Desde la caída del Imperio Romano no se veía en Europa una economía organizada y próspera, productora de riqueza y crédito, que no estuviese vinculada a China, cuyo reflejo llegaba hasta los vecinos de Europa en el Cercano Oriente.
Desde la caída del Imperio Romano no se veía en Europa una economía organizada y próspera, productora de riqueza y crédito, que no estuviese vinculada a China, cuyo reflejo llegaba hasta los vecinos de Europa en el Cercano Oriente.
Por lo menos una veintena de países son formalmente víctimas de “sanciones” por parte de EE.UU.
Cuando todavía persiste la incertidumbre sanitaria y económica, se empieza a mensurar el rebote de la economía mundial, lejos de recuperar la tendencia, pobre, por cierto, previa a marzo del 2020. Una de las incógnitas es para cuándo podrá recuperarse esa perspectiva de crecimiento en el capitalismo global.
«El precio de desentenderse de la política, es ser gobernado por los peores hombres» (Platón)
Tres días antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca, el presidente chino Xi Jinping visitó Davos. Entonces advirtió a Estados Unidos contra el proteccionismo. A día de hoy, lo que alarma a los dirigentes chinos es la política de reactivación impulsada por Joseph Biden, que es percibida como un “riesgo sistémico” para el actual orden económico mundial.
La abrupta interrupción del tránsito marítimo por el Canal de Suez tras encallar el pasado 23 de febrero el supercarguero MV Ever Given provocó enormes pérdidas económicas además de una gran incertidumbre en las transacciones del comercio mundial.