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Perú

Delicuescencia social

Fuentes: Rebelión

La delicuescencia es la propiedad de la materia por perder sus propiedades de consistencia y firmeza, lo cual fácilmente se amolda a nuestra realidad ya que en este país las cosas van mal en serio, no hace falta pensar mucho para darnos cuenta de que nuestra situación entristece y no es para menos.

Estudios recientes hechos por organismos internacionales nos califican como uno de los países más tristes del mundo y uno con los que más desigualdades convive. Y sí esa es nuestra realidad en resumen.

Tales descripciones se corroboran en la práctica con un solo ejemplo: Hace poco un alcalde que estaba preso fue restituido como si nada hubiera pasado, y es que la verdad acá no pasa nada. Tenemos un poder judicial corrompido, la policía desprestigiada y las personas cada vez más divorciadas de la política lo cual es el resultado de años y años de lo que podemos llamar “normalización de la decadencia”. Y ese es el asunto, no podemos normalizar lo que bajo una óptica medianamente razonable y decente está muy mal. Hace poco un amigo me dijo “mira cómo están los demás y no te quejes, tienes suerte, y ése es el ejemplo ideal de la normalización, hay cosas de las que debemos indignarnos siempre que seamos racionales.

Está mal que las empresas mineras paguen el impuesto más bajo en Latinoamérica a costa de enriquecerse unos cuantos con los recursos que les pertenecen a todos los peruanos y ni que decir con la pérdida de utilidades por parte de los trabajadores. Está mal la gran brecha salarial existente entre los diferentes empleos del estado y que ésta sea en desmedro de los sectores de Educación y salud, privilegiando a las fuerzas armadas y policiales, comparemos sus pensiones de jubilación, mientras que un maestro o un médico del estado con 35 años de servicio gana 800 soles al jubilarse, uno de las FFAA gana casi el íntegro de su sueldo que puede sobrepasar fácilmente los 12000 soles: ochocientos versus doce mil. Salud y educación ochocientos, guerra doce mil. Así estamos.

Si de brechas hablamos, podemos extendernos mucho más, pero quedemos en resumir entre el privilegio salarial de las que son funcionales al sistema económico y a las que al contrario obligan a la sociedad a pensar y mejorar, ya que nuestro enfoque pone por encima de todas las cosas nuestra base económica primaria exportadora. Nuestro desarrollo humano y bienestar social, puede esperar, exportar piedritas a china y rezar por que no se acaben es nuestra prioridad, los demás que se frieguen, salud y educación no importan, acá la cosa es hacer plata y sálvese quien pueda, la filosofía y literatura no sirven, el periodismo es solo una herramienta repetidora del discurso. Levántate y haz plata y así por los siglos de los siglos amén.

Franco Daniel Ramos Apaza es docente universitario, doctorando en ciencias sociales y periodista de la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.