Traducido para Rebelión por Susana Merino
A pesar de la devastación causada por el sismo del 12 de enero de 2010, Haití no ha sido afectada por una segunda ola de desastres epidémicos ni de turbulencias sociales, declaró el lunes 13 de setiembre, el representante especial del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, para Haití, Edmond Mulet ante el Consejo de Seguridad, antes de mencionar que ese «relativo éxito» seguía siendo «precario».
Mulet enumeró los múltiples desafíos a que se halla enfrentado el estado haitiano, tanto en el corto como en el largo plazo: la organización de las elecciones, el mantenimiento del orden en los campos de refugiados, la reconstrucción vinculada a la administración de las ruinas y a la relocalización de la gente desplazada que dependen de la disponibilidad de los refugios transitorios o permanentes.
«Para afrontar estos desafíos Haití deberá contar con el decisivo liderazgo de su gobierno y el apoyo de la comunidad internacional» subrayó el jefe de la misión de las Naciones Unidas para la estabilización de Haití (Minustah).
«Elecciones cuyos resultados serán aceptadas por todos los hatianos, constituyen una etapa importante en esa dirección» agregó.
Para el responsable de las N.U. las elecciones del 28 de noviembre tienen una «importancia capital porque conducirá a la elección de quienes guiarán al Estado durante la reconstrucción durante los próximos cinco años».
«Es por lo tanto primordial que sean creíbles y legítimas, con el objeto de que conduzcan a la formación de un gobierno y de una asamblea nacional cuyos mandatos sean claros e indiscutibles» declara, agregando que «es igualmente primordial alentar la mayor participación popular posible».
Por otra parte, insiste en la coordinación de la asistencia electoral internacional por parte de la Minustah, en colaboración con la Organización de los Estados Americanos, el Programa de las N.U. para el Desarrollo y otros partícipes como también del apoyo logístico y de seguridad que asegure buenas elecciones.
En materia de seguridad el representante especial destaca que la situación es tranquila aunque frágil.
«La debilidad de las instituciones, unida a la presencia de los campos de desplazados, al resurgimiento de las pandillas y a la inestabilidad característica de los períodos electorales en Haití contribuyen a la conformación de un entorno volátil en materia de seguridad» explica Edmond Mulet, reconociendo su preocupación por la situación de los campos en los que los grupos vulnerables, especialmente las mujeres y los niños, pueden ser víctimas de violencias sexuales.
El Estado haitiano estima en 1,3 millones la cantidad de personas desplazadas.
El regreso a los barrios de origen continúa siendo lento y la reconstrucción se ve frenada por la presencia de ruinas y la ausencia de un catastro.
Desde el 12 de enero, las necesidades inmediatas de las personas desplazadas han sido ampliamente satisfechas, estima Edmond Mulet, al concluir su presentación ante el Consejo de Seguridad de la ONU, sobre la situación actual en Haití ocho meses después del sismo.
Además de la distribución de ayuda humanitaria esencial, más de 150 mil personas han sido empleadas en el marco del proyecto «dinero y alimentos por trabajo» se felicita.
Pone también el acento en que la comunidad humanitaria ya ha comenzado a construir alojamientos transitorios sólidos.
La ONU y sus socios prevén construir 139 mil hasta el 2011, anunció.
El representante especial del coreano Ban Ki-Moon ha invitado también a los oferentes de préstamos a desembolsar rápidamente los fondos prometidos para los proyectos de reconstrucción.
«Hasta el momento si se excluyen los alivios de la deuda de 506 millones de dólares ( U$S= 41 mil Gurdas; 1€=55 mil Gurdas actualmente) solo ha sido desembolsado el 18,9% de lo prometido para el 2010», lamenta.