A principios del pasado mes de mayo se realizó en MIAMI-DADE el Foro Defensa de la Democracia en las Américas que reunió a los expresidentes Mauricio Macri (Argentina), Andrés Pastrana (Colombia), Luis Guillermo Solís (Costa Rica), ya Osvaldo Hurtado y Lenin Moreno (Ecuador) además de otras figuras de la ultraderecha latinoamericana.
Todos tienen como denominador común ser fieles aliados de Washington y ligados a la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA, por sus siglas en inglés), en su guerra sucia contra Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y todas las fuerzas progresistas en la región.
El evento fue impulsado por el instituto interamericano para la democracia (IID), -otra tapadera de la CIA- que preside desde el pasado año el periodista y activo integrante de la extrema derecha cubano americana, Tomas Regalado. El también ex alcalde de Miami logró ser enchufado en ese nuevo puesto después de verse obligado a renunciar al cargo de director de la oficina de transmisiones para Cuba, en medio de varios escándalos que sacudieron a las mal llamadas radio y tv Marti.
Otras instituciones -que también son instrumentos manejados por el gobierno norteamericano y su agencia de espionaje- participaron en la organización de este foro, como la sociedad interamericana de prensa (SIP) un cartel conformado por los dueños de los grandes medios de comunicación del continente que desde su origen tuvo una vinculación con la CIA, y a la cual le une una vergonzosa historia de complicidad en golpes de estado y de complacencia con las atrocidades cometidas por las dictaduras en la región.
También participó la ultraconservadora Fundación Libertad. Una pseudo ong argentina que la CIA utiliza para atacar a los procesos populares, canalizar fondos para los movimientos de derecha o los sectores golpistas y construir agendas públicas contrarias a los intereses de la mayoría.
Por supuesto, no podía faltar la desprestigiada Organización de Estados Americanos (OEA) en representación de su desacreditado Secretario General Luis Almagro, cuyas sucesivas actuaciones contra los procesos progresistas en el hemisferio confirman su conexión a la agencia de espionaje norteamericana.
La cobertura de prensa del foro fue asegurada por Infobae, el tóxico portal mediático que dirige el oscuro empresario Daniel Hadad (otro de los invitados), asiduo visitante de la embajada estadounidense en Argentina e interlocutor frecuente de los agentes de la CIA y del Mossad que operan en sus respectivas estaciones en Buenos Aires.
Esta cita de confabulados tuvo como objetivo, definido de antemano por Washington, reforzar el empleo de la OEA para interfiere en los asuntos internos de los gobiernos que no son de su agrado, mediante la implementación de un organismo de análisis que emita un informe anual sobre el estado de la democracia en cada uno de los países de la región.
Por lo demás, fue más de lo mismo, furibundos ataques, manipulaciones y mentiras contra los gobiernos y fuerzas progresistas en sintonía con la política injerencista estadounidense en la región. Pero los aplausos por su servilismo- se los llevo el ex presidente Lenin Moreno cuando afirmó que los servicios de inteligencia de Ecuador han detectado, y ya se lo he comunicado al presidente Iván Duque, la grosera intromisión del dictador Maduro en Colombia, en referencia a las protestas sociales que vienen estremeciendo a ese país, aunque, por supuesto, olvidó mencionar la brutal represión policial que ya ha asesinado a más de 70 manifestantes, además de otras graves violaciones a los derechos humanos.
Para mayor descrédito del cónclave fue la participación de los activos de la CIA de origen cubano Carlos Alberto Montaner y Armando Valladares, por sus antecedentes de acciones terroristas en Cuba que, por encargo de esa agencia de espionaje, colocaron bombas y petacas incendiarias en cines y centros comerciales. ¿A quién pretenden engañar cuando ahora hablan de democracia?
A ellos se les unió el prófugo de la justicia boliviana Carlos Sánchez Berzain, actual director ejecutivo del IID. Otro fiel colaborador de la CIA y ex ministro de defensa del ex presidente Sánchez de Lozada. Conocido por el mote de ministro de la muerte por su responsabilidad en la masacre de 2003 que dejó 74 muertos y más de 400 heridos. Y como si no fuera suficiente también participó Hugo Antonio Acha Melgar, alias Supermán. Otro célebre prófugo de la justicia boliviana acusado de ser el principal financista de una red de terroristas conformada por neonazis húngaros y croatas que en abril de 2009 planeaban asesinar a Evo Morales ya otros dirigentes de ese país.
Por esa época, el sr. Acha Melgar era el presidente de la sección boliviana de la Human Rights Foundation (HRF). Su jefe en Nueva York era nada menos que el terrorista Armando Valladares, quien se desempeñaba por ese entonces como secretario general de esta falsa ong, creada por la CIA para encubrir sus operaciones injerencistas y desestabilizadoras en el continente.
Este abogado santacruceño vinculado a acciones conspirativas y terroristas en su país, con una clara conexión con la agencia de espionaje norteamericana y con la inteligencia militar boliviana, tiene un postgrado en defensa y desarrollo en la escuela de altos estudios nacionales de la universidad militar de Bolivia, y también una maestría en seguridad en la Universidad Federal de Minas Gerais, Brasil.
Desde su llegada a los Estados Unidos se vinculó como investigador al centro para una sociedad libre y segura (SFS, según sus siglas en inglés), dirigida por Joseph Humire, nacido en Bolivia, fue instructor de inteligencia de la marina estadounidense y con fuertes vínculos con la ultraderecha norteamericana. La nómina del SFS la integran ex oficiales y analistas de la inteligencia y su misión fundamental es alimentar la campaña mediática desinformativa y guerra psicológica contra Venezuela y Cuba, siguiendo las pautas de la CIA. (Ver artículo publicado en rebelión el 24/2/2915 del periodista Andrés Sal Lari titulado el CIA boliviano contra Venezuela).
Adicionalmente, desde hace unos meses, el sr. Acha Melgar se desempeña también como un asalariado de la llamada Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC) que pertenece a la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), organización de la extrema derecha cubano americana vinculada desde sus inicios a acciones terroristas contra la isla.
Parece que este santacruceño es el preferido de Juan Antonio Blanco, su director ejecutivo, pues a pesar de no ser cubano y llevar poco tiempo trabajando en este lugar, recibe no solo un gran salario sino también un trato preferente.
Este mercenario boliviano viene participando activamente en la campaña de difamación contra las Brigadas Médicas Cubanas junto a otras ONG que actúan también como tapaderas de la CIA, como es el caso de la falsa ong española de Derechos Humanos Prisoners Defenders. Pero en su colaboración con la FDHC ha ido más lejos al hacer campaña también contra los militares cubanos, fabricando la falsa información de un supuesto grupo de militares descontentos. Recurren así a la misma falacia que utilizó la FNCA cuando los actos terroristas contra los hoteles en La Habana en 1997 y 1998 que financiaban a través del terrorista Luis Posada Carriles. Ello es sumamente peligroso, pues pudiera ser un indicio de la gestación de nuevos planes de acciones terroristas contra Cuba.
De ser así, la CIA tendría conocimiento de esos planes terroristas, pues no solo junta a sus activos en Miami cuando es de su interés, sino que además los utiliza de acuerdo a su conveniencia.
Los participantes de este foro que la CIA logró juntar en Miami nos recuerdan el pasaje bíblico que advierte: guardaos de falso profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Mateo 7-15.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos. Miembro del Frente Antiimperialista Internacionalista.