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Habla el líder nacionalista Ollanta Humala

«Ahora es el momento de buscar la unidad»

Fuentes: Nuestra Bandera

Nuestra Bandera conversó con el Comandante (r) Ollanta Humala, ex candidato presidencial y dirigente del Partido Nacionalista Peruano, para analizar el papel que juega su organización frente al régimen apro-derechista, así como sus perspectivas políticas y del trabajo con el movimiento popular y las fuerzas de izquierda. La entrevista, sostenida por Gustavo Espinoza, del Colectivo […]

Nuestra Bandera conversó con el Comandante (r) Ollanta Humala, ex candidato presidencial y dirigente del Partido Nacionalista Peruano, para analizar el papel que juega su organización frente al régimen apro-derechista, así como sus perspectivas políticas y del trabajo con el movimiento popular y las fuerzas de izquierda. La entrevista, sostenida por Gustavo Espinoza, del Colectivo de Dirección y Luis Gárate, Redactor Principal, arrojó luces y generará debate en las filas del movimiento popular. Veamos:

¿Cuál es su apreciación de la situación actual? ¿Cómo aprecia la coyuntura el Partido Nacionalista y usted en particular?

Bueno yo creo que la situación actual en el Perú se caracteriza porque ese gobierno no ha materializado, no ha informado cuál es el norte, cuáles son los objetivos del gobierno. O en todo caso tendríamos que asumir que el objetivo del gobierno es el crecimiento económico y lo que venimos sosteniendo los nacionalistas es que el crecimiento económico en el Perú está divorciado del desarrollo.

El crecimiento económico es el PBI, pero en realidad los que están creciendo económicamente y los que llevan este crecimiento como nacional son las grandes empresas transnacionales que son los que tienen todos los beneficios del sistema. En ese sentido nosotros creemos que hay que recomponer, formar la oposición en el país. Una oposición que considero no ha habido durante muchos años, que en la época de Fujimori fue aplanada; en la época de Toledo se convirtió en un movimiento de sostenimiento político al régimen de Toledo que ya se caía. Ahora creo que hay que marcar una posición clara, una raya, para determinar qué es la oposición en el país. Yo creo que la raya debe ser la Constituyente. Esa debe ser la bandera que tiene que diferenciar a los que son de oposición de los que son gobierno, o los que entre comillas viven a las sombras del gobierno, pero se llaman oposición «democrática» o «constructiva», creo que se ha manoseado mucho el término oposición.

Nosotros estamos consolidando este proyecto de oposición e iniciaremos una campaña de información a nivel nacional de lo que significaría en la economía de cada familia una nueva constitución.

-Usted estuvo ayer en el encuentro con el gobierno que fue muy comentado por su insistencia en el tema constitucional y su valoración de régimen como continuidad del fujimorismo ¿Cuál es su valoración del régimen después de esa reunión?

Me ratifico en lo que he dicho. Lo que estamos viviendo en el Perú es el fujimorismo sin Fujimori. Es decir, es el gobierno aprista pero bajo las reglas del juego que puso Fujimori. Por eso el señor Alan García no ha podido cumplir la palabra de cobrar el impuesto a las sobreganancias mineras. ¿Por qué? Porque la relación entre el Estado y el capital transnacional se da bajo los términos fujimoristas de la constitución del 93, que impide la revisión hasta de la letra y de una coma de cualquier contrato que haya firmado Fujimori con estas empresas mineras, pero eso no ampara el capital nacional.

Por eso nosotros decimos que acá se ha conformado el fujialanismo en el Perú y creo que es fundamental el tema constitucional. Hay que tener en cuenta que hemos vivido dictaduras en el Perú. La dictadura militar terminó con la transición a la democracia a través de un proceso constituyente. Tras la dictadura fujimorista, cayó el régimen, pero dejó la constitución fujimorista. Eso todavía no se ha abolido. Fujimori creó una constitución para poder gobernar como quiso. Queremos la transición a la democracia con un proceso constituyente.

Considero que la reunión ha sido positiva porque ha podido poner en agenda el tema constitucional, porque la invitación del gobierno aprista fue para poner nuestros puntos de vista sobre lo que es la reforma del Estado. Hemos visto la exposición de la ministra de transportes. En su exposición caracterizó al Estado como centralista, desarticulado e ineficiente. De acuerdo a esa caracterización del Estado, ella propone volverlo eficiente, articulado y descentralista. Pero básicamente lo que hace es fusionar OPD, Organismos Públicos Descentralizados.

Creo que ante el hecho de haber asistido a la reunión y haber dicho nuestra posición de que eso es un cambio cosmético, que puede ahorrar 100, 200 millones de soles. Yo lo he dicho al señor Alan García en plena sesión y delante de todos sus ministros, con ese criterio yo también le podría sugerir que reduzca sus ministros a la mitad. Se va ahorrar combustible, carros, sueldos, etc. y que cada ministro agarre dos carteras.

No se trata solamente de achicar al Estado, que esa es la línea neoliberal, achicar al Estado a su mínima expresión y todo lo que es modernización tiene como sinónimo entrega al sector privado. Entonces de eso no se trata, porque hay muchas zonas en el Perú donde no está el Estado. Eso nos preocupa a los nacionalistas. Nosotros creemos más bien que el Estado debe estar en muchos sitios porque la verdadera caracterización del Estado es que es un Estado privatizado; que no propende al desarrollo, que prioriza el crecimiento económico sobre desarrollo económico de las familias, de las grandes mayorías; un Estado excluyente que tiene a más de 5 a 6 millones de familias peruanas excluidas de todo el sistema, que no son en realidad ciudadanos; es un Estado que no brinda la seguridad a la nación, por eso tenemos los problemas limítrofes con Chile irresueltos. Ahora el problema del mar ha pasado a la tierra. Mientras tanto qué hace el Estado peruano, desmantela las Fuerzas Armadas, boicotea o sabotea las industrias militares. Prácticamente está destruyendo las Fuerzas Armadas.

Yo creo que ha sido una reunión positiva porque nos ha permitido poner este tema en la agenda política a nivel nacional. ¿Cómo queda el gobierno aprista? Como ellos mismos lo han dicho, si bien ellos aceptan que su propuesta era el retorno a la Constitución del 79, ellos consideran que no es viable, o el retorno tendría que ser político, así lo dijo el secretario general del APRA. Yo no entiendo que será eso. Mal se usa el saludo a la bandera. Es un retorno de forma y no de fondo. El problema son ellos, que han quedado expuestos ante la opinión pública como incoherentes, como que prometieron una cosa en campaña y ya se olvidaron de eso.

-Pero daría la impresión que usted está amarrando mucho su planteamiento en perspectiva a la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Imaginemos que el gobierno convoque en tres meses a la Asamblea Constituyente. Puede ocurrir que la izquierda se divida en varias listas y que aparezcan cientos de candidatos que quieran ser parlamentarios y constituyentes, que la izquierda divida su votación y confunda al movimiento popular como ha ocurrido antes y que el APRA, que es un partido más o menos homogéneo, logre ganar esa asamblea, aunque no sea con mayoría absoluta y dé una constitución a su manera. ¿Cómo queda su consigna?

Yo creo que ese es un escenario muy difícil que se realice, porque en principio creo tiene que ver, que el gobierno no está preparado para hacer una asamblea constituyente porque ni siquiera piensan retornar a la constitución del 79, porque están con el tema de que no es el momento, por un tema de inversiones.

Este es un reto de las fuerzas populares. Significará que la izquierda no ha aprendido de sus errores. Sería tal vez el entierro político de lo que es la izquierda, si es que no asume una actitud de unidad con el nacionalismo y con todas las fuerzas sociales que quieran sumarse a la tarea de buscar una refundación del Perú. Esto implica también un gran reto para todas las fuerzas populares de buscar una unidad y una plataforma política que tenga como norte un proceso constituyente, pero previa campaña de información a la población.

-Pero retomemos un poco el tema de su proyecto político antes de avanzar en el tema de la unidad. Usted hace poco señalo que mucho partidos que se dicen de la oposición no existen, son cascarones, pero su agrupación, el PNP, ¿Existe como partido? ¿Cómo está avanzando en el fortalecimiento de su organización y en la coherencia de sus líderes?

La vez pasada hicimos una visita a varias casas políticas y la mayoría que hemos encontrado, estoy hablando de las seis de la tarde, estaban sin luz, con la puerta cerrada en días laborables. En otros había dos personas de cuidadores y no había actividad. Ustedes que han venido acá, pueden ver hay bastantes carros. Yo no sé quienes se han reunido adentro, han venido aquí, porque hay una dinámica de movimiento.

Yo creo que en estos momentos hay partidos que no tienen una representación nacional y son cascarones. Eso implica que en este congreso no se está representando probablemente a toda la nación. Ese es un problema que hay en los partidos y que tratan de mantenerse en el espacio político a través de una presencia en el congreso. Nosotros no nos basamos solamente en nuestra presencia política en el congreso, por eso hay reuniones de maestros nacionalistas, tengo acá la invitación de un grupo de sindicatos que quieren hablar conmigo.

El tema pasa por la construcción de una oposición con un partido que tiene un año de vida política. Eso es muy difícil. Los amigos de izquierda lo saben, que han tenido tantos años en la política y saben todos los vaivenes y el costo de perder una elección. Cuando se pierde una elección, no es solamente la derrota ahí, sino es todo un costo de desaliento, de deserciones. En este momento de vacas flacas, se va conociendo a la gente. Aún así mantenemos cierta coherencia que va mejorando cada día en el congreso.

Podemos hablar de los 22 nacionalistas que están aprendiendo a ser congresistas. Cometen errores, sí, los están cometiendo. Muchas veces no votan como bancada. Pero poco a poco están aprendiendo a ser oposición. Por lo menos han sido los que se le han plantado al gabinete del Castillo y no le dieron la confianza; fueron los que no aceptaron este programa Sierra Exportadora y más bien propusieron un programa alternativo; fueron los que se opusieron a la presentación del Presupuesto General de la República y propusieron un presupuesto en minoría más redistributivo. Los nacionalistas son los que han presentado una acción de inconstitucionalidad del TLC. Poco a poco en puntos importantes, está mostrándose que si existe una expresión alternativa de poder.

En el campo interno, estamos en un proceso de profundizar y de consolidar la organización del partido. Nosotros tenemos comités en todos los departamentos del Perú, pero evidentemente es muy difícil construir un partido. Yo creía que los más fácil del partido era cumplir con lo que dice la Ley: 66 comités, 129 mil firmas, tu ideario, tus estatutos, y ya eres partido. Eso es lo más fácil. Lo más difícil es realmente la construcción de cuadros internos, gente que no se esté peleando por un curul, por una secretaría, gente que no se pelee por espacios de poder, gente que apenas le das una credencial no vaya a sacarle el alma al competidor. Eso es lo más difícil, crear liderazgos al interior del país y eso no se va a lograr de la noche a la mañana. Los partidos políticos normalmente los crea las clases media y en el Perú la clase media está dinamitada y eso fue una de las promesas que Alan García cumplió en su primer gobierno. Fujimori también no ayudó a la clase media. Entonces una clase media muy frágil, casi transparente porque es muy ligera esta estructura. Es muy difícil pues así. Con esta composición de la sociedad peruana es muy difícil crear partido, pero poco a poco lo estamos haciendo. Esta no va a ser una tarea de meses, sino de años.

-Pero el tema de la unidad tiene dos niveles: la unidad en torno a un liderazgo determinado, como Hugo Chávez en Venezuela o Evo Morales en Bolivia. En el Perú, usted podría hipotéticamente ser el que llama a la unidad. Pero hay otro proceso, que es el que viene de abajo, la unidad del pueblo, de los trabajadores, campesinos, estudiantes. Y ese proceso pasa por dos tareas: la organización y la educación política. Para que haya organización debe haber estructura. Y para que haya educación política debe haber un trabajo intenso de debate y discusión de los problemas. ¿Cómo piensa usted que pueden contribuir a eso?

Bueno lo que usted ha dicho es una tarea no de meses, sino de años. Nosotros humildemente vamos a contribuir buscando el fortalecimiento del partido, creando las escuelas nacionalistas. Contribuimos también buscando la unidad de diferentes fuerzas, buscando una bandera común que puede ser el tema constituyente y por eso vamos a iniciar una campaña a nivel nacional informativa de las ventajas, de qué significa tener una constituyente. Porque probablemente es verdad lo que usted ha dicho en un escenario hipotético, la gente no sabe todavía, no está informada de que cosa es una constituyente. Acá hay una tarea que nos puede unir…

-¿No sería mejor que ustedes elaboraran, o el movimiento popular elaborara, un proyecto de Constitución, y dijeran, llamamos a la población para que vote por este proyecto, para que apruebe esta constitución…?

Estamos de acuerdo. Yo he presentado en el documento que expuse en Palacio de gobierno, hemos presentado 11 propuestas sobre las cuales se debe sostener la futura constitución en el plano de la reforma tributaria, en el plano de la revolución educativa, en la recuperación de la soberanía nacional, de la participación del ciudadano en el Estado, para transformar la sociedad a través del proceso constituyente y crear una democracia no representativa, sino una democracia participativa.

Nosotros estamos elaborando no una Constitución, porque esa Constitución la tienen que elaborar los potenciales constituyentes, pero sí las banderas de lucha que busquen la unidad de todos los movimientos populares y defender eso en un escenario que se pueda dar un proceso constituyente. No digo elaborar toda una constitución, pero si las columnas que deben sostener esta nueva repartición del poder.

En Venezuela la nueva constitución la puso Chávez con la fuerza del proceso revolucionario cuando ya era jefe de Estado. En Bolivia está pasando lo mismo. Si usted hubiera sido electo presidente ahí si podría haber dicho a la gente apoyen una nueva constitución. Pero es muy difícil desde abajo luchar para que los de de arriba hagan algo. El de arriba es Alan García, y hasta un fraude electoral pueden hacer para que aparezca un resultado distinto al real ¿Qué garantía tenemos de que eso no va ser así?

No hay ninguna garantía. Por eso tiene que haber una vigilancia ciudadana permanente, pero yo creo que sería la oportunidad para que el gobierno de Alan García pueda relegitimarse. Asumir la posta que le estamos dando los nacionalistas. Nosotros en nuestro plan de gobierno hablábamos de un proceso constituyente y lo hubiéramos hecho si hubiéramos llegado a ser gobierno. Pero creo que este espacio de tiempo nos da la oportunidad de ir educando e informando a la población de lo que significará esto y obviamente si en ese hipotético caso, que lo hicieran los que están arriba, que hicieran una constitución más delincuencial de la que tenemos ahora, la paz social en el Perú será alterada y habrá brotes de convulsión social por todos lados. Al final esa constitución más neoliberal que la actual tendrá que implosionar por la misma realidad social del país, que no va aguantar.

-Como dirigente del Partido Nacionalista, ¿Cuál sería la reflexión para las organizaciones políticas de izquierda, en la perspectiva de la lucha que se ha planteado como el tema de la constituyente?

Creo que hay que revalorar a la izquierda, que si bien no ha tenido un buen resultado en las últimas elecciones, es una cantera donde hay muchos cuadros, mucha dirigencia y organización. En las elecciones regionales hemos visto que los gobiernos regionales que en su mayoría han ganado, son alternativos al modelo económico del gobierno, y muchos vienen de las canteras de izquierda. Yo creo que la izquierda no es un proyecto que esté terminado en el Perú. Yo creo que es un proyecto que tiene que aprender de sus errores y ahora lo que tiene que hacer creo, es buscar la unidad con los nacionalistas.

El proceso latinoamericano es un fenómeno de lo más importante, en Bolivia, Venezuela, Ecuador presentan la imagen de una América Latina que hace años dejó de ser el granero de las riquezas norteamericanas y es el campo de batalla abierto para las políticas de Bush ¿Cómo ve usted el escenario continental?

Yo veo que los gobiernos que se mantienen en la corriente neoliberal se están aislando en el continente latinoamericano. Las últimas elecciones de Nicaragua y de Ecuador así lo confirman. Creo que por ahí va el camino latinoamericano y esto se ha producido después de la implantación del modelo económico neoliberal que finalmente no cumplió con las expectativas de la ciudadanía en general y en Latinoamérica hubo una ruptura de los sistemas políticos. La población, a través de mecanismos directos, es decir los golpes de Estado de las mismas masas, ha botado a presidentes en Ecuador, en Bolivia, en Argentina, en el Perú mismo. ¿Quién sacó a Fujimori? Ha sido el pueblo el que lo ha sacado, lo ha hecho fugarse a Fujimori. Esos son golpes de Estado de masa, y eso se produce cuando los sistemas políticos colapsan. Eso es lo que ha ocurrido en Latinoamérica y han surgido nuevos rostros y se está armando una nueva corriente latinoamericana, alternativa al modelo económico, que busca la participación ciudadana mas directa y no solamente darle un cheque en blanco a los gobernantes. ¿Quién iba a pensar por ejemplo que en Bolivia iba ser presidente un aymara, alguien del pueblo? Está gobernado, ha hecho crecer el presupuesto boliviano, se ha puesto firme con las empresas transnacionales y con su ejemplo, ha desmentido la posición del gobierno aprista de que no podemos retornar a la del 79, porque se correrían las inversiones. Estamos viendo que en Bolivia se está llevando a cabo un proceso constituyente y ahí están las inversiones, están defendiendo sus contratos y se quedan. Yo creo que todo esto significa el cambio de era, nuevos rostros, nuevos liderazgos, y creo que nosotros los peruanos no debemos perder el tren. Luis Gárate