
Este 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, no podemos callar ni quedarnos en casa. Todas las discriminaciones y violencias que nos ahogan cada día se han agravado enormemente con la pandemia. Vivimos una situación de emergencia sanitaria, social y de derechos, que el capitalismo y el patriarcado nos quieren hacer pagar doblemente, como mujeres y como trabajadoras.