El futuro de Chile está estrechamente ligado a la renacionalización y a la soberanía popular de nuestros minerales estratégicos y esenciales, a la recuperación de las inmensas riquezas de nuestros bienes naturales, especialmente del cobre, el litio, el agua y a nuestro extenso mar chileno. Recursos hoy en su gran mayoría privatizados controlados por los grandes grupos económicos.