Acomodarse con la institucionalidad pinochetera no es algo que le cueste demasiado a esta albóndiga compuesta de Frente Amplio y Concertación new wave aderezada con reminiscencias comunistas, mientras las urgencias las definan los empresarios.
Acomodarse con la institucionalidad pinochetera no es algo que le cueste demasiado a esta albóndiga compuesta de Frente Amplio y Concertación new wave aderezada con reminiscencias comunistas, mientras las urgencias las definan los empresarios.
Durante la campaña a la Presidencia de la República 1964 y donde Salvador Allende era candidato, se vincula a la Izquierda de Ingeniería, que evolucionará y el año 1965 forma el Grupo de Avance Marxista (GRAMA) de Concepción. En 1968 el grupo GRAMA acuerda integrarse al MIR, luego del tercer congreso de éste y la elección de Miguel Enríquez como su Secretario General.
Llegar a fin de mes acogotados hace que la vida de nuestro pueblo poco conozca de plenitud y felicidad, la cual merecemos. Seguimos con nuestros abuelos y abuelas con pensiones de miseria, las listas de espera se duplicaron con la pandemia y tener una casa propia es un sueño irrealizable. La deserción escolar no logra revertirse, menos si los liceos y escuelas públicas no tienen la infraestructura mínima para estudiar. La doble explotación tiene sumidas a las mujeres no sólo a sobrecarga de trabajo y carencia de tiempo, sino también a un deterioro en sus condiciones de salud mental. Los cuidados encerrados en la individualidad del hogar hacen de la mujer una esclava.
«Los militares no tienen valor ni gloria», sentenció José Amaro y añadió que «sólo se han dedicado a matar trabajadores y pobres cada vez que luchamos por mejoras básicas y justicia social».
El proyecto de Constitución presentado por la extrema derecha en Chile ha sido rechazado, pero el mantenimiento de una ley fundamental promulgada en la época de Pinochet no permitirá responder a la cólera de una sociedad precarizada.
Caminar por propio pie y pensar por propia cabeza es un recurso imbatible que aún busca su espacio.
Pero como señala Ernesto Llaitul Pezoa, «La lucha del Pueblo Nación Mapuche va a continuar…que no le gusta al Estado, que no les gusta a las instituciones, que no les gusta a los grupos económicos, pero la lucha de mi pueblo va a continuar. Porque la Coordinadora Arauco Malleco es más que una organización. Es un planteamiento político, es un movimiento político. Son ideas, son familias, son niños, son ancianos, son comunidades».
Como si nada hubiera pasado, el presidente del senado, el pinochetista Juan Antonio Coloma, impone desde esa cámara la agenda del empresariado y las elites. “A partir de ahora hay que hacerse cargo de los temas urgentes de seguridad, donde hemos impulsado una agenda en este Congreso y en medidas para que Chile vuelva a crecer”. Ni una palabra a las demandas por mejores pensiones, salud y educación. Ni pensar en una reforma tributaria.
El problema de fondo es que nunca la Constitución fue su problema. (Tampoco lo es el de la ciudadanía asediada por problemas inmediatos de escasa o ninguna solución en las últimas décadas).
Este es un tratado del siglo pasado: compromete el futuro de los pueblos en Chile y la Unión Europea generando dependencia neocolonial en tiempos de lucha por la descolonización.