La conferencia internacional sobre el conflicto en Yemen que debió celebrarse en Ginebra el pasado 28 de mayo no llegó a producirse y ha quedado suspendida indefinidamente. Hace ya dos meses del inicio de la operación militar «Tormenta de la Firmeza», muy similar a los bombardeos que se realizaron en Libia contra Muamar Gadafi bajo […]
La conferencia internacional sobre el conflicto en Yemen que debió celebrarse en Ginebra el pasado 28 de mayo no llegó a producirse y ha quedado suspendida indefinidamente. Hace ya dos meses del inicio de la operación militar «Tormenta de la Firmeza», muy similar a los bombardeos que se realizaron en Libia contra Muamar Gadafi bajo la guerrerista doctrina «Responsabilidad de Proteger» a la población que fue aplicada por la OTAN, pero en esta ocasión liderada por Arabia Saudí, en complicidad con otras naciones del Golfo Pérsico, que ha provocado más de 2.000 víctimas y medio millón de desplazados en su ofensiva aérea contra los partidarios del movimiento revolucionario Ansar Alá, formado por rebeldes hutíes que controlan buena parte del territorio en Yemen, incluida la capital Saná, tras expulsar al presidente del gobierno, el conservador Abdo Rabu Mansur Hadi. Los «Huti» son un grupo nacional Chií vinculado al gobierno de Irán que exige el fin de la discriminación étnica y religiosa de la mayoría suní hacia ellos y se declara comprometido en la lucha contra la expansión del salafismo yihadista en Yemen.
El in pass producido por los bombardeos aliados contra las posiciones de la guerrilla sin haber conseguido avanzar sobre el terreno ha elevado un peldaño el nivel de acusaciones y amenazas mutuas entre Irán e Israel, dos de las potencias hegemónicas en la región. Un vídeo en el portal de la cadena televisiva iraní HispanTV informa que aviones israelíes podrían haber utilizado, probablemente, bombas de neutrones en Yemen (1).
El gobierno de Teherán es el gran aliado de las milicias chiítas en su lucha contra el Califato en Siria e Irak (EI) y necesita defender los 1.500 kilómetros de frontera común que las fuerzas iraquíes no pueden controlar. El fundamentalismo suní no supone una amenaza interna para Irán donde su demografía es, casi en su totalidad, chiíta, pero si existe la amenaza de una acción unilateral por parte de Israel y EE.UU. similar al bloqueo aéreo que la OTAN intentó imponer en Damasco y que obligó al presidente sirio Bashar al Asad a comprar los misiles tierra-aire S-300 rusos, decisión que hizo desistir en el empeño de bloquear la capital.
Irán está sometida, desde 2010, a un embargo de armas por parte de la ONU en cumplimiento de una resolución acerca de su programa nuclear, lo que no ha impedido al presidente Vladimir Putin levantar la prohibición de exportar el sistema de defensa S-300 al gobierno de Teherán, su entrega se realizará durante el mes de junio.
Estos misiles de largo alcance son capaces de interceptar todos los aviones de última generación, incluso el sofisticado y costoso caza furtivo F-35 tendría serios problemas para ser operativo. Los S-300 harían casi imposible un ataque a Irán, solo los misiles balísticos intercontinentales (ICBM), dadas las características de su vuelo orbital, tendrían probabilidades de no ser alcanzados.
El uso del arma nuclear por algún país o grupo implicado en los combates en Oriente Medio y el Norte de África significaría un cambio cualitativo en la guerra, el uso de armas de destrucción masiva está asociado al genocidio y este es considerado un delito por Naciones Unidas en su resolución 687, el genocidio se define como el exterminio sistemático de un grupo social por motivos étnicos, religiosos o políticos.
Tras los atentados contra el World Trade Center en 2001 la administración de George W. Bush decidió poner fin al Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), firmado tiempo atrás con la Unión Soviética y desarrollar el proyecto del escudo antimisiles. Cinco años antes el ideólogo conservador norteamericano Samuel Huntington, en su labor propagandística, publicaba el libro ¿Choque de civilizaciones?, donde afirmaba que una vez terminada la guerra fría iba a emerger un nuevo orden geopolítico entre civilizaciones mas o menos herméticas obligadas a relacionarse en pleno proceso de globalización. Doctrina muy discutida por justificar el neocolonialísmo de Occidente y los beneficios de las grandes multinacionales del armamentismo y la guerra. La diferencia étnica y religiosa entre culturas enfrentadas en un hipotético conflicto nuclear existiría, pero la razón principal de la guerra moderna será el antagonismo político entre estados-nación.
El ascenso de la dominación que desarrolla Estados Unidos en el planeta tiene una categórica oposición antiimperialista por parte de Rusia, entre otros muchos países empeñados en la defensa de su soberanía económica y nacional. Es conocida la doctrina de la guerra nuclear limitada al teatro europeo que se produciría entre anglosajones y eslavos, consistiría en un ataque «preventivo» de misiles de medio alcance (ICF) lanzados desde tierra en Europa contra misiles en territorio ruso, sin llegar a hacer uso de armas intercontinentales (ICBM) (2).
Otros escenarios posibles de crisis nuclear serían: los mares de China, donde el gigante rojo mantiene disputas territoriales sobre algunas islas con Japón y Filipinas, tensión que va en aumento por lo que EE.UU. ha decidido enviar sus portaaviones para defender los intereses de sus «aliados» asiáticos; y el conflicto entre India y Pakistán por la región de Cachemira, ambas son potencias nucleares. La República Islámica del Pakistán fue cuna de Al Qaeda, organización paramilitar anticomunista y la India, país donde convive budismo e hinduismo, es miembro del BRICS, manteniendo importantes acuerdos bilaterales con China y Rusia.
Notas:
(2) Guerra nuclear limitada-ejemplar y guerra nuclear local. Según Los peldaños de la escalada del estratega militar Herman Kahn.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.