
Hay mucho por discutir sobre la conveniencia o no de conservar antiguas estatuas y desmitificar a sus personajes. Pero mientras avanza la conciencia social, se identifica mejor a quienes realmente sirvieron y sirven a sus pueblos, como para merecer estatuas y homenajes, frente a quienes solo fueron personalidades de ocasión y símbolos de la opresión.