Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Los analistas internacionales han lanzado un debate sobre la probabilidad del inicio de una nueva guerra Mundial. Los planes para desplegar sistemas Patriot de defensa de misiles en la frontera turca-siria fueron otra excusa para esta discusión. Existen afirmaciones de que la amenaza desde Siria es solo una causa imaginaria del despliegue, y que en realidad tiene que ver con Irán y su potencial nuclear.
Muchos expertos han expresado repetidamente sus opiniones sobre la probabilidad del comienzo de otra guerra mundial. Según ellos, la tercera guerra mundial arruinaría la humanidad, ya que un enfrentamiento nuclear no dejaría a nadie vivo. Esta declaración fue hecha recientemente por Hasan Firouzabadi, Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Iraníes. Según él, la causa de una nueva guerra mundial puede ser un posible despliegue de sistemas Patriot de defensa de misiles en la frontera entre Siria y Turquía.
Como señaló Hassan Firouzabadi en su discurso, esa medida conduciría a graves consecuencias para Europa y toda la humanidad, y señaló que el nuevo sistema de misiles es «un punto negro en el mapa del mundo».
El Secretario General de la OTAN, Fogh Rasmussen, señaló que esos sistemas de misiles no se quedarían en Turquía más tiempo del necesario. Su despliegue a novecientos kilómetros de la frontera turca-siria se estña discutiendo. La razón del despliegue de los Patriot es una solicitud oficial de las autoridades turcas enviada a la OTAN el 21 de noviembre de 2012. El 4 de diciembre los representantes de la OTAN aprobaron la solicitud de Turquía.
Según los medios turcos, las autoridades tomaron esa decisión para proteger a su país de un posible ataque sirio. Hasta ahora los sistemas Patriot de defensa de misiles se desplegarían en las provincias de Malatya, Gaziantep y Diyarbakir, el sudeste del país. Además el centro de comando del sistema se ubicaría en una base de la OTAN en Alemania.
A pedido de Mark Rutte, Primer Ministro de Holanda, el complejo de misiles se desplegará en enero de 2013. En una reunión con el Secretario General de la OTAN, Rutte señaló que Alemania, EE.UU. y Holanda trabajan conjuntamente con representantes turcos para finalizar la instalación del sistema antimisiles lo más pronto posible.
Sin embargo, el Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Iraníes no fue el único que mostró una reacción muy negativa ante la posibilidad del despliegue de los Patriot en la frontera turca-siria. Como señaló Ali Akbar Salehi, Ministro de Exteriores iraní, el despliegue del sistema antimisiles en la frontera turca-siria es más una provocación que una protección de un posible ataque por parte de la Fuerza Aérea Siria. A su juicio sería absurdo esperar que el despliegue de los Patriot ayude a mejorar la seguridad y estabilice la situación en la región. Salehi también dijo que el problema no puede resolverse sin la participación de Siria. Por ello, Turquía y la OTAN no deben interferir en los problemas sirios.
No obstante, otras potencias mundiales tuvieron una reacción cautelosa ante la situación. Según el jefe del Ministerio de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, el despliegue del complejo de misiles en la frontera siria-turca puede causar nuevos choques armados e incluso una nueva guerra global. A su juicio, el nuevo sistema Patriot turco representa una seria amenaza para muchos países, incluidos Irán y Europa. A pesar de que el sistema de defensa de misiles se ha diseñado para contener un posible ataque de Siria, su ubicación en Turquía puede cambiarse rápidamente, de modo que, teóricamente, podría utilizarse contra Irán, que no podría hacer nada para oponerse a los atacantes.
Los expertos rusos creen que a pesar de la gran distancia de las fronteras de Irán, el principal propósito del sistema Patriot es la eliminación a su debido tiempo de las instalaciones nucleares de Irán ubicadas solo a 500 kilómetros. Como señaló Dmitry Polikanov, Vicepresidente del Centro PIR, la posibilidad de una amenaza siria solo es una excusa. De hecho, EE.UU. planea utilizar Turquía como una plataforma desde la cual pueda eliminar rápidamente la amenaza de Irán. A su juicio, el despliegue de los Patriot en Turquía no puede ser temporario, a pesar de las declaraciones de las autoridades turcas.
Ahora Irán estará vigilado de cerca, cualquier acción equivocada puede verse como una provocación y las consecuencias serán tanto más desastrosas para el país porque Teherán no podrá devolver el golpe. Victor Nadein-Rajewski, un investigador de RAS, estuvo de acuerdo con esta opinión. A su juicio, la ubicación final de los misiles Patriot todavía no está aprobada, lo que es alarmante. Desde su punto de vista, el despliegue del sistema de defensa de misiles es un camino para que la OTAN ayude a fortalecer Turquía como plataforma estratégica para que EE.UU. combata contra Irán. A pesar de que el país está dirigido por el gobierno islámico con el Primer Ministro Erdogan a cargo, la OTAN logró atraer a las autoridades turcas al conflicto contra Irán.
Especialmente, al ayudar a la lucha contra Siria, donde Ankara tiene sus propios intereses. No todos los expertos rusos son tan pesimistas. Según el director del Centro Carnegie de Moscú, Dmitri Trenin, no se puede decir con seguridad que los misiles Patriot se dirigirían a Irán. A su juicio, Europa ha creado desde hace tiempo sistemas antimisiles que pueden enfrentarse con éxito a Teherán y actualmente no existe ninguna necesidad de complementarlos.
Por cierto, si la situación con respecto a Irán se complica aún más, la OTAN y EE.UU. tendrán que adoptar medidas adicionales para contrarrestarla, y es probable que los misiles Patriot jueguen un papel importante. En las circunstancias actuales esto está causado en gran parte por la situación política de Siria y Turquía.
Como señaló en su discurso el general Leonid Ivashov, director del Instituto de Estudios Geopolíticos, en este momento no se trata de que Siria ataque a Turquía. El Estado sirio encara el problema crítico de la guerra civil y ni siquiera puede pensar en un ataque centralizado contra otro país cuyo poder militar sobrepasa significativamente las capacidades de Siria. Según el general Ivashov, no se trata de proteger a Turquía de un ataque de los sirios, sino de la invasión de tropas turcas en Siria, ya que Ankara está interesada desde hace tiempo en ese país. El veto de Rusia es el único factor que impidió la invasión.
Según el general Leonid Ivashov, la nueva instalación de misiles no se crea con fines de defensa, sino para atacar a Irán o a Siria. A propósito, puede ayudar a combatir misiles, aviones de combate y helicópteros, pero sería inútil en el caso de ataques de fuerzas terrestres o misiles de corto alcance. Sin embargo, según el portavoz de la OTAN George Litlla, los funcionarios han decidido en varias ocasiones que se abra fuego contra el lado sirio como respuesta a la caída de obuses.
Además los representantes turcos temen que los disturbios y una creciente guerra civil de Siria «cruce» la frontera turca porque la situación política en las áreas fronterizas es inestable. Según Alexander Grushko, enviado ruso en la OTAN, el despliegue de sistemas antimisiles es una señal de que la alianza comenzó a interferir en el conflicto turco-sirio.
El despliegue de misiles confirma una vez más el interés de la OTAN y EE.UU. en la región asiática, así como el hecho de que EE.UU. tiene intereses en el conflicto sirio. Como declaró Anders Fogh Rasmussen, la medida ayudará a demostrar al mundo que Turquía está bajo la protección de las principales potencias del mundo.
Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article33558.htm
rCR