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Entrevista a Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España

«Guantánamo debe cerrarse, no cambiarse»

Fuentes: Rebelión

      La Sección Española de Amnistía Internacional nació en 1978 y cuenta a día de hoy con más de 43.000 socios, cerca de 100 grupos locales y alrededor de 1.700 personas voluntarias que colaboran activamente para el logro de los objetivos de la organización. Todo este entramado está supervisado y dirigido por Esteban […]

 

 

 

La Sección Española de Amnistía Internacional nació en 1978 y cuenta a día de hoy con más de 43.000 socios, cerca de 100 grupos locales y alrededor de 1.700 personas voluntarias que colaboran activamente para el logro de los objetivos de la organización. Todo este entramado está supervisado y dirigido por Esteban Beltrán desde el año 1997. Llegó con la experiencia adquirida al desarrollar la estructura de AI en países como Argentina, Ecuador o Costa Rica. Además de haber ejercido trabajo de campo, investigando las violaciones de derechos humanos en Guatemala y Panamá. Coincidiendo con la presentación del Informe AI 2007 me he acercado a Beltrán para puntualizar algunos temas, siempre candentes, de la labor de esta organización, donde su esencia misma está en los socios: toman las decisiones más relevantes en una Asamblea General, a la que todos pueden asistir y en la que todos pueden participar. A dichos socios hay que sumar las cerca de 40.000 personas que colaboran de modo continuo con la organización enviando cartas a favor de los derechos humanos de víctimas individuales en todo el mundo.

 

P1: En su quinto aniversario, ¿queda todavía alguna posibilidad, alguna esperanza en mejorar las condiciones legales, sino el cierre, de esa vergüenza contra el derecho internacional que es Guantánamo?

Guantánamo debe cerrarse, no cambiarse. Y yo creo que hay esperanza. En estos años, muchas organizaciones internacionales como Naciones Unidas, el Parlamento Europeo o el Consejo de Europa han pedido su cierre. Falta que esa petición se convierta en política de la Unión Europea para presionar al gobierno de Estados Unidos. Hoy existen más posibilidades que hace algunos años, pero Guantánamo todavía está ahí, todavía se están construyendo zonas adicionales y todavía se siguen llevando detenidos, aunque de forma más ocasional que antes. Por tanto, hay esperanza, hay posibilidades, pero todavía no está cerrado.

 

P2: «La acción de numerosas personas anónimas a favor de otras personas víctimas de violaciones de los derechos humanos» se puede considerar como la utopía de los años sesenta de un abogado británico, Peter Benenson, hecha realidad desde entonces. ¿Qué puede decir hoy la organización AI sobre la evolución de los abusos contra los derechos humanos desde esos años del comienzo? Lo que fue el sueño de Peter Benenson se ha convertido en una organización de 2,5 millones de personas en todo el mundo, que trabajan voluntariamente por personas a las que no conocen, simplemente porque están indignados con lo que les ocurre. Hay muchos aspectos positivos en estos 46 años. Por ejemplo, Amnistía Internacional nació en solitario y hoy hay miles de organizaciones locales que defienden los derechos humanos y cada vez más personas se involucran en esa lucha. Hay logros importantes como la abolición de la pena de muerte en muchos países. Sigue habiendo verdugos muy peligrosos como Estados Unidos, China, Irán o Arabia Saudí, pero creo que veremos desaparecer definitivamente la pena de muerte en esta generación. Hay también aspectos negativos. La pobreza hoy, más que hace 46 años, es la principal violación de los derechos humanos. También la tortura… Por tanto, hay luces y sombras en la defensa de los derechos humanos desde que nació Amnistía Internacional.

 

P3: ¿Qué es lo que más denuncia (o preocupa) de España Amnistía Internacional?

En el caso de España, preocupan especialmente varios aspectos. En primer lugar, nos enfrentamos a la crueldad de grupos armados, como se ha visto con ETA en los últimos 40 años o con la matanza de los trenes de Atocha de hace tres años. Esa violencia ocurre en todo el mundo y también en España. En segundo lugar, es muy importante que España no caiga en el lado oscuro en la lucha antiterrorista. La respuesta ha sido en base a la justicia penal, a diferencia de Estados Unidos, pero hay legislación antiterrorista que viola los derechos humanos, que propicia la práctica de la tortura. Un tercer aspecto se refiere a la situación extendida y persistente de malos tratos y detenciones ilegales de inmigrantes. Amnistía Internacional recibe denuncias sobre malos tratos policiales con índole racista, y ese avance del racismo, la xenofobia nos preocupa mucho. Igualmente nos alarma el alcance de la violencia contra las mujeres y especialmente la vulnerabilidad de las mujeres inmigrantes víctimas de violencia. Puede llegar a confundirse no tener papeles con no tener derechos, y eso significaría una justicia de segunda clase para inmigrantes.

 

P4: Muchos son los informes que ha desarrollado AI sobre la violencia contra las mujeres desde sus primeras campañas en 1989, en todos los ámbitos (sexual, tráfico, mutilación genital, guerras, familiar…) y en todos los rincones del planeta, ¿ha conseguido alguna campaña un descenso evidente de los abusos a mujeres en algún área?

La violencia hacia las mujeres es una de las principales violaciones de derechos humanos en el mundo. Su gravedad es máxima. Se utiliza en muchos países como arma de guerra, pero también se da en el ámbito familiar. En Francia, por ejemplo, 25.000 mujeres son violadas al año por familiares. En Rusia, 14.000 mujeres mueren cada año a manos de sus parejas o ex parejas sin que haya un solo refugio al que puedan ir. Por tanto, estamos hablando de una problema universal. Lo que sí es un avance es que el hecho de pegar a una mujer ya no es una cuestión del ámbito privado. Se considera ahora una violación de los derechos humanos y eso significa que el Estado tiene que involucrarse. En estos años el Consejo de Seguridad ha adoptado resoluciones muy importantes en esta materia y muchos países como España han adoptado leyes contra esa violencia. Es un logro importante, pero hay que seguir trabajando porque la violencia contra la mujer sigue siendo endémica, casi una epidemia.

 

P5: Para evitar el control, troceémonos, solucionaron los mercaderes de armas. Repartidos sus componentes por todo el planeta, resulta más difícil crear leyes y normas para el control del comercio de armas. ¿No hay manera de construir muros contra las armas, como se hace contra las personas? ¿Tantos son los beneficios económicos?

El muro debe ser un tratado internacional que regule el comercio de armas. Hoy, esto está cada vez más cerca, después de que un millón de personas se movilizara en todo el mundo para que deje de ocurrir lo que está ocurriendo. Una persona muere cada minuto por culpa de alguna de los 640 millones de armas que hay en todo el mundo. Y cada año se fabrican 9 millones más. Este comercio es muy rentable tanto para los Estados como para los intermediarios, los grupos armados, los grupos terroristas. Todos se benefician.

El 99% de las armas se producen legalmente, pero la mayoría acaban en el mercado ilegal, y es ahí donde hay que tomas medidas

 

P6: Sobre el mismo tema, el grupo de los poderosos, el G8, monta sus parafernalias para ayudar a paliar el hambre en África (aunque con un paupérrimo tanto por ciento), y por otro lado la alimenta de armas. ¿El pez que se muerde la cola?

Es lo que llamamos la hipocresía y la falta de principios de los gobiernos. Por un lado tenemos un comercio de armas descontrolado (un país como Eritrea dedica el 25% de su presupuesto a armas), en el que los principales países exportadores son los 5 miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con derecho a veto. Por otro lado, nos cuentan que vamos a conseguir los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que se va a reducir el número de personas que no tienen acceso a agua potable, a educación, a atención médica. Pero está claro que esto no es posible, si el dinero se gasta en armas

 

P7: ¿Que gobiernos son los menos transparentes o colaboran menos con las investigaciones de Amnistía Internacional ? ¿Tiene alguna relación la dificultad de investigarlos con el hecho de que aún practiquen la pena de muerte?

Amnistía Internacional no entra nunca clandestinamente en ningún país. Siempre avisamos al gobierno de que vamos y lo hacemos libremente, sin que nadie condicione nuestra agenda. Ahora es más fácil entrar en buena parte del mundo, pero todavía hay países donde Amnistía Internacional no puede entrar, precisamente porque saca a la luz lo que está ocurriendo. Algunos países en los que no podemos entrar son Cuba, China (donde sólo podemos ir a Hong Kong), Arabia Saudí, o Myanmar. La pena de muerte es uno de los elementos que pueden hacer que un país niegue la entrada a Amnistía Internacional, como es el caso de Vietnam y otros lugares. Todavía hay gobiernos que creen que se puede tapar el sol, pero en una época donde la información fluye como nunca, cada vez más, las violaciones de derechos humanos son muy difíciles de ocultar.

 

P8: La opinión pública os escucha cada vez más. Se puede decir que AI ya no predica en el desierto. ¿Empiezan a tener los gobiernos en cuenta sus declaraciones? ¿Qué es lo más esperanzador del informe anual de 2007?

Amnistía Internacional nunca ha predicado en el desierto porque tiene una fuerza muy grande, moviliza a cientos de miles de personas en sus acciones y campañas y eso es muy poderoso. Pero además, tenemos una independencia que siempre ha sido el santo y seña de la organización. No recibimos un euro de ningún gobierno y por eso podemos decir lo que queremos. Los gobiernos sí que escuchan, bueno, en ocasiones sólo oyen. Pero la presión que ejercemos sobre ellos es muy importante, porque vamos a Naciones Unidas, al Consejo de Europa, al Parlamento Europeo. Por otro lado, lo más esperanzador del informe 2007 es el retroceso de la pena de muerte y el avance de la justicia universal.

 

P9: ¿No resulta muy difícil ser imparcial políticamente ante tanto atropello inhumano?

No, si tienes las cosas muy claras. Y es que tienes que mantenerte independiente de cualquier gobierno. Da igual si es de derechas o de izquierdas, si tortura, si permite la pena de muerte, si mata por hambre, si no reconoce el derecho a la salud, a la vivienda, a vivir en libertad. Tienes que tener muy claro ese mínimo común denominador que debe respetarse. Y que haya tanto atropello, lo que hace es precisamente aumentar tu responsabilidad para ayudar a toda esa gente que confía en Amnistía Internacional.

 

P10: El infierno existe, como proclaman algunos popes, pero está en este mundo. Ineficacia de la ONU, ineficacia de la Unión Africana. ¿Qué puede parar el desastre de Darfur?

Efectivamente el infierno es creado por el hombre. Lo decíamos en un informe sobre cárceles en Rusia y se puede aplicar a muchos otros lugares. Lo que necesita Darfur, que es una región del tamaño de Francia, donde desde febrero de 2003 han muerto unas 250.000 personas, a manos de grupos paramilitares fundamentalmente, y donde miles de mujeres han sido violadas, es el envío de tropas de Naciones Unidas en número suficiente y con mandato de proteger a los civiles. La comunidad internacional lleva mareando la perdiz desde hace 4 años y es hora de que actúe. Hasta que eso no llegue, pedimos a China y Rusia que dejen de mandar armas ilegalmente al gobierno de Sudán, e intentamos mantener el conflicto de Darfur en el centro de la opinión pública internacional, para que no se olvide a las víctimas.

 

P11: Por último ¿Es Internet un arma eficaz para Amnistía Internacional ?

Es esencial, en dos sentidos. En primer lugar, para investigar y conocer los abusos de derechos humanos que se producen en el mundo. Pero sobre todo es una herramienta fundamental para movilizar a la gente contra esos abuso. Lo que la gente puede hacer unida, simplemente con un «clic» en su ordenador, es asombroso. Se han evitado lapidaciones de mujeres en Nigeria o en Irán. Se ha conseguido que se den a conocer los nombres de las personas que están detenidas en Guantánamo. Se puede decir que en Amnistía Internacional hemos pasado de la pluma al ratón, y eso ha permitido que muchísima más gente se sume a la lucha por los derechos humanos.

 

Gracias Esteban por hacer un hueco entre la presentación del Informe, para esta entrevista.