Un pacto de impunidad, sellado entre los máximos dirigentes del gobernate partido Colorado en Paraguay, salvó del juicio político tanto al presidente Mario Abdo Benítez como al vicepresidente, Hugo Velázquez, por el polémico y secreto acuerdo con Brasil sobre la represa hidroeléctrica binacional de Itaipú. El escándalo por Itaipú animó a la oposición a rever […]
Un pacto de impunidad, sellado entre los máximos dirigentes del gobernate partido Colorado en Paraguay, salvó del juicio político tanto al presidente Mario Abdo Benítez como al vicepresidente, Hugo Velázquez, por el polémico y secreto acuerdo con Brasil sobre la represa hidroeléctrica binacional de Itaipú.
El escándalo por Itaipú animó a la oposición a rever el acuerdo con Argentina por Yacyretá, porque «perjudica al Paraguay al reconocer deudas que no fueron auditadas, que no se pueden verificar. Presentamos un proyecto de derogación en el Congreso y ya tiene dictamen. Pedimos a los senadores que lo dejen sin efecto porque representan un antecedente nefasto para nosotros», dijo el presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Efraín Alegre.
Alegre calificó como un pacto entreguista la ley que reconoció el acuerdo Cartes-Macri. Este convenio fue aprobado por ambas cámaras y por Cartes en la etapa final de su Gobierno, que concluyó el 15 de agosto de 2018. El acuerdo reconoce contra el Paraguay una deuda de 4.000 millones de dólares a la Argentina por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).
También se investiga la reciente licitación del brazo Aña Cuá, sobre la que hay cuestionamiento muy severos porque no pasó por el Congreso. «Hay muchas cosas que generan sospechas. Se está abriendo una investigación que pondrá la lupa sobre todos estos acuerdos», advirtió Alegre.
Colorados unidos en la corrupción
La aplanadora colorada integrada por 43 diputados resolvió archivar el pedido de juicio político a Abdo, Velázquez y al ministro de Hacienda, Benigno López, acusados de mal desempeño en sus funciones. Los colorados, hicieron una férrea defensa al Gobierno, y la oposición, planteó la acusación por mal desempeño de funciones y logró 36 votos.
A raíz del escándalo, el Gobierno debió anular el acta y aceptó las renuncias de cinco altos cargos, con la intención de calmar a los partidos opositores y a buena parte de la opinión pública. Pero estas medidas no fueron suficiente, y la oposición mantuvo el pulso a Abdo Benítez con la amenaza del juicio político. Finalmente, el mandatario logró desactivar esta iniciativa gracias al respaldo del expresidente Horacio Cartes, que ofreció su apoyo al Gobierno para votar en contra y salvar así al actual Gobierno.
El negociado incluyó la redacción de cláusulas secretas que fueron develadas luego de la denuncia del titular de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) Pedro Ferreira, quien se negó a aceptar la comercialización de energía hidroeléctrica excedente (producida por la represa binacional de Itaipú) a la empresa Leros, ligada a la familia del presidente brasileño Jair Bolsonaro, a seis dólares el megavatio, cuando la cotización de mercado ronda los 40 dólares.
Una vez incorporados a la red por Leros el excedente eléctrico sería vendido a un precio de 80 dólares el megavatio, registrando un potencial y módico beneficio del 1200 por ciento a repartir entre presidentes.
Partidos de oposición y organizaciones sociales advirtieron al Gobierno que, pese al pacto de impunidad colorado, insistirán en el juicio político con movilizaciones. La mesa de partidos de oposición junto a la adhesión de diversas organizaciones sociales se mantendrá en movilización para exigir la destitución de los principales referentes del Ejecutivo por el acta entreguista de Itaipú. «Esto no termina, mañana podemos hacer otro juicio político», dijo Efraín Alegre.
El dirigente señaló que «haber blanqueado a Mario Abdo traerá más inestabilidad, porque es un Gobierno débil sin respaldo ciudadano». Calificó de traidores de la Patria a los 43 diputados colorados más Tito Ibarrola de Hagamos, y señaló que el «pacto de impunidad» se da sin ninguna convicción y solo por el temor de ir a unas elecciones donde los sondeos marcan que el Partido Colorado caerá.
El pactito feo
El conservador diario ABC Color recordó que los pactos se concretan en Paraguay para defender intereses grupales o proteger a un correligionario en peligro de caer en desgracia. «Dos movimientos muy antagónicos del Partido Colorado concretan una vez más la «unidad granítica», tan grata al fallecido dictador Alfredo Stroessner, para impedir que caiga el partido y los odiados enemigos ingresen por la ventana», señaló.
«¡Quién creería, por ejemplo, que Horacio Cartes y Mario Abdo Benítez estén hoy de luna de miel, siendo probable que el Jefe de Estado se abrace en cualquier momento con «el mayor contrabandista» de nuestro país, según sus propias palabras!», añadió.
Para algunos analistas, con este pacto espurio, Cartes reconquistó de hecho el poder político, tras la capitulación lisa y llana de Mario Abdo, quien permanecerá formalmente en el cargo a cambio de que Cartes tome la batuta, al margen de las instituciones.
Para ABC, se trata de un pacto siniestro fundado en bastardos intereses personales y no precisamente en el deseo de asegurar la «estabilidad» del país. El garante de la estabilidad mal puede ser quien hace apenas un par de años atentaba contra ella al pretender imponer una enmienda inconstitucional para seguir en el poder.
«El precio de este matrimonio de conveniencia es la sumisión de uno de los contrayentes, (…) Los cartistas ya aprovecharon la ocasión para pedir que sean reincorporados varios funcionarios. Está visto que impidieron el juicio político no porque estén convencidos de que los afectados son inocentes o de que ejercieron bien sus funciones. A los cartistas, en especial, eso les importa un bledo. Lo que quieren -y lo están logrando- es volver al poder mediante un burdo chantaje político», añade.
Y, sorprende el advertir: «Los ciudadanos y las ciudadanas deben permanecer alertas para desalentar, mediante manifestaciones públicas firmes y perseverantes, las maniobras que tramen contra la República los integrantes de este pacto siniestro».
Mientras, en múltiples rincones del país, se realizaron movilizaciones espontáneas para rechazar el pacto de impunidad de Abdo Benitez y Horacio Cartes, manifestando su «rechazo a este Gobierno entreguista incapaz de seguir conduciendo este país, y cuya continuidad solo significa la extensión de una situación de ingobernabilidad.
Referentes y legisladores del opositor Frente Guasú llamaron a sostener y reforzar las instancias de organización y articulación y señalaron que la única garantía para defender los intereses de todos las y los paraguayos se sostiene sobre la capacidad de unidad y movilización permanente de todos los sectores patrióticos y democráticos.
Celso Guanipa Castro. Periodista y politólogo paraguayo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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