La inducción de Ucrania en la OTAN después de obligar a Rusia a volver a sus fronteras anteriores a 2014 ha sido el único objetivo estratégico que los líderes de la UE se han permitido contemplar desde la invasión de Rusia hace tres años. Por desgracia, mucho antes de la reelección del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, este objetivo se deslizó hacia el ámbito de la infacibilidad. Y era evidente hace tiempo.

El sistema bancario que damos por sentado no tiene arreglo. La buena noticia es que ya no necesitamos depender de ninguna red de bancos privada, a la búsqueda de rentas y socialmente desestabilizadora. Al menos no de la manera que la hemos necesitado hasta ahora.

Discurso de Yanis Varoufakis en Cuba sobre un nuevo Movimiento de Países No Alineados.

El capital está en todas partes, pero el capitalismo está en decadencia. En una era en la que los propietarios de una nueva forma de «capital de control» han ganado un poder exorbitante sobre todos los demás, incluidos los capitalistas tradicionales, esto no es una contradicción.

En cuanto Román Abramóvich (último blanco de las sanciones de Gran Bretaña contra los oligarcas rusos) anunció que ponía en venta el Chelsea Football Club, se desató el frenesí de los medios. Una importante figura del atletismo, magnates de la City londinense y hasta un respetado columnista del Times, cada uno de ellos en representación de diferentes multimillonarios estadounidenses, se lanzaron sobre Londres en una carrera por comprar el club de fútbol. Entretanto, numerosas propiedades londinenses pertenecientes a oligarcas rusos entraron en un proceso de liquidación que llevaba mucho tiempo pendiente. ¿Por qué se ha tardado tanto tiempo?

Así que hemos llegado a esto: Ken Loach está siendo objeto de una campaña de difamación alentada por quienes no se detendrán ante nada para proteger las políticas de apartheid de Israel.