El terremoto de Haití ha provocado entre algunos religiosos reacciones interpretaciones sorprendentes. Una de ellas procede del pastor evangélico estadounidense Pat Robertson, ese mismo que hace unos años hizo un llamamiento para asesinar a Hugo Chávez. Robertson afirmó el 13 de enero en su programa The 700 club de la CBN que Haití está maldito […]
El terremoto de Haití ha provocado entre algunos religiosos reacciones interpretaciones sorprendentes. Una de ellas procede del pastor evangélico estadounidense Pat Robertson, ese mismo que hace unos años hizo un llamamiento para asesinar a Hugo Chávez. Robertson afirmó el 13 de enero en su programa The 700 club de la CBN que Haití está maldito porque hace doscientos años hizo un pacto con el diablo para liberarse de los franceses, y el diablo aceptó: «desde entonces, han estado malditos en una cosa detrás de la otra», afirmó. Huracanes, guerras, golpes de Estado, ocupaciones militares y ahora el terremoto. La razón es el diablo.
Al otro lado del océano han aparecido en los medios reacciones de religiosos declaraciones igual de desafortunadas. Al día siguiente, el ultraconservador obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, aseguró en la Cadena española de radio Ser: «Lamentamos muchísimo lo de Haití, (…) pero igual deberíamos, además de poner toda nuestra solidaridad y recursos económicos con esos pobres, llorar por nosotros y por nuestra pobre situación espiritual». «Quizá es un mal más grande el que nosotros estamos padeciendo que el que esos inocentes están sufriendo», añadió.
«Iluminaciones» de este tipo han sido habituales en la historia de las iglesias, lo preocupante es que los medios sigan considerándoles como voces dignas de ser recogidas y difundidas.
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