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Acusado de corrupcion el expresidente de Costa Rica, Miguel Angel Rodriguez, enconnado enemigo de la revolucion cubana

Fuentes: Rebelión

No han causado sorpresa para este articulista el rosario de acusaciones que pesan por estos días sobre el ex presidente costarricense Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002). En realidad, este señor, confabulado hasta los tuétanos con la actual campaña anticubana, se ha codeado con mafiosos y corruptos para lograr sus propósitos políticos y ganarse el apoyo de […]

No han causado sorpresa para este articulista el rosario de acusaciones que pesan por estos días sobre el ex presidente costarricense Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002). En realidad, este señor, confabulado hasta los tuétanos con la actual campaña anticubana, se ha codeado con mafiosos y corruptos para lograr sus propósitos políticos y ganarse el apoyo de sus amos de Washington. No resulta extraño, por tanto, que quien recibió en enero de 1999, siendo presidente de Costa Rica, al terrorista Francisco (Pepe) Hernández, presidente de la FNCA, para montar un show publicitario dirigido a sabotear la IX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado de la Habana, sea acusado hoy de corrupción durante su mandato. No podía escapar él, como tampoco la ex mandataria panameña, Mireya Moscoso, a este tipo de imputaciones. Lo que corrobora una verdad: los enemigos de Cuba, capaces de erigir mentiras y falacias contra ella, tienen un trasfondo oscuro y repudiable, lo que los invalida moral
mente de asumir el papel de acusadores.

Este personaje de la política anticubana se destacó como uno de los más repudiables adalides de las campañas aislacionistas contra Cuba, implementadas por la Casa Blanca y su State Department. Aún se recuerda con indignación cómo colocó a Costa Rica en el abominable papel de peón de Estados Unidos dentro de la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra. Unos meses después se alió a los corruptos presidentes de Argentina y Nicaragua, Carlos Menem y Arnoldo Alemán, respectivamente, para sabotear la IX Cumbre Iberoamericana, en su pretensión de que Cuba aceptara dar un espacio político dentro de la misma a miembros de la contrarrevolución interna, transformados por ellos, por obra y gracia de un golpe de magia, en supuestos luchadores por los derechos humanos. Ni Menem, ni Alemán, ni Rodríguez, asistieron a esta Cumbre ante la digna respuesta de las autoridades cubanas de no aceptar sus sucias imposiciones.

Luego se le vio en Madrid, el 29 de enero de 2003, en un Foro orquestado para atacar nuevamente a Cuba. Allí, asociado a otros asalariados de Washington y a una calaña de oportunistas políticos, relanzó sus ataques contra la Isla. Meses después, en julio de 2003, participó en el seminario «Hacia una democracia en Cuba» auspiciado por el Partido Popular español y su Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES). Junto a un grupo de viejos contrarrevolucionarios europeos, agentes de la CIA, representantes de la Casa Blanca y servidores de la ultraderecha internacional, asumió una de las posiciones más abiertamente anticubanas. Tras los abrazos de José María Aznar y Otto Reich, se sumó nuevamente a la cuestionable pléyade de detractores de la realidad cubana.

Recientemente, cuando fue electo Secretario General de la OEA hace poco tiempo, se apresuró a declarar que emplearía esta organización para lograr la inserción de Cuba como nación «democrática». No ocultó entonces su disposición a continuar en su papel de servil acatador de las órdenes de Washington y de mantener su hostilidad hacia el pueblo cubano. Pero, a pesar de sus cacareadas arengas a favor de la democracia en Cuba y su «preocupación» por las naciones latinoamericanas, la verdad lo estigmatiza. Es un personaje corrupto y cuestionable como lo hacen ver las recientes acusaciones que se lanzan sobre él.

La sucia historia de un presidente corrupto.

Un proceso investigativo que se lleva a cabo por el Fiscal General de Costa Rica, Francisco D´alanesse, ha demostrado que existen serios indicios para vincular a Rodríguez a un sonado caso de corrupción en su país.

La cosa comenzó cuando, como resultado de una denuncia anónima, las autoridades bancarias costarricenses se alertaron por las elevadas transferencias de dinero, casi 10 millones de dólares, realizadas entre una cuenta de la empresa francesa Alcatel y la Sociedad de Servicios Notariales Q.C., radicada en Costa Rica. Dichas transacciones tuvieron lugar entre marzo y octubre de 2003.

La investigación arrojó que la cifra de 9,4 millones de USD, fue un desembolso de Alcatel a Servicios Notariales Q.C., como resultado de ser favorecida sobre la empresa Ericsson en una licitación por 400 000 líneas para teléfonos celulares en julio de 2001, precisamente cuando Rodríguez era presidente de la república. Este negocio por un monto de 149 millones de USD fue desarrollado por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), dirigido en ese entonces por un viejo amigo de Rodríguez, José Antonio Lobo.

Investigaciones posteriores establecieron que Lobo otorgó a Alcatel, en sólo 38 días, el favorecimiento con la venia del propio presidente Rodríguez. Según dicho señor, cuando consultó a Miguel Ángel, éste, en un ambicioso gesto, le pidió el 60 % del «premio» que daría Alcatel, consistente en el 1,5 % del negocio, es decir, 2,2 millones de USD. Como resultado de esta corrupta componenda, Servicios Notariales Q.C, transfirió 2,4 millones de USD hacia una cuenta a nombre de Jean Phil Gallup, esposa de José Antonio Lobo.

Se pudo establecer asimismo que Gallup depositó 2.1 millones de USD en una cuenta en el BCT de Panamá y 350 mil dólares en el Saint George Bank. Con posterioridad, Gallup libró dos cheques a nombre de Lorena Clare, esposa de Miguel Ángel Rodríguez identificados con los números 419 (25/09/03) y 425 (25/09/03), por las cantidades de 30 000 y 28 083 dólares americanos. Todo este dinero, 58 083 dólares, fue invertido por Lorena Clare en negocios inmobiliarios. El 30 de agosto se pudo determinar que Rodríguez recibió otros 81 000 USD mediante otra transacción a un banco norteamericano.

El propio Lobo reconoció haber entregado, además, otra importante cantidad de dinero a Rodríguez, pero esta vez en forma directa. Según él, entregó un poco más de 370 000 USD en efectivo a su presidente y cúmbila de fechorías.

Destapada la olla de corruptelas, Rodríguez jura y perjura que sólo recibió 140 000 dólares de Lobo como un préstamo personal para financiar su campaña para secretario general de la OEA. Sin embargo, las evidencias lo acusan de haber abusado de su cargo en el sonado caso de Alcatel y de haber actuado corruptamente para favorecer a una empresa extranjera en la licitación de dichas líneas de celulares.

Reacciones ante el escándalo.

Las reacciones ante la cuestionable conducta no se han hecho esperar y el destino político de este señor boga ahora en un mar revuelto por los intereses políticos. Se sabe que el directorio político del Partido Unidad Socialcristiana ha pedido su renuncia de la Secretaría General de la OEA y su inmediato retorno a Costa Rica para dar cara a las importantes acusaciones contra él. De la misma manera han reaccionado otros partidos ticos y representantes de sindicatos y organizaciones sociales.

Por su parte, el actual mandatario costarricense, Abel Pacheco, solicitó la renuncia de Rodríguez y su inmediato retorno a su país. En carta al acusado, expresó: «Sin demérito del respeto al principio de debido proceso, en aras del buen nombre de Costa Rica y de la propia OEA, le solicito que se separe enseguida de la secretaría general y regrese al país a enfrentar las responsabilidades que corresponden». Rodríguez, sin embargo, desoyó el emplazamiento del actual presidente y trata de buscar apoyo dentro de la OEA para conservar su cargo.

Se conoce que ayer por la tarde sostuvo reuniones con embajadores ante la OEA y que su futuro dentro de la misma depende de que: a) de acuerdo con el artículo 116 de la Carta de la OEA, las dos terceras partes de los embajadores permanentes de las 34 naciones pertenecientes a la misma pidan su remoción en el cargo; b) que se produzca una junta de Cancilleres y ésta determine su remoción y c) que el Consejo Permanente cite a una Asamblea Extraordinaria en que se concerte su destitución.

Hasta el momento, Honduras retiró su apoyo y otras naciones como El Salvador y Guatemala esperan la decisión de la justicia tica para dar su punto de vista. Por su parte, México, Brasil, Canadá y Estados Unidos le ratificaron temporalmente su voto de confianza, según algunas fuentes. El portavoz del Departamento de Estado, Adam Ereli se mostró cauto, ya que Estados Unidos se encuentra en la disyuntiva de apoyar incondicionalmente a su eterno lacayo o desentenderse de él después de su metedura de pata.

Conclusiones.

Para Cuba se ha confirmado una vez más que sus principales detractores carecen de moral para atacarla. La mayoría de los que ocuparon alguna vez las primeras magistraturas en sus países, como Menem, Alemán, Rodríguez y Mireya Moscoso, han terminado siendo acusados por sus propios coterráneos como vulgares ladrones. Otros han sido desnudados como oportunistas e, incluso, como terroristas. No puede esperarse otra cosa de quienes esgrimen la falacia y la mentira para atacar las causas justas. A pesar de todo, como señalé al inicio de este artículo, a la larga o a la corta, del estercolero del diablo siempre sale mal olor.