«Apple usa filiales sin patria fiscal». «Un informe del Senado de EE UU acusa a la firma de Cook de eludir el fisco con sus filiales». «Apple ha explotado la diferencia entre las normas de residencia tributaria» [1]. Estos son algunos de los titulares que hemos podido leer recientemente. «El Santo Grial de la evasión […]
«Apple usa filiales sin patria fiscal». «Un informe del Senado de EE UU acusa a la firma de Cook de eludir el fisco con sus filiales». «Apple ha explotado la diferencia entre las normas de residencia tributaria» [1]. Estos son algunos de los titulares que hemos podido leer recientemente.
«El Santo Grial de la evasión fiscal». Con esta claridad y contundencia, presentó el senador Levin «la compleja estructura de filiales» que Apple ha ido tejiendo durante décadas fuera de EE UU. El objetivo es más que conocido: evitar, esquivar, saltarse el pago de miles de millones en impuestos (unos 9 mil millones anuales). Lo han hecho, asesorados por un conjunto muy cotizado de expertos y sesudos abogados, explotando las «lagunas» de la legislación de varios países. Una investigación del Senado estadounidense ha mostrado que, entre sus prácticas de emprendedores creativos, «está la de concentrar los beneficios en algunas filiales que son apátridas fiscales». Ni tienen sede fiscal ni declaran impuestos en ningún país. En ninguno. «Libres» como el sol cuando amanece [2]
El informe, además, da cuenta de que Apple negoció con el Gobierno irlandés, ubicado en pleno a los pies de sus salvajes caballos, una aplicación del impuesto de sociedades. ¿Qué supuso en la práctica? Una rebaja del 12% vigente en el país europeo (una especie de paraíso fiscal algo demediado) «a menos del 2%, para así establecer la base de su red de filiales en el extranjero».
Pero no se conformaron con eso. Hay más prácticas creativas de nuestros grandes «emprendedores» y benefactores. La investigación se centra sobre todo en las filiales de Apple en Cork (Irlanda) cuya residencia fiscal no está en parte alguna. ¿Por qué? Porque de acuerdo con la ley estadounidense no tributan en Estados Unidos dado que «su sede social está en Irlanda». Y, de acuerdo con la ley irlandesa, no tributan en Irlanda. ¿Por qué? Porque se gestionan y controlan desde Estados Unidos. Ni en a por b ni en b por a. ¡Qué listos! ¡Qué coeficiente de inteligencia (emocional) tan elevado! [3]
Nada nuevo se dirá. ¡Más de lo mismo! ¡Una prueba más del poder de los nuevos Dioses del mercado! ¡El anarco-capitalismo en acción! ¡El turbocapitalismo desplegando sus motores urbi et orbe! Hay algo más sin embargo, un detalle de importancia para calibrar su inmenso poder, el cinismo que le abona y la racionalidad salvaje, insultante, antihumana y estúpida de sus grandes ejecutivos y representantes.
En su comparecencia en el Senado norteamericano, Mister Cook, uno de los tres hombres fuertes de la compañía californiana, reiteró que su corporación «paga todos los impuestos que le exige la legislación en los países que ofrece productos y servicios». Dejó claro ante los senadores, chuleando todo lo que pudo, que Apple no oculta su dinero en cuentas bancarias en islas del Caribe y que sus empleados y empresas existen, son «reales», no son trucos contables para evadir imposiciones fiscales. No son como Amazon pongamos por caso.
¿Cuál es el problema entonces? En su opinión, en la opinión de Mr. Cook-Apple, el problema es que «el sistema fiscal no está a la altura de la era digital». ¡No está a la altura! Así, pues, ¡todo vale, incluso la estafa más infame! Defendió por ello una «simplificación drástica». No explicó qué tipo de simplificación.
Añadió, eso sí, dando lecciones de profesor-profeta endiosado, que ellos han «creído siempre en lo simple, así son nuestros productos». Sugirió igualmente que de aplicarse un impuesto «razonable» al beneficio que se genera fuera de Estados Unidos, muchas empresas podrían repatriarlo y eso redundaría en beneficio de la economía. Patriotismo bajo-barato, de escala -23.
¿Qué es un impuesto razonable para el magnate-ejecutivo de Apple? No dio la cifra concreta pero no tuvo Mr Cook ningún problema en señalar que para las ventas en Estados Unidos debería estar en torno al 25% y para las ganancias que genera la actividad de la corporación diabólica en el exterior debería ser de «un dígito». Esa fue la expresión usada: ¡un dígito! ¿Queda claro? ¿Hay alguna duda de quien manda realmente en esta y en otras plazas? ¡Un representante de una gran multinacional dando instrucciones directas, y a calzón bajado, a representantes del pueblo norteamericano en la sede del Senado USA! ¡Para que tomen nota!
En manos de monstruos incívicos de esta naturaleza está la dirección de las grandes corporaciones. En las heladas aguas del cálculo ratero, abyecto y egoísta. Con la misma omnisciencia, con la misma omnipotencia que cualquier Dios maligno que hayamos podido imaginar. Intentado además, como en la hipótesis cartesiana, que nuestras mentes queden atrapadas y confundidas en las perversas redes que construyen y despliegan con todo cuidado, interés y sigilo.
¿Para cuando una campaña de boicot a esta nueva encarnación del mal, a esta perfecta concreción de la Era del Capital desalmado, irracional y estúpido?
Notas:
[1] http://economia.elpais.com/economia/2013/05/21/actualidad/1369092199_397078.html
[2] Las prácticas de «ingeniería fiscal» (la expresión no es neutra obviamente) están muy extendidas, como es sabido, entre las grandes multinacionales de EE UU (y de otros numerosos países del mundo) y no son marca singular de las firmas tecnológicas. No está Apple, en este caso, en minoría de uno.
[3] La filial Apple Sales International (ASI) ha registrado beneficios por valor de unos 74.000 millones de dólares en los últimos cuatro años. Apenas ha tributado por ellos. En 2011, con 22.000 millones de dólares en su cuenta de resultados, pagó unos 10 millones de impuestos. Menos del 0,5%o (por mil, no por cien, no hay error). El senador Levin ha calculado que Apple está «esquivando» el equivalente a 25 millones diarios en impuestos, más de 9 mil millones anuales (ASI factura la mayor parte de las ventas en el mercado español. De este modo, el grupo en su conjunto escapa casi por completo de la Hacienda española facturando desde sociedades irlandesas, aquellas que precisamente carecen de residencia fiscal. Consecuencia: ni un euro de impuestos).
Salvador López Arnal es miembro del Frente Cívico Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona; director Jordi Mir Garcia)