El 18 de octubre de 2020, el izquierdista Luis Arce Catacora ganaba las elecciones nacionales con el 55% de apoyo en las urnas, cifra superior incluso al apoyo que recibió Evo Morales cuando ganó por primera vez el año 2005. Concluía así en Bolivia, con la derrota coyuntural de las fuerzas de derecha, el régimen instaurado con el golpe de Estado del 10 de noviembre de 2019.
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¿Es posible ser originario e intelectual al mismo tiempo?
SOLdePAZ.Pachakuti considera un retroceso inadmisible el que los diputados ultras hayan logrado que la candidatura de la golpista Añez llegue a finalista del Premio Sajarov.
El presidente boliviano Luis Arce afrontó este lunes su primer paro, convocado contra un proyecto de ley que combate el blanqueo de las ganancias ilícitas y contra la «persecución política» que denuncia la oposición, una medida que el gobierno ve como un nuevo intento de desestabilización desde el golpe de Estado de 2019, que depuso el gobierno constitucional de Evo Morales.
La victoria electoral del MAS en octubre del 2020, implicaba la apertura de una coyuntura condicionada por un “marco de lo posible” definido por tres características:
¿Y cómo se puede entender lo que pasa? Es claro y evidente, la presión “extranjera” tiene varias formas para afectar a las democracias “inconvenientes”, es decir, las que protegen sus recursos nacionales y las que tienen apoyo popular.
El debate sobre el golpe debe ser llevado en dos niveles. Por un lado, el nivel descriptivo se lo lleva contra la derecha. En ese nivel, la derecha prácticamente ha abandonado el debate y se limita a señalar que el «golpe es una invención de Evo».
El golpe de Estado de noviembre del 19 montado por la embajada yanqui, fue el escenario para que cada uno de los dirigentes de la derecha cumplan sus roles, donde Camacho fue la voz cantante de un proyecto reaccionario que tuvo proyecciones ideológicas que nos permitieron conocer más a la derecha con la que debemos enfrentarnos.
El gobierno boliviano se ha convertido en el principal impulsor de la recuperación de los procesos de integración soberana y emancipadora de América Latina y el Caribe así como del fortalecimiento de las políticas comunes entre los países de la región bajo los postulados de la unidad de la Patria Grande que, en los primeros quince años de este siglo, dieron saltos importantes para colocar la región en condiciones de adquirir un peso importante en la política mundial y sufrieron un retroceso en el último lustro con varios gobiernos neoliberales y conservadores.
En política existen distintos momentos históricos, a los que podríamos llamar coyunturas, para construir el discurso y la acción de los sujetos políticos organizados.