-M.H.: El laborista Sadiq Khan se ha convertido en el primer Alcalde musulmán de Londres y de una capital europea. De 45 años, hijo de un conductor de autobús, de origen paquistaní. Algo impensado, en el contexto de ola xenófoba en particular en contra de los musulmanes en Europa, Sadiq Khan, que inclusive fue bastante […]
-M.H.: El laborista Sadiq Khan se ha convertido en el primer Alcalde musulmán de Londres y de una capital europea. De 45 años, hijo de un conductor de autobús, de origen paquistaní. Algo impensado, en el contexto de ola xenófoba en particular en contra de los musulmanes en Europa, Sadiq Khan, que inclusive fue bastante atacado por el Primer Ministro, David Cameron, empeñado en vincularlo con el extremismo islámico. Sin embargo, todo eso no ha surtido efecto entre los votantes de la capital británica que evidentemente están mandando un mensaje muy fuerte al viejo continente.
-G.A.: Efectivamente. Lo que sucede es que los londinenses, en su mayoría, con respecto a los inmigrantes son más abiertos que en otros lugares. No hay tantos problemas interétnicos. En algunos barrios sí, sobre todo con los que ellos llaman de las Indias Orientales que son los originarios de las Antillas del Caribe. Ha habido una integración importante de los hijos de paquistaníes en la sociedad londinense, muchos son lo que en Argentina se conoce como tintoreros. Es un progreso sumamente positivo. Además Jeremy Corbyn, el actual líder del Partido Laborista, que a su modo es antiimperialista, en Londres tiene bastante peso, no así en el resto del país.
En las elecciones se vio que el Partido Laborista cedió completamente en Escocia frente a los independentistas y en Gales frente a los nacionalistas galeses, que también son de izquierda, pero de una izquierda nacionalista. Eso le ha dado cierto peso a la candidatura de Khan, no preocupa mucho si es o no musulmán, la preocupación es que sea laborista y no conservador.
-M.H.: Yo conozco dos capitales europeas, Londres y Madrid. En Londres estuve en 1998 y me sorprendió por lo cosmopolita, la diversidad de tipos humanos, vi gente que no vi nunca más en mi vida.
-G.A.: En París también, pero allí son rechazados. Sobre todo sus hijos, que son ciudadanos y no votan, ni se integran, quedan en una especie de ghetto porque es muy difícil conseguir trabajo con un apellido musulmán. En cambio en Londres los restoranes chipriotas son de italianos, y los italianos de paquistaníes, etc.
El Partido Republicano está horrorizado ante la nominación de Donald Trump
-M.H.: En un principio este triunfo, antes de su aclaratoria intervención, lo vinculaba al fenómeno de Donald Trump, salvando las diferencias ideológicas, de los outsiders de la política, pero no parecen ser el caso. Al respecto de Trump, otra rareza de los tiempos políticos que corren, no sé si vio la declaración en la que afirma «Si yo no gano nos vamos a convertir en Argentina o Venezuela».
-G.A.: Parece que sus asesores no le avisaron que está Mauricio Macri en el gobierno de Argentina.
-M.H.: Me sorprendió primero la definición de la familia Bush, que no apoyarán la candidatura de Trump, y luego las declaraciones del Presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan quien aseguró que aún no está preparado para respaldar la nominación de Donald Trump como candidato de su partido, que por otro lado es el único.
-G.A.: Históricamente el Partido Republicano es el de los millonarios, había hasta un ala relativamente liberal dirigida por millonarios como Rockefeller. Esta gente está horrorizada ante este lumpen de las finanzas, atrasadísimo, racista, que sale de la nada y que está contra el establishment norteamericano. Que salga este millonario loco, de ultra derecha, que dice que quiere hacer un muro en la frontera con México y hacérselo pagar a los mexicanos y echar a todos los musulmanes, orientales, mexicanos, y que eso tenga eco en un sector de los blancos pobres que también votaban a los republicanos, es peligroso porque va hacia un fascismo y la gran oligarquía financiera teme al fascismo dentro de EE. UU., practica esos métodos afuera, pero adentro no, porque les van a controlar las cuentas, los van a obligar a pagar determinadas cosas.
Hay una escisión en el Partido Republicano entre los mandos y el personal clásico político, y esa ola de gente que se limitaba a votar, los blancos pobres del sur, profundamente racistas, gente del Ku Klux Klan, etc.
-M.H.: Voy a decir algo que tal vez sea exagerado y no se vea obligado a responderme, ¿no estaremos a las puertas de un crimen político como fue tan común en la política norteamericana? ¿Qué van a hacer con este personaje?
-G.A.: Esa es una vía, lo que hicieron con Kennedy, lo que hicieron con Lincoln y otros casos más. Estados Unidos es un país en el que hay una democracia relativa en cuanto a autoridades municipales, pero es un país donde la violencia es permanente, lo que hacen los policías con los negros es tolerado y bien visto por una buena parte de la sociedad estadounidense. Antes, a los comienzos del movimiento sindical, a los sindicalistas los linchaban del modo más atroz. Eso está reapareciendo, con la veloz evolución del capitalismo hacia las condiciones del siglo XIX, está reapareciendo toda la barbarie y los modos de esa época. Todo el mundo va armado. Hay violencia permanente.
Lo que explica también a Trump, es una expresión del anti establishment, de la anarquía social y de la incapacidad de aceptar financiar obras sociales, de la solidaridad social que está en la base del programa de los demócratas, la asistencia social, la construcción de caminos, escuelas. Trump está en contra de todo eso.
El gobierno portugués no puede hacer una política neoliberal clásica
-M.H.: El pasado 25 de abril se cumplió un nuevo aniversario de la Revolución de los Claveles. En el Portugal de hoy, la coalición liderada por el socialista Antonio Costa sacó adelante un presupuesto que podríamos calificar contra el ajuste, porque invertirá 11.000 millones de euros para impulsar su economía. A fines de 2015 decidió progresar en la elevación de las pensiones mínimas, eliminar los recortes salariales a los empleados públicos y quitar impuestos extraordinarios al 90% de los trabajadores y, recientemente, se conocieron otras medidas como actualizar automáticamente la ayuda para familias, sumar una prestación para aquéllos que ya no cobran el seguro de desempleo, etc.
-G.A.: Los socialistas que formaron parte de gobiernos neoliberales o conservadores por mucho tiempo, Costa inclusive, ahora están aliados al Bloque de Izquierda que va desde trotskistas hasta ex maoístas, un bloque revolucionario y al Partido Comunista clásico, muy ligado a Moscú en el pasado que ahora, sin la vieja guardia estalinista, es un partido que busca la socialdemocracia de manera más avanzada. Además, sufren la influencia directa de lo que está pasando en España, donde un partido muy moderado como Podemos, se alía con la Izquierda Unida donde está el Partido Comunista y hay una tendencia a la unificación de los sindicatos y una presión social importante. En particular en Andalucía y Extremadura, que están al lado de Portugal, ese peso existe.
Además, está viendo lo que le pasa a Grecia, el sacrificio impuesto por Tsipras al pueblo griego que, por ejemplo, llevó a la reducción de las jubilaciones. En Portugal no por casualidad festejaron la Revolución de los Claveles con algunos de los ex capitanes presentes. Es una situación bastante más avanzada que la de otros países del sur europeo, como Italia o Francia.
En Francia ya empezaron movilizaciones y huelgas importantes como la ferroviaria, de la aviación, educación, etc. En el sur de Europa hay una protesta marcada contra el neoliberalismo y contra Bruselas. Hollande no pudo pasar su Ley laboral contra los sindicatos y contra los jóvenes, lo tiene que hacer por decreto porque 40 diputados socialistas se le opusieron.
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