El gobierno y la oposición de derecha parlamentaria llegaron a un acuerdo para reactivar la redacción de una nueva Constitución tras la derrota del Apruebo en el plebiscito. Esta vía, que incluye un papel más importante para los «expertos», buscar despejar el camino para dejar atrás la Constitución de 1980, pero también le da aire a Boric para poder dedicarse a su agenda gubernamental.