La semana pasada, y gran parte de esta todos los medios de prensa, analistas y actores políticos, se volcaron a realizar sesudos análisis o al menos simples comentarios acerca de los primeros 100 días de gestión del actual gobierno. ¿Qué conclusión se puede sacar acerca de un gobierno en base a sus acciones de ese […]
La semana pasada, y gran parte de esta todos los medios de prensa, analistas y actores políticos, se volcaron a realizar sesudos análisis o al menos simples comentarios acerca de los primeros 100 días de gestión del actual gobierno.
¿Qué conclusión se puede sacar acerca de un gobierno en base a sus acciones de ese lapso de tiempo? Respuesta: ninguna. Sí se puede realizar un pequeño balance, en una fecha que tiene más de simbólica que de real importancia.
Pues bien, veamos algunos puntos importantes que han acontecido en este corto tiempo:
1° La situación de COFAC: el 4 de marzo, apenas a 3 días de asumido el nuevo gobierno, el BCU suspende la operativa de COFAC al tener éste problemas patrimoniales.
El «fantasma» de una nueva corrida bancaria se extendió como verdadero reguero de pólvora y fue extensamente difundida por ciertos medios de prensa. Pero el gobierno sorteó en forma sólida y correcta la situación planteada; COFAC pudo reabrir sus puertas, se esfumó la posibilidad de una nueva crisis financiera y el Estado no puso un peso en el salvataje de la cooperativa bancaria.
2° El Consejo de Ministros en Zapicán: el 25 de abril, cumpliendo una promesa formulada 11 años atrás por el propio Tabaré, sesionó el 1er. Consejo de Ministros en una localidad del Interior.
El mensaje fue claro: este gobierno también se interesa por la realidad que viven los ciudadanos del «Interior profundo» y le interesa involucrarlos con el resto del país y oír las cosas que tienen que decir: sus problemas, sus proyectos, sus necesidades y sus expectativas.
3° Instalación de los Consejos de Salarios: finalmente, el 2 de mayo –y luego de casi 15 años que no se convocaban– volvieron a reunirse los Consejos de Salarios.
Ya he escrito en ocasiones pasadas acerca de este tema; y no me quiero ni me gusta repetirme, solamente voy a expresar mi total apoyo con estos ámbitos tripartitos de participación, como una forma de apostar al diálogo y la construcción de consensos.
4° Aumento del salario mínimo: el día 6 de mayo, el ministro Astori fijó el salario mínimo nacional en $2.500 a partir del 1° de julio. Si bien no se pudo contemplar el reclamo del PIT-CNT de aumentar el salario mínimo hasta los $3.000, igualmente es ampliamente reconocible el esfuerzo del gobierno y la magnitud del aumento, cerca de mil pesos más que la anterior franja.
5° Decreto del agua: si bien este tema ha generado cierta polémica, no me cabe la menor duda de que el gobierno actuó de la única manera posible.
Una norma legal no es retroactiva, salvo que la misma lo exprese.
Claramente, en la reforma constitucional aprobada, no se menciona que la misma sea retroactiva; por lo que la única interpretación posible de la misma es la que realizó el gobierno, en el sentido de que aquellas concesiones que no hayan sido cumplidas deben caer, y se mantienen las que sí han cumplido sus contratos.
6° Decreto del tabaco: a fines de mayo, el Presidente firmó un decreto que aumentó la carga tributaria de los cigarrillos en un 10%, y forma parte de una estrategia que busca combatir un vicio que perjudica como pocos la salud de todos nosotros.
7° Consejo de Ministros en Bella Unión: la semana pasada, nuevamente el Consejo de Ministros sesionó en una localidad del Interior. Esta vez se trató de Bella Unión, una de las ciudades más duramente castigadas por la crisis de 2002 y las políticas de los sucesivos gobiernos blancos y colorados.
Me gustaría rescatar de toda esa reunión el anuncio –tan esperado por la gente de Bella Unión de que se impulsará la producción de caña de azúcar en la localidad, y de que ANCAP está estudiando la posibilidad de producir alcohol carburante a partir de la misma.
Obviamente no ha sido todo «pétalo de rosas» para el gobierno. En los temas de los nombramientos en radiología –y los temas subsiguientes– y la liberación de presos de las cárceles; claramente existieron problemas de índole comunicacional que deberemos subsanar para que no se repitan.
El Plan de Emergencia se está ejecutando parcialmente. Fue desbordado por una realidad más crítica de la que esperábamos encontrar; pero no me queda ninguna duda de que una vez que supere sus problemas de diseño, se convertirá en el «buque insignia» del actual gobierno. Y si algo debemos aprender de los gobiernos de la región, es que más vale «despacio y por las piedras» que rápido y sin conocer el camino; el hecho paradigmático es lo que está aconteciendo con el Plan «Hambre Cero» en Brasil.
De seguro quedan varios temas por dilucidar: el Tratado de Inversiones con los EEUU, la Ley de Presupuesto, la reforma tributaria, etc. Todo esto llevará más o menos hasta fin de año o más; recién ahí podrá formularse un balance real de la gestión del actual gobierno.
Por el momento, el mejor balance posible es el realizado por la gente y ese 64% de aprobación a la gestión del compañero Tabaré y su equipo de gobierno, la fiesta popular vivida el 1° de marzo, y la victoria electoral alcanzada en ocho municipios en mayo pasado.