ESTE AÑO habrá que estar atentos al cambio climatico. Si siguiera acentuándose podría causar nuevas catástrofes (olas de frío, ciclones, inundaciones, sequías, desertificación) de incalculables consecuencias (guerras por el agua, desplazamientos masivos de poblaciones, emigraciones, etcétera). Otro factor podría modificar las previsones: la propagación de la gripe aviar, calificada por la OMS de amenaza muy […]
ESTE AÑO habrá que estar atentos al cambio climatico. Si siguiera acentuándose podría causar nuevas catástrofes (olas de frío, ciclones, inundaciones, sequías, desertificación) de incalculables consecuencias (guerras por el agua, desplazamientos masivos de poblaciones, emigraciones, etcétera).
Otro factor podría modificar las previsones: la propagación de la gripe aviar, calificada por la OMS de amenaza muy seria. Si el virus H5N1 pasa a los humanos se extenderá a toda la Tierra, pues no existe vacuna ni remedio eficaz contra él. Los sistemas hospitalarios se colapsarían, las fronteras se cerrarían, y muchas economías se derrumbarían. Algunos expertos vaticinan unos cien millones de muertos… Esa perspectiva no es segura. Pero los gobiernos serían irresponsables si no la tuviesen en cuenta.
Dos áreas geopolíticas presentan en el 2006 un interés singular: Oriente Medio y América Latina. La primera zona sigue siendo la más candente. Aquí se concentran los principales conflictos armados: Cachemira, Afganistán, Chechenia, Irak, Palestina, Darfur… Y se halla la fuente del terrorismo que practica Al Qaeda, y que en el 2006 -como en el 2004 en Madrid y en el 2005 en Londres- podría golpear otra ciudad europea (¿Roma, Amsterdam?) o, de nuevo, Estados Unidos.
No se puede descartar tampoco que los independentistas de Chechenia cometan nuevos atentados. Con probabilidad en San Petersburgo, donde en junio se reunirán los países del G-8 bajo la presidencia de Vladimir Putin (los atentados de Londres, en julio del 2005, coincidieron con la cumbre del G-8 en Gran Bretaña).
En Oriente Medio habrá que seguir la evolución de tres países: Irak, Irán e Israel. En Irak, Estados Unidos podría conocer el fracaso militar más estrepitoso desde su derrota en Vietnam. La insurrección ha tomado tal cariz que ya es imposible imaginar que podría ser vencida en el 2006. Muchos oficiales admiten que esa guerra está perdida y lo más urgente ahora es salir del atolladero. En noviembre tendrán lugar las elecciones de medio término y muchos miembros del Congreso temen que la impopularidad de la situación les cueste el escaño. Pero retirarse no será fácil. Se agravará la amenaza de una partición de Irak en tres entidades: kurda, sunní, y chií.
Esto favorece a Irán. Mientras Estados Unidos siga empantanado en el lodazal iraquí no podrá emprender nada serio contra Teherán. En octubre, la central nuclear de Bushehr, construida con Rusia, entrará en servicio y se conectará a la red eléctrica iraní. ¿Será bombardeada antes por los estadounidenses, o por su aliado israelí?
En Israel, todo se jugará en las elecciones del 28 de marzo. Se enfrentan, por vez primera, el Likud de derechas, los laboristas dirigidos ahora por Amir Peretz, y el nuevo partido Kadima, de Ariel Sharon, quien probablemente ganará.
Elecciones también las habrá en América Latina. En México, todo se jugará en julio entre dos candidatos: Roberto Madrazo, del PRI, y Manuel López Obrador, del PRD. Este último es el favorito. Su victoria confirmaría el viraje a la izquierda del subcontinente ilustrado por la reciente victoria, en Bolivia, de Evo Morales, quien entrará en funciones el 22 de enero.
En Brasil, a pesar de los escándalos de corrupción, Lula, del PT, debería ganar de nuevo en octubre. Mientras en Venezuela, impulsado por su programa de reformas sociales, el presidente Hugo Chávez también debería triunfar con holgura en diciembre.
Tras dos mandatos, en la ONU se retira el secretario general Kofi Annan, y a partir de septiembre habrá que hallarle un sustituto. Será la gran batalla diplomática del año. Aunque para casi dos mil millones de personas la batalla principal tendrá lugar en Alemania, entre el 9 de junio y el 9 de julio, donde se juega la Copa del Mundo de fútbol.