
El nuevo contrato anunciado por el presidente Boric para la explotación del litio, es un atentado contra la Naturaleza y los Pueblos, negociado por CODELCO y SOQUIMICH, que asegura la continuidad de la destrucción del Salar de Atacama y de los frágiles ecosistemas del territorio hasta su fin, en 35 años más. El gobierno optó por renunciar a su poder como dueño del litio, y también a la facultad que tiene para fijar la renta del litio y la cuota de extracción.