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Entre neoliberalismo y cambio económico

Fuentes: Rebelión

Se suele decir en política, que el eje fundamental que mueve el accionar de todo gobierno, es esencialmente su programa económico. Ahora en el caso específico del Uruguay, en estos días hemos asistido a un acuerdo político entre todas las fuerzas con representación en el parlamento, con el objeto se dice, de apoyar la gestión […]

Se suele decir en política, que el eje fundamental que mueve el accionar de todo gobierno, es esencialmente su programa económico. Ahora en el caso específico del Uruguay, en estos días hemos asistido a un acuerdo político entre todas las fuerzas con representación en el parlamento, con el objeto se dice, de apoyar la gestión económica que se propone realizar el próximo gobierno del Frente Amplio.

Sin embargo, lo que llama profundamente la atención, es que los más felices con el acuerdo establecido, son el actual ministro de economía del gobierno de Jorge Batlle, Isaac Alfil y su director de Planeamiento. Ahora los acuerdos de apoyar el programa económico de Tabaré Vázquez, previamente fueron supervisado y aprobado por la mafia del Fondo Monetario Internacional, los que además controlarán la aplicación de las nuevas propuestas económicas.

Ahora si la derecha uruguaya, se manifiesta contenta con los acuerdos alcanzados, es porque de una u otra manera, el futuro gobierno del Frente Amplio, no se propone afectar la base económica del gran empresariado nacional y trasnacional; que además bajo la administración del gobierno de Batlle y sus antecesores, son los grandes responsables, de las penurias económicas del pueblo uruguayo y su estancado nivel de desarrollo.

Mientras tanto, Danilo Santori, que cumplirá las funciones de ministro de Economía del gobierno de Tabaré Vázquez, que además produce resistencia de los sectores más progresistas del Frente Amplio, manifestó que el acuerdo con la derecha y extrema derecha uruguaya, se realizó sobre la base de que «servirán de sustento a la puesta en marcha de políticas públicas en forma permanente».

Francisco Gallinal, senador del Partido Nacional (Blanco), expresó eufemísticamente que el país «necesita encaminarse hacia el desarrollo y proyectar soluciones en materia social en lo que hay una coincidencia plena», afirmó. O sea, la derecha de este país, junto a la oligarquía nacional y su dependencia de las decisiones económicas del mundo financiero internacional, y que llevaron al país a la catástrofe económica del Uruguay, ahora pretenden rasgar vestiduras y decir de que «entre todos debemos buscar soluciones».

Por otro lado, los partidos Blanco y Colorado, se opusieron rotundamente a cualquier tipo de modificaciones al impuesto a la renta personal, en donde expresaron que cualquier reforma tributaria en el futuro, tiene que significar una rebaja de impuesto y no lo contrario. De allí que para la derecha de este país, es vital subir el impuesto al IVA y no a los ingresos personales o de las grandes empresas, que han usufructuado de un modelo económico que busca privatizarlo todo. Frente a ello, llama la atención que estas propuestas de la derecha uruguaya, fueran apoyadas por el futuro ministro de Economía del Frente Amplio.

El gobierno de Batlle, antes de dejar el poder en marzo próximo, se ha preocupado muy bien de establecer una serie de política de amarres, algo muy parecido a lo que hizo la dictadura de Pinochet en Chile, en donde la coalición de partidos denominadas Concertación por la Democracia, tuvo que ceder a una serie de exigencia establecidas por el régimen militar, en donde todo quedo entregado a las decisiones del capital financiero internacional. En el caso uruguayo, ya se acordaron políticas a seguir en el plano de la educación y en política exterior.

Ahora, la gran disyuntiva del futuro gobierno de Tabaré Vázquez y el frente Amplio, será tener que elegir entre un proyecto económico democrático, con el respaldo de todo el pueblo uruguayo, o seguir las directrices establecidas por la Casa Blanca y las mafias económicas internacionales (FMI, BM,OMC).

Los acuerdos económicos alcanzados con el respaldo de la derecha, deberán ser ratificados en acuerdo conjunto en el transcurso de esta semana, y busca un crecimiento de la economía, una mayor preocupación por los problemas sociales y mejorar los niveles de empleo.

Algunos dicen que es muy apresurado emitir juicios de lo que será el gobierno del Frente Amplio, con Tabaré Vázquez a la cabeza. Otros dicen que «por sus obras los conocereís».