos jamás han tenido responsabilidades. Hacen lo que quieren.

¿Cree usted que el reciente crecimiento y la fuerza de los movimientos sociales de amplia base en diversos países de América Latina han desempeñado un papel importante en el ascenso de gobiernos progresistas en la región?

No puede haber ninguna duda al respecto. América Latina cuenta, en mi opinión, con los movimientos populares más importantes del mundo: el MST (Movimiento de Trabajadores sin Tierra) en Brasil, los movimientos indígenas en Bolivia y otros. Eso representa el vigor y la vitalidad de la democracia en gran parte de América Latina hoy -denunciado en Occidente como «populismo», término que se traduce en «amenaza para el gobierno de la elite con marginalización del pueblo en sistemas con formas democráticas pero sólo con sustancia limitada», los naturalmente preferidos por el poder privado y estatal concentrado.