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Kosovo

Acaba UNMIK; empieza EULEX: la chapuza pasa a manos europeas

Fuentes: Il Manifesto

Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti

Al llegar a Kosovo para ver y contar la transferencia «histórica» de poderes entre los tutores internacionales de la ONU y los de la Unión Europea se descubre que lo único que importa aquí es la fiesta musulmana del Bayrán, recuerdo del sacrificio de Abraham y ocasión para festejos familiares en nombre de una fe que se vive, ante todo, como bandera de identidad nacional. En Kosovo no pasa nada de nada: ese sería el titular. Subtítulo: para compensar se están fomentando oportunidades para aumentar el follón futuro. En Kosovo siempre hace falta traducir. Aun siendo oficialmente bilingüe, en Pristina sólo se habla albanés; en Mitrovica sólo serbio; en ambas partes se dan órdenes sólo en inglés americano.

Se va UNMIK, que era la administración civil bajo bandera ONU y bajo mando real estadounidense, y poco a poco (muy poquito a poco) le sustituye EULEX que, bajo la sigla de la Unión Europea asume a quienes mandaba hasta ayer mismo tan sólo con cambiarles de gorra. Transferencia de costes de Nueva York (ONU) a Bruselas (UE) mientras que los problemas por resolver de UNMIK tendrán tiempo de pudrirse en el híbrido EULEX. Ayer por la mañana anduve de acá para allá entre la Prístina albanesa y la Mitrovica serbia y el único cambio visual es el color de los todoterrenos que embotellan las calles heladas: del blanco con las siglas UN al azul de Eu Lex, escrito así, separado. En Kosovo el imperio de la ley lo garantiza la UE desde el martes. ¿Qué ley? Por más vueltas y vueltas que se le dé a las palabras ambiguas de la diplomacia siempre se vuelve al punto de partida: ¿Kosovo totalmente autónomo pero parte nacional de Serbia o Kosovo independiente y albanés? La chapuza del principio. UNMIK sobrevivió  a duras penas a la parálisis de la ONU, que se encontró entre dos fuegos: los Estados Unidos, padrinos del Kosovo albanés y el veto de Rusia, tutora ortodoxa de Serbia. La Europa de la Unión hereda la chapuza con el handicap de su neutralidad poco creíble. La Europa que cuenta, Italia incluida, ha reconocido la independencia del Kosovo. La Europa que debería hacer de árbitro jura que no ha vendido ya el resultado del partido. Lo prometió ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el 26 de noviembre (neutralidad sobre el estatuto), se lo prometió a la Serbia democrática y europeísta de Boris Tadic. Neutralidad que debería garantizar una amplia autonomía en los enclaves y la fortaleza serbia de Mitrovica Norte en lo que a administración, policía y justicia se refiere. Así las cosas, los descontentos son los albaneses del gobierno de Prístina que temen la formalización internacional de la separación de hecho entre un gran Kosovo albanés y un pequeño Kosovo serbio.

Casi por sorpresa, sin que nadie explicara qué había cambiado, desde el martes por la mañana Eulex llegó a todas partes ante la aparente indiferencia de los contendientes. De no creer. Para entender  una parte del engaño se ha de volver a la pregunta inicial. ¿Qué ley garantizará la misión europea para Kosovo? La cosa no convence empezando por las siglas. Ley quiere decir justicia, y la justicia hasta el lunes la garantizaba el KSPO, que se traduce como Oficina Especial de los Procuradores (acusadores) para el Kosovo. Lo que serían nuestros fiscales. EULEX cambia de siglas y sustancia eligiendo la sigla SPOK, en el que la Oficina Especial de cazadores de criminales se refiere a la «República de Kosovo». Literalmente la sigla correcta debería ser SPORK, pero no hay para bromas [en italiano recuerda a sporco, «sucio»*, N.d.T].

¿Qué ley ha de proteger a todos los ciudadanos del Kosovo? ¿La de las garantías equilibradas que quiso la ONU al final del conflicto o la que eligió la parte kosovar ganadora con la independencia? Bonita patata caliente para los italianos: al mando del sector justicia de EULEX figura el magistrado Alberto Perduca, antiguo juez de Turín. Adelantemos algunas preguntas en espera de poder hacérselas. Señor Juez: ¿qué vale: la garantía de autonomía judiciaria para las minorías kosovares que prometió el secretario de la ONU, Ban Ki Moon, ante el Consejo de Seguridad o bien lo que declaró a la prensa kosovar el general francés Yves de Kermabon, jefe operativo de EULEX, según el cual, los seis puntos del acuerdo ONU «no cabe ni siquiera planteárselos». De ser así, circular por Mitrovica norte con las siglas Eulex podría volverse extremadamente peligroso.

También suscitan curiosidad las actas bajo competencia de los fiscales de UNMIK y que pasarán a manos de EULEX.  Se trata de expedientes de la policía que no han de traspapelarse. Obviamente no se trata de ninguna sobreseimiento «político». Lo que sí cabe esperarse es un incremento de investigaciones sobre los miles de expedientes por crímenes de guerra que comenzaron los magistrados UNMIK.

Quizá podamos contar con una colaboración de  las fuerzas de policía kosovar-Eulex con la magistratura, que antes renqueaba. Quizá podría arrojarse algo de luz, aunque fuera sólo por seguir el camino emprendido por el tribunal internacional de La Haya sobre crímenes de guerra en la vieja Yugoslavia, sobre ese expediente en el que se habla de la extirpación de órganos a prisioneros de guerra serbios y de su comercio internacional. Lo menciona hasta Carla Del Ponte en su libro.

Si hace falta una dirección, se está ocupando de ello otro antiguo magistrado suizo en el tribunal internacional: Dick Marty. Asunto de actualidad. Noticia de finales de noviembre en la prensa kosovar: detuvieron a un anciano y a un ricachón israelí que había llegado a Prístina en compañía de un joven y de un cirujano especialista en trasplantes, ambos de nacionalidad turca. Una clínica hipereficiente montada en Prístina después de los festejos por la independencia; un riñón menos para el pobre chico turco; un riñón más para el ricachón que se benefició del trasplante. La fuga del famoso cirujano. Cuestiones sencillas, como se ve. Respuestas claramente difíciles debido a la sobrecarga de responsabilidades italianas llovidas del cielo a través de representante personal del secretario general de la ONU, el embajador Lamberto Vennier y el comandante de todas las fuerzas OTAN aquí, general Guiseppe E. Gai. ¿Muestra de gran confianza internacional o juego de la cerilla encendida? Cuidado con no pillarse los dedos. El número de efectivos de EULEX cuando esté en pleno funcionamiento será de 3.000.

 

Fuente: http://www.ilmanifesto.it/Quotidiano-archivio/10-Dicembre-2008/art45.html