M.H.: En los últimos días le has dado especial seguimiento a la situación en Haití, me gustaría que compartieras esa preocupación con nuestros oyentes. C.A.: Haití lamentablemente es uno de los grandes ninguneados y olvidados de este continente, como dicen generalmente los compañeros haitianos, ellos fueron los que dieron el puntapié inicial a la lucha […]
M.H.: En los últimos días le has dado especial seguimiento a la situación en Haití, me gustaría que compartieras esa preocupación con nuestros oyentes.
C.A.: Haití lamentablemente es uno de los grandes ninguneados y olvidados de este continente, como dicen generalmente los compañeros haitianos, ellos fueron los que dieron el puntapié inicial a la lucha por la independencia de América Latina en 1804, generaron una revolución antiesclavista de gran calado y la historia cuenta las cosas a partir de 1810. Por lo tanto, a partir de ese planteo en el que se margina a Haití del contexto latinoamericano y seguido después de la cantidad de invasiones que fue sufriendo, que generaron el presente que tiene hoy, invasiones extranjeras, yanquis generalmente, a la que se suma ahora la de las tropas de Naciones Unidas, la Minustah, fueron generando un país que ha quedado fuera del circuito de cualquier pensamiento de desarrollo o de vida digna.
No es un problema de las catástrofes climatológicas como se plantea siempre, el verdadero terremoto que sufre Haití es la opresión, la dominación y la dependencia de cada uno de los que han pasado por su tierra y la han horadado. Lo que ocurre hoy es realmente la primera gran respuesta de esta última época, el pueblo ha comenzado a organizarse, ha empezado a decir ¡basta! frente a cada una de estas actitudes opresoras que plantean los dominadores de Haití, sobre todo el imperialismo norteamericano y los cómplices que tiene dentro del país como el Presidente Martelly o cada uno de los que han pasado por el gobierno de Haití desde el famoso Duvalier, que generó uno de los episodios de mayor represión para el pueblo haitiano.
Creo que ahora estamos frente a un momento de renacimiento de la resistencia y de un pase a la ofensiva por parte del pueblo haitiano. Lo que ha sucedido la semana pasada, frenar una elección fraudulenta que viene como consecuencia de otras elecciones en las que el pueblo de Haití no participó aunque algunos sectores de la oposición fueron cómplices de esa farsa electoral. Ahora ya no hay posibilidad ni margen para que eso suceda, hasta los opositores más tibios se han tenido que retirar del proceso electoral porque se han dado cuenta de que el pueblo haitiano ya no está dispuesto a tranzar de ninguna manera con un discurso que no le signifique llevarlo al gobierno o al poder, cambiando radicalmente la relación de fuerzas entre opresores y oprimidos.
Hoy como en 1804 el pueblo haitiano sale a la calle, gana en organización y además tiene la posibilidad de frenar un acto electoral e incluso de derrocar un gobierno, porque Martelly está en este momento contra las cuerdas, apoyado por Bill Clinton, EE. UU., la Unión Europea, incluso vergonzosamente por algunos gobiernos latinoamericanos que siguen sosteniendo tropas de intervención en Haití. Sin embargo, el pueblo haitiano ha puesto a Martelly contra las cuerdas, sin armas, solamente con su movilización, por supuesto que algunas veces con violencia popular, porque de alguna manera hay que responder a la violencia del Estado que se ha dado durante todas estas últimas décadas.
Los que ahora se rasgan las vestiduras por la violencia que hay en este momento en Haití son hipócritas, porque un pueblo en su rebelión tiene derecho a defenderse con las armas que tenga. No se han visto armas largas, ni tanquetas de la Minustah en manos del pueblo, se ha visto gente decidida, con sus puños y su bronca a ganarse un lugar en el futuro de Haití. Es muy importante que tengamos en cuenta que Haití está hoy marcando un momento de gran respuesta frente a una ofensiva derechista que vemos en toda América Latina, a la política capitalista, neoliberal y represora.
M.H.: Otro de los temas permanentes de Resumen Latinoamericano es el palestino, que te ha traído algunos problemas, ya que te han denunciado las autoridades de la DAIA acusándote de antisemita, en función de un pronunciamiento que tuviste en un acto de apoyo a Palestina. La cantidad de adhesiones que has recibido es innumerable. Me gustaría que me comentes en qué situación se encuentra en este momento esa falsa y arbitraria acusación contra tu persona.
C.A.: La acusación se sigue sosteniendo por parte de la DAIA, hay un fiscal que está interviniendo en el hecho y una jueza que también ha tomado cartas en el asunto. Ahora hemos agregado una nueva variante, me citaron a una indagatoria en la que nos dimos cuenta que, de acuerdo a la justicia macrista que se viene aplicando desde que Macri gobernaba la Ciudad de Buenos Aires, hay un planteo que establece que el que te interroga en la indagatoria es el fiscal sin la presencia del juez. Participa la parte acusatoria, en este caso la DAIA, el fiscal, mis abogados, pero yo voy a hacer la declaración frente a un hombre que está trabajando en esto desde que comenzó el juicio en diciembre de 2014, del que me enteré a mediados del año pasado. Es él el que pasa el informe, por lo tanto, vas con las manos atadas y te cocinan en aceite caliente.
Mis abogados han recurrido, se tuvo que suspender la indagatoria y ahora en marzo hay una cita a los abogados por parte de la jueza para determinar qué se hace. No esperamos demasiado, pero estamos dispuestos a dar la batalla de los dos lados, por un lado, seguir defendiendo mi posición de que se ha violado mi libertad de expresión, de opinión y que me reafirmo en solidaridad con el pueblo palestino y, por otro lado, por la vía judicial recurrir un criterio de justicia que se convierte en injusticia porque el acusado no tiene la posibilidad de defenderse frente a un bloque acusador donde el juez no interviene hasta última instancia. En esto estamos.
Además, vamos a redoblar el tema de la solidaridad, de hecho esta semana recibimos la adhesión de la Asociación Americana de Juristas, el Colegio de abogados de EE.UU. que está estudiando el caso para dar un dictamen de solidaridad y manifestarse en repudio a esta actitud, estamos hablando del organismo de abogados más importante que tiene Estados Unidos.
Mucha gente se ha dado cuenta de que hay que reaccionar frente a la actitud agresiva, prepotente y soberbia del sionismo frente a cualquiera que opina diferente. En ese sentido me parece importante que este juicio sirva también como defensa del derecho a expresarse libremente en defensa del pueblo palestino.
Milagro Sala es una presa política y hay que sacarla de la cárcel
M.H.: Al margen de este tema que te toca en lo personal, vemos una justicia también actuando con bastante ligereza en el caso de Milagro Sala. Se han agregado ahora nuevas denuncias, se la acusa de narcotraficante, pero lo cierto es que fue detenida, según lo manifestara el juez jujeño, por haber propiciado una manifestación frente a la Casa de gobierno en Jujuy. También publicaste las declaraciones del «Perro» Santillán en Resumen Latinoamericano de las cuales el domingo se hizo eco Clarín. ¿Qué opinión te merece este caso?
C.A.: Por un lado, más allá de las diferencias que podamos tener con Milagro Sala, que son importantes, en este caso no me cabe la menor duda de que hay que exigir su libertad, porque precisamente la intencionalidad de la acusación que la lleva a la cárcel es la que se le puede aplicar a cualquier luchador popular que protesta contra despidos o cualquiera de las actitudes que está tomando el gobierno de Mauricio Macri.
Con Milagro Sala se trata de generar una actitud disciplinadora por parte del Estado para que la protesta se reduzca y que cada uno que tome la decisión de salir a la calle lo piense bien.
De ninguna manera se puede tener dudas frente a esto, Milagro Sala es una presa política y hay que sacarla de la cárcel y después discutir el tema de las diferencias con la metodología de Milagro Sala en Jujuy, si es más o menos líder popular, que para alguna gente sin duda lo es, sobre todo para la que está en la Túpac y milita junto a ella en todo lo que generó en Jujuy y, para otros, no lo es.
En ese sentido hay que unir fuerzas, hemos participado en cada una de las actividades de solidaridad con su libertad y no hay que tener dudas en eso. En cuanto a la nota del «Perro» Santillán, nosotros no la publicamos de manera aislada, lo hicimos junto con la opinión de Rolando Astarita, otro compañero de izquierda y también de Tomás Abraham. Nos parece importante darle lugar como medio de comunicación, en primer lugar porque el «Perro» Santillán no es ni un enemigo ni un hombre de la derecha. Muchas veces publicamos opiniones de la derecha para que la gente sepa lo que están opinando. Nos parece importante, más allá de que luego lo publique Clarín y que yo considero personalmente que es un error su declaración. Un error no porque no tenga razones para hacerla, porque si hay alguien que ha sufrido la confrontación con Milagro Sala es el «Perro» Santillán y su sindicato, el SEOM. Pero un hombre político, con flexibilidad y cintura política, tiene que darse cuenta en qué contexto la hace y me parece que esa declaración en el contexto actual es equivocada porque lleva agua para el molino de quien es el principal enemigo del «Perro» Santillán, de Milagro Sala y de todos los sectores populares más allá de las diferencias. Lo que no quiere decir que no la publiquemos, porque tenemos que dar información.
La detención de Milagro Sala ha generado un debate muy fuerte en la izquierda, si apoyar o no apoyar, si ir o no ir a las marchas por su libertad. En los cortes hubo mucha gente de izquierda y también kirchnerista, parecía que no se podía juntar el agua y el aceite y, sin embargo, se juntó porque hubo una madurez política para entender que frente a una detención vale esa consigna de «nos tocan a uno, nos tocan a todos».
A la oligarquía y la burguesía argentinas les preocupa la organización de sectores populares en cooperativas
M.H.: Estoy pensando seriamente en que la detención de Milagro Sala apunta a otro lado. Más allá de la confrontación que pueda existir a nivel provincial, ya que la campaña electoral de Gerardo Morales estuvo basada en el enfrentamiento con ella. Vengo leyendo muchas notas que van en contra de las cooperativas, de lo que hemos denominado el tercer sector de la economía que se ha desarrollado en los últimos diez a quince años, y que hoy en día agrupa a más de 5.000.000 de trabajadores. Veo esto con gran preocupación, inclusive estoy por publicar un artículo que titularé «Hipócritas», porque ahora resulta que La Nación, Clarín y todos los grandes medios están preocupados por el supuesto clientelismo atacando la forma en que se han organizado los trabajadores de los sectores populares para responder a la crisis del 2001/02. Me gustaría que opinaras al respecto.
C.A.: Uno de los grandes logros fue que las cooperativas se han institucionalizado y han crecido a través del tiempo durante el kirchnerismo, dando un espacio a los trabajadores de la Economía Popular. Evidentemente eso molesta a sectores tanto de la oligarquía como de la burguesía argentina. Esos sectores populares que durante los gobiernos dictatoriales o como los de Menem o De la Rúa siempre fueron ninguneados, marginados, siempre se los vio como los excluidos, adquirieron personalidad, poder real, organizándose y hoy es tal la envergadura que inclusive tienen una central, la CTEP, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, que tiene una capacidad de organización y movilización muy grandes.
M.H.: Y tuvo cierto reconocimiento legal hacia el final del gobierno de Cristina.
C.A.: Esas son las contradicciones, porque Tomada hizo esto a último momento. Lo cierto es que con o sin reconocimiento esa gente existe y está realmente organizada. Yo coincido en eso, que esto apunta a pegarle a ese sector, no es casualidad, son 60.000 cooperativistas por los cuales responde Milagro Sala.
M.H.: Recordaba el enfrentamiento que tuvo Angel Rozas en los dos períodos como gobernador en el Chaco con los movimientos sociales y la persecución a «Pepino» Fernández con más de cien causas judiciales en Salta es otro ejemplo.
C.A.: Lo hemos visto en varios gobiernos, por eso no es sorpresa que también Macri apunte en contra de esto. También es verdad que Macri, La Nación, Clarín van a generar un ataque al clientelismo peronista-kirchnerista, pero ellos también de alguna manera han motorizado su propio clientelismo tratando de dividir el campo popular con fenómenos de cooptación que ya conocemos. En Jujuy ya lo han hecho, han intentado enfrentar en la calle a cooperativistas de Gerardo Morales contra cooperativistas de Milagro Sala, que con muy buen criterio evitó la confrontación, pero lo intentaron y lo van a intentar en todo el país. Creo que se intenta destruir la organización de los trabajadores de la Economía Popular, apuntar en su contra, diluirlos y dividirlos. Mecanismo que también utilizó el kirchnerismo y no hay que olvidar.
Todos los gobiernos cuando tienen dinero, y con la nueva temática del asistencialismo que ha generado al principio mucha expectativa pero con el tiempo nos dimos cuenta de que hay que generar trabajo digno y no trabajo clientelar, pasan por el mismo aro. Yo creo que lo que hay que defender es que las cooperativas sigan existiendo, que los trabajadores de la Economía Popular son un sector como cualquier otro y que además me parece muy correcta la decisión de la CTEP de plantearse que si hay una eventual unidad de las dos CTA, la CTEP entraría, porque se daría un marco de contención para todos estos sectores y además de fortaleza frente a los ataques que van a sufrir del neoliberalismo macrista.
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