“Rehusamos, pues, lo que se llama en el día literatura entre nosotros; no queremos esa literatura reducida a las galas del decir, al son de la rima, a entonar sonetos y odas de circunstancias, que concede todo a la expresión y nada a la idea, sino una literatura hija de la experiencia (y de la historia y faro, por lo tanto, del porvenir”.
Asumo -y me divierte- la estética política de la estatua de Donald Trump, que acaba de ser retirada de la vista pública, por la municipalidad de Nueva York. Es la última acción plástica del Colectivo INDECLINE.
El mes de diciembre de cada año en Estocolmo, cuando la brisa invernal lleva consigo murmullos de genialidad, se vive una semana que trasciende el tiempo: la semana Nobel. Son días en que la humanidad se detiene a rendir homenaje a las mentes más brillantes del mundo que desafiaron lo imposible con sus ideas y pensamientos.
