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Estados Unidos condiciona políticas del FMI

Fuentes: IPS

El auditor interno del Fondo Monetario Internacional (FMI) criticó la política de la entidad en materia de reservas de divisas y advirtió que la enorme influencia de Estados Unidos propició medidas para las que no había suficientes evidencias de que fueran eficaces. Las conclusiones, divulgadas en un inusual escueto informe que contiene conclusiones de varios […]

El auditor interno del Fondo Monetario Internacional (FMI) criticó la política de la entidad en materia de reservas de divisas y advirtió que la enorme influencia de Estados Unidos propició medidas para las que no había suficientes evidencias de que fueran eficaces.

Las conclusiones, divulgadas en un inusual escueto informe que contiene conclusiones de varios meses de discusiones, son consideradas por algunos analistas como un triunfo de algunos países en desarrollo de «medianos ingresos», en especial de China.

El gigante asiático aboga por acopiar grandes cantidades de divisas extranjeras como protección contra los efectos de la crisis económica y financiera global.

A partir de 2009, el FMI comenzó a recomendar a los gobiernos que no dependieran mucho de esas reservas, temiendo el posible impacto sobre la economía global.

Este organismo multilateral, con sede en Washington, ofrece inspecciones anuales, y a veces casi que supervisa, las economías del mundo, y es una de las fuerzas más poderosas que inciden en el funcionamiento del sistema financiero internacional.

El sistema quedó diezmado tras la crisis financiera de 2008 y 2009 en los países del Norte industrializado, y algunos principios clave del FMI son cada vez más cuestionados, en especial por las economías de rápido crecimiento como Brasil, China e India, entre otras.

La propia institución se dio cuenta de que debe ofrecer asesoramiento financiero, y no solo sobre políticas macroeconómicas.

Los auditores de la Oficina de Evaluación Independiente (IEO, por sus siglas en inglés), del FMI, sugirieron en el estudio divulgado el miércoles 19 que la atención puesta en las reservas no «ayudó», y criticaron a sus economistas por concentrarse en los síntomas en vez de las causas subyacentes de la inestabilidad financiera.

Las reservas de los países, señalaron analistas, ascienden solo a unos 10 billones de dólares, una gran cantidad, pero no tanto si se la compara con los 105 billones del sistema bancario y los 117 billones del sector de gestión de fondos.

Además, los gobiernos y los bancos centrales, que poseen estas reservas, están más interesados en mantener la estabilidad del sistema monetario internacional que los intereses privados, que al parecer disminuyen más la capacidad de las reservas de alterar el equilibrio financiero global.

Numerosos funcionarios, señala el informe, creen que hubiera sido más útil que el FMI concentrara el asesoramiento en «otros acontecimientos que consideraran más importantes que las reservas».

El factor Estados Unidos-China

Investigadores de IEO dieron a entender que el FMI pudo haber elegido ese enfoque por razones políticas.

«La evaluación encontró una perspectiva generalizada sobre que el énfasis en la excesiva acumulación de reservas fue una respuesta a la frustración de algunos miembros por la incapacidad del FMI de lograr ajustes de tasas de cambio en los países asiáticos con excedentes permanentes de grandes cuentas corrientes», señalan los auditores.

Muchos analistas interpretaron esto como una referencia directa al malestar de larga data del mayor contribuyente, Estados Unidos, sobre un gran rival económico, China.

«Cuando el FMI habla de desequilibrios, suele ser el nombre clave para China y Estados Unidos», dijo a IPS la especialista Jo Marie Griesgraber, directora ejecutiva de New Rules for Global Finance Nuevas Reglas para las Finanzas Globales.

«Mientras Estados Unidos trata desesperadamente de hacer arrancar su economía, los dirigentes políticos mantienen las tasas de interés bajas, pero eso atenta contra los intentos de otros países de mantener la apreciación de sus propias divisas», indicó Griesgraber, cuya organización tiene sede en Washington.

«Brasil es quizá el mayor ejemplo al respecto», apuntó. Ese gigante sudamericano es uno de los que más eleva sus reservas extranjeras, que siguen aumentando como amortiguador en un contexto de crisis económica mundial.

Griesgraber señaló que mientras países poderosos como China y Brasil seguirán saliéndose con la suya en lo que respecta a las pautas del FMI, las naciones más pequeñas se verán presionadas por responsabilidades superpuestas impuestas por la Organización Mundial del Comercio y varios tratados bilaterales, responsabilidades que suele demandar Washington.

Mientras, con el mayor tesoro de reservas internacionales del mundo, estimada en tres billones de dólares, China recibe especial atención en el informe de IEO.

Washington acusa desde hace tiempo a Beijing de conservar baja la tasa de cambio del yuan para mantener baratas sus exportaciones. Cabe señalar que una cantidad significativa de reservas pueden ser el resultado de una tasa de cambio mantenida artificialmente baja.

El problema de la tasa de cambio ocupó incluso un lugar central en la campaña electoral de Estados Unidos, en la que el candidato del opositor Partido Republicano, Mitt Romney, prometió que en su primer día de gobierno declararía a China formalmente «manipulador de divisas», pese a que muchos analistas dijeron que esto ya no era un factor realmente influyente.

Costosa garantía propia

Por su parte, los gerentes del FMI rechazaron varias de las conclusiones del informe, y alertaron que los investigadores de IEO restaron importancia a los posibles perjuicios del exceso de reservas y malinterpretaron la amplitud de la respuesta del Fondo a la recesión económica global.

Los especialistas del FMI no respondieron específicamente a ninguna acusación de politización, pero otras figuras del ambiente urgieron cautela.

«Las reservas tienen múltiples fines», dijo a IPS por correo electrónico el economista Dev Kar, de Global Financial Integrity, con sede en Washington.

«Si bien una gran acumulación sirve de garantía, la existente puede terminar imponiendo un costo a otros países, por ejemplo inhibiendo acciones correctivas en la tasa de cambio», explicó.

«La investigación no puede verse como arrastrada por ninguna agenda política o económica de ningún país. Los hechos son lo que son. La interpretación corre por cuenta del observador», prosiguió.

Por otro lado, Griesgraber subrayó que, en primer lugar, el hecho de que los países sientan la urgencia de construir amortiguadores de reservas importantes realza un problema mayor del FMI, que fue originalmente creado para ofrecer esa misma garantía a las economías que sufren incertidumbre.

«Si el FMI no cumple con el objetivo para el que fue creado, tiene sentido que algunos se busquen sus garantías», opinó.

«Al mismo tiempo, no podemos olvidar que esto tiene un elevado costo de oportunidad para muchos países, obligados a usar su propio dinero de los pagos de interés en vez de construir caminos, fortalecer el sistema de salud y otros gastos sociales», añadió.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=102123