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Entrevista con el Canciller de la República Oriental del Uruguay, Luis Almagro

«Los planteos haitianos conmovieron al presidente Mújica»

Fuentes: Rebelión

El pasado viernes 4 de octubre, el senador de Haití Jean Charles Moïse y Henry Boisrolin del Comité Democrático Haitiano, acompañados de una delegación de militantes uruguayos y periodistas de ese país y Argentina, se entrevistaron con el Canciller uruguayo, Luis Almagro. El motivo de la reunión fue pedir el retiro de las tropas uruguayas […]

El pasado viernes 4 de octubre, el senador de Haití Jean Charles Moïse y Henry Boisrolin del Comité Democrático Haitiano, acompañados de una delegación de militantes uruguayos y periodistas de ese país y Argentina, se entrevistaron con el Canciller uruguayo, Luis Almagro.

El motivo de la reunión fue pedir el retiro de las tropas uruguayas de Haití.

Abrió la reunión Luis Almagro, quien se refirió a la reunión del día anterior con el presidente Mujica. Al respecto, señaló que los planteos haitianos conmovieron al presidente quien consideró que las denuncias hechas por los representantes haitianos el día anterior eran muy graves. Anteriormente habían conversado con el PIT/CNT y representantes de la sociedad civil que habían presentado las mismas preocupaciones. «Nunca ha sido fácil el aporte de tropas», enfatizó, agregando que hubo disensos en la bancada gubernamental.

Renglón seguido, afirmó que Uruguay es multilateralista y el compromiso del país es con la paz. Respecto de la Minustah, agregó que en la reunión de Unasur (2011) todos los ministros de RR. EE. estuvieron de acuerdo en elaborar un cronograma de retiro de las tropas. Uruguay lo hizo al año siguiente con la Fuerza aérea y este año habrá un segundo retiro. La permanencia no es buena porque se trata de una misión larga y exigente, afirmó, que crea las condiciones para vicios difíciles de controlar más allá de las medidas disciplinarias que se puedan adoptar. El caso de la violación de un joven haitiano por tropas uruguayas en Port Salud ha sido pasado a la justicia uruguaya, medida que otros países no han aplicado con sus militares.

También reivindicó la vecindad y hermandad con Brasil, país con el cual Uruguay tiene un alto nivel de cooperación y comercio, por tal motivo, «no podían soltarle la mano». No obstante, ya han retirado el 20% de las tropas y en 3 o 4 años esperan completar la retirada.

Luego cedió la palabra al senador Moïse quien se manifestó contento del recibimiento por parte del periodismo y los partidos políticos uruguayos. Agregó que entendía las dificultades y que a pesar de ser un momento difícil agradecía el gesto. Señaló que las gestiones por el retiro de la Minustah constituían su tarea parlamentaria fundamental por el impacto negativo en la sociedad haitiana. Se lamentó que estén participando varios países amigos que no fueron los que crearon la crisis en su país. «Si la ocupación hubiera sido con tropas francesas, el levantamiento popular hubiera sido más rápido», enfatizó.

«Con ocupación no habrá desarrollo», agregó, señalando que dijeron que irían por 6 meses y ya llevan 10 años, a pesar de lo cual, las elecciones planificadas hace tres años no se pudieron hacer. Tampoco organizaron una verdadera policía nacional porque la Minustah no se hace cargo de reforzarla con material y mejor paga, ya que trabajan entre 16 y 18 horas diarias por U$S 250 mensuales y sus efectivos son insuficientes y peor pertrechados.

Respecto de anteriores afirmaciones del canciller uruguayo, señalando que Uruguay era «una gota de agua», señaló que su retiro de Haití impactaría en toda América Latina. Recordó la renuncia del diputado Guillermo Chifflet a su banca en repudio al envío de tropas uruguayas.

«Hablo como hermano», la situación es complicada porque han comenzado la explotación de minerales y el pueblo haitiano no está de acuerdo. «Personalmente presenté un pedido para que paren las actividades porque son nuestros últimos recursos» y acto seguido entregó la documentación a Almagro.

Denunció que actualmente la comunidad internacional está proponiendo la disolución del Congreso haitiano por su oposición a la entrega de los recursos naturales. «Podríamos llegar a ver soldados uruguayos tirando contra el pueblo», agregó.

Luego pasó a la epidemia de cólera responsabilidad de soldados nepaleses donde la enfermedad es crónica y que ya ha provocado la muerte de miles de haitianos, dejando otros tantos huérfanos. Sobre el particular, un grupo de abogados presentó una demanda de resarcimiento ante la ONU y solicitó el apoyo uruguayo.

Acto seguido se refirió a los U$S 900 millones anuales que demanda el mantenimiento de las tropas, que bien podrían volcar al apoyo de los campesinos, a la lucha contra el Sida, etc. «Agua potable sería mejor que mantener tropas, por lo menos para la zona en donde se produjo el cólera», completó.

Las carpas que instalaron el 12 de enero de 2010, en oportunidad del terremoto, son de tela y están destruidas, propuso renovarlas como un acto simbólico al igual que los baños de madera que se encuentran desbordados. «Vemos salir gusanos y entrar en las habitaciones», afirmó.

Volvió a insistir en que el retiro de las tropas es el primer paso hacia el desarrollo y la autodeterminación del pueblo haitiano, que necesita de ingenieros agrónomos y no de soldados, porque aunque Haití es un país rico en tradiciones culturales, el 95% de la población vive en la miseria y muchos pasan hasta tres días sin comer. Insistió en la necesidad de seguir trabajando juntos para erradicar el hambre.

Luis Almagro recogió el guante y reconoció que tuvo oportunidad de ver personalmente la situación de los campamentos y que reconocía que las mejoras eran insuficientes. Notó una gran caos en la falta de gobernabilidad y acción de las organizaciones no gubernamentales. Reconoció el papel positivo jugado por Venezuela y Cuba, en particular el rol de los médicos cubanos que impidieron que la epidemia de cólera no fuera mayor. «Vi los carteles que decían Minustah = cólera. Es una ignominia que la ONU no haya reconocido su responsabilidad y no se haya hecho responsable», agregando que no creía que el retiro de la Minustah permitiera volcar los U$S 900 millones que invierte la ONU en las tropas, en mejorar las condiciones de vida de los haitianos.

Luego interrogó a sus interlocutores acerca del retiro de la Minustah y las condiciones para mantener la paz, porque como defensor de la autodeterminación del pueblo haitiano le preocupaba que al retiro sucediera el reingreso de las tropas y que tendrían próximamente una reunión con el Secretario General de la ONU y era importante transmitirle esa opinión.

A su turno el senador Moïse denunció que la Minustah orientó la elección presidencial imponiendo al presidente Martelly y que ante las protestas populares, reprimió. Las tropas decidieron por el pueblo haitiano y aunque fueron para mantener la seguridad meten las manos en la política interna. Los haitianos no ven soldados norteamericanos sino uruguayos y otros latinoamericanos que no ayudan a fortalecer las instituciones del país. Y preguntó: «¿Qué pasaría si hay un levantamiento campesino por hambre?, a lo que respondió: «La Minustah reprimiría». Si insisten que con el retiro habrá problemas, Haití nunca será libre. Ese es el discurso de EE. UU. y Canadá. Si fuera sincero hubieran democratizado el país y convocado a elecciones hace tres años. La inseguridad la provocan los grupos armados organizados por EE. UU., Francia y Canadá. Cuando el Consejo Nacional Electoral dio los resultados de la elección presidencial, la Embajada norteamericana sacó un comunicado y los tanques de la Minustah compuesta por los países «amigos» a la calle, tomando posición de guerra contra el pueblo desarmado, para imponer un Presidente y un Primer Ministro norteamericanos. «Tenemos muchos problemas, de salud, inflación, con la justicia penal, con los familiares de los niños afectados por el abandono de sus padres soldados», concluyó.

El canciller Almagro consideró que se habían abordado puntos fundamentales sobre qué hacer en el futuro y se comprometió a trasladar la inquietud al Ministro de Defensa. Reiteró que vieron cosas que no lo convencieron y dio como ejemplo el desinterés por el reclamo de los familiares.

Ante el pedido de la delegación de instalar una Embajada uruguaya en Haití que ayude a resolver los problemas planteados, el canciller Almagro se comprometió a un análisis concreto, dando por finalizada la reunión.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.