Se avecinan las elecciones, ¿por quién votar?, se presentan un variopinto de candidatos, ¿hacia dónde vamos como país?
La crisis del Estado peruano no es sólo del Ejecutivo o del Legislativo, sino trastoca los cimientos de las políticas estatales en materia economía, educación, salud, trabajo, agro, minería, etc., la crisis es estructural, es decir, las brechas entre ricos y pobres se acrecentó, 80% de la población es trabajador informal, la corrupción avanzó, el aparato estatal está enquistada de mafias que buscan el copamiento de la administración estatal en beneficio de los intereses de grupo, no proporcionan un planteamiento de desarrollo sostenible en el tiempo, derivando en un Estado fallido, donde no es posible gobernar con inclusión social, la ciudadanía se halla al desamparo de sus propias autoridades.
En este contexto, los diversos grupos políticos se empeñan en hacer una serie de alianzas, sin importarles la ética, militancia, migran de un grupo a otro, se juntan, rompen, reagrupan con la intención de ser reelegidos y cuidar sus bolsillos, “en un país de ciegos, el tuerto es rey”, se unen un acción populista, algunos apristas, unos pepecistas, algunos morados resulta una agrupación, también emergen de la combinación de un fujimorista, uno de Perú Libre, y otros sectores de derecha, o se agrupan como una especie de “tribu” alrededor de una personalidad “un militar”, “un empresario”, “exministro”, “dictador”, etc., así, se produce una serie de mezclas sin ideología, con ausencia de programa, sectores que se autodenominan de centro, centro de derecha, centro izquierda, derecha, nacionalistas o etnocacerismo, etc., haciendo un total de 28 partidos políticos y otros tantos en proceso de inscripción. ¿Cuál de estas agrupaciones plantea un cambio serio? Ninguno.
El Perú requiere de cambios profundos, reformas serias, bien pensadas y programadas para revertir la crisis estructural. ¿Cuál de estas agrupaciones cuestiona el Estado fallido? Ninguna. El diario La República (24 jun. 2024) señala: “Más de un millón y medio de jóvenes peruanos ni estudian ni trabajan. Lima concentra el 43,3% del total nacional, le siguen La Libertad (6,8%), Arequipa (5,5%) y Piura (5,3%) con una amplia diferencia. La pobreza se incrementó en 34,7% de esta población y si bien la participación de las mujeres ha disminuido, la brecha sigue siendo aún notable”. ¿La juventud tiene un futuro? La juventud se halla en total abandono por el Estado, en el último examen de Pisa sobre pensamiento creativo: “El país se sitúa por debajo del promedio de la OCDE, con solo un 48% de los estudiantes que superan el nivel 3 en una escala de seis y un preocupante 28% en los niveles más bajos (menos uno y uno)” (Infobae, 19 jun. 2024), no sólo eso, “Más de 7 mil niñas y adolescentes en todo el Perú han sido víctimas de violencia sexual en lo que va del 2024” (Infobae, 27 jun 2024). ¿Cuál es el futuro que ofrece el Estado peruano a la juventud? Un futuro totalmente incierto. ¿Qué debe hacer la juventud? Sensibilizarse con su realidad, “no ser viejos prematuros”, nos toca cuestionar este orden de cosas, abrigar ideas de cambio y volcarlas a la realidad, no podemos ser expectantes de la indolencia de los que gobiernan el Perú.
Vayamos profundizando: ¿Cuál de estos partidos políticos cuestiona el modelo económico? Ninguno. Sin embargo, a espaldas del pueblo “Van 60 cambios a la Constitución y hay 22 modificaciones en curso en el Congreso” (La República, 17 jun. 2024) y no cuestionan el modelo económico, tampoco llaman a una Asamblea Constituyente. Entonces, la política, la campaña electoral es reducida a un festival de la mejor pose en la televisión, a un grito, insulto o amenaza, a la ciudadanía se le engaña con un discurso de pura demagogia y prácticas de clientelismo (dádivas), al llegar a la presidencia llaman a un “acuerdo nacional”, conversaciones entre “fuerzas” políticas para salir sin inconvenientes del momento, es decir, un acuerdo entre ellos “entre gallos y media noche”, no hay un debate serio ni soluciones serias a la crisis estructural, las mafias se afianzan en el aparato estatal, el pueblo no participa, no es escuchado, es mecido una y otra vez, y cuando sale a protestar es señalado de violentista, terrorista, mientras ellos están maquinando la forma como perpetuarse en el poder y desfalcando las arcas del Estado, Fernando Cáceres Freyre señala: “El Consejo Fiscalreveló que, en los últimos tres años, el Congreso aprobó iniciativas de gasto por S/100.000 millones. Por otro lado, en los últimos siete años, el Congreso aprobó medidas que hicieron que el país dejará de recaudar S/120.000 millones” (“Pan para hoy, hambre para mañana”, El Comercio 24/06/2024). Irónicamente, no hay dinero para salir de la pobreza, y dicen necesitamos más inversiones (privatizaciones, concesiones, tercerizaciones), y se deja de recaudar los tributos de las grandes empresas. ¿El Estado se interesa por la ciudadanía?
A raíz de la coyuntura del mes “diciembre negro” que se prolongó al 2023, la ciudadanía supo comprender con mucho dolor que fueron traicionados. Dina Boluarte se hallaba vinculada al fujimorismo, aprismo, AP, APP, Hernando de Soto, López Aliaga, Perú Libre, magisteriales, Podemos, Somos Perú, caviares, morados, etc., todos hermanados, hasta Antauro Humala nunca se pronunció en contra de Dina Boluarte, no se solidarizó con las luchas del pueblo, tampoco se sensibilizó con los caídos, no cuestiona el Estado fallido. Más todavía, el hermano de Dina Boluarte, Nicanor Boluarte está siendo investigado por la fiscalía por crear su propio partido político utilizando a prefectos y otros funcionarios del Estado. Estamos frente a partidos políticos improvisados, que hacen de la viveza criolla su modo de vida, engañando al pueblo.
La derecha no tiene un candidato fuerte, tampoco tiene una fórmula de un candidato antisistema. Al no tener mayores opciones está fijando sus ojos en “Antauro Humala” que encajaría como un candidato supuestamente “antisistema” o “peligroso” que confronte a un candidato oficialista que podría ser Keiko o puede ser otro, sólo así lograrían una segunda vuelta con el objetivo que gane el candidato oficialista, es decir, crearían la coyuntura del mal menor, como lo hicieron con Perú Libre, los magisteriales que terminaron de rodillas y besando los pies de la derecha por un plato de lentejas, cuyo líder, Pedro Castillo, retrocedió ante la solicitud del pueblo de una “nueva Constitución” en la creencia que la derecha lo perdonaría. ¿Cuál de los 28 partidos políticos representa las expectativas de los ciudadanos o de la clase trabajadora? ¿Cuál de los 28 partidos políticos cuestiona este orden de cosas y habla de cambios? Ninguno. Nuevamente la ciudadanía será traicionada en un adelanto de elecciones, o en las elecciones del 2026.
Es imperativo y apremiante organizarse, si organizarse y continuar organizándose, y elevar la participación de las grandes mayorías a un nivel de partido político con ideología de cambio, plantearse ¿Cómo queremos que sea nuestro querido Perú? Debate, organización y participación política.
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