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Continúa la polémica por las fábricas de celulosa que pretende instalar el gobierno del Frente Amplio

Injerencia de Manuel Fraga Iribarne

Fuentes: Rebelión

Según informa «El País» [de Montevideo] Manuel Fraga Iribarne, Presidente de la Xunta de Galicia, en plena campaña para una -seguramente malograda- reelección, quien declara que «vine a hablar con los paisanos», afirmó que «los argentinos quieren que (las papeleras) se hagan de su lado del río». En una más que abierta injerencia en asuntos […]

Según informa «El País» [de Montevideo] Manuel Fraga Iribarne, Presidente de la Xunta de Galicia, en plena campaña para una -seguramente malograda- reelección, quien declara que «vine a hablar con los paisanos», afirmó que «los argentinos quieren que (las papeleras) se hagan de su lado del río».

En una más que abierta injerencia en asuntos americanos, este ex Ministro de la Dictadura genocida del Generalísimo Francisco Franco -lugarteniente de la Monarquía Borbón- integrante de un régimen hasta hace sólo pocos años aislado diplomática y militarmente por las Naciones Unidas por colaboracionista con las potencias del Eje, -en guerra declarada con la República Oriental del Uruguay durante la Segunda Guerra Mundial, se excede no se sabe bien en qué calidad dada la situación existente en Galicia.

Lo que sí sabemos es que el Canciller Reynaldo Gargano tendrá que expedirse acerca de las expresiones de un ex enemigo militar de la República que tienden insidiosamente a inquinar los ánimos entre dos países hermanos del continente americano y si la frase dicha en la asunción de mando por el Presidente de la República «los asuntos entre los uruguayos los resolvemos entre uruguayos» y como está obligado por la Carta de la Organización de los Estados Americanos, «los asuntos entre los americanos los arreglamos entre americanos» tienen efectiva vigencia o no la tienen.
Este personaje de dictaduras con esa frase -traicionera e insidiosa- viene a mentir sobre asuntos que no le conciernen. Este es el contexto internacional formal, según las normas, pero además sabemos que es de uso y costumbre, porque también sería de nuestra parte injerencia preguntarse porqué un Juez de la Audiencia Nacional de España viene a bien preocuparse por Augusto Pinochet en Latinoamérica teniendo en su tierra ejemplos tan o más señalados para su afán justiciero como el propio Fraga Iribarne ó Santiago Carrillo, por poner ejemplos.

El fondo del asunto son las «inversiones» en forestación iniciadas en 1987, con la promulgación en el Día de los Santos Inocentes de la Ley Forestal que concediera un subsidio de más de quinientos millones de dólares a las transnacionales forestales. Estas «inversiones» fueron iniciadas por el ex Presidente Julio María Sanguinetti Coirolo en su afán de satisfacer a la línea geopolítica internacional a la cual servía, la línea borbónica.

La instalación de las «papeleras» son la continuación natural de aquella línea, de ahí que Fraga Iribarne «ayude» pero el contexto ha cambiado dramáticamente desde aquellos días.

Del lado de la Monarquía Borbón no son tranquilizadoras las reticencias de países de la Unión Europea a seguir financiándola, -y se murmura en cien mil millones de euros la disminución en los próximos tres años- y la situación de Francia ya es un hecho. Gane el Sí por un estrecho margen o directamente gane el No, España saldrá perjudicada debido al humor francés. De ahí aprovechar el excedente de la ayuda que la Unión Europea le ha concedido para invertir hasta donde se pueda, esperando el anticiclo.

En el plano local los políticos que apoyaron esta decisión geopolítica, -Belvisi, Baccaro, Jorge Washington Larrañaga Fraga en Paysandú; Sanguinetti, Batlle Ibáñez, Lacalle, Larrañaga, en lo nacional- sufrieron una más que contundente derrota en las recientes elecciones municipales. El Partido Nacional ya se alejó definitivamente de poder constituirse en alternativa de gobierno en el 2009, aún cuanto contase con un más que derrumbado coloradismo autoritario del casi extinto en cuanto político y ya más que septuagenario a esas fechas, Julio María Sanguinetti Coirolo y un  insólitamente sabático Jorge Luis Batlle Ibáñez.

Sostener a estas alturas la línea geopolítica de la Monarquía Borbón implica un casi seguro suicidio político para los dirigentes locales y nacionales, porque -a pesar que el tema no es abordado y es más bien ocultado por los súbditos en el debate político común, ¿quien entiende que en un país en que el 51,4% de los niños menores de seis años son pobres, se le regalen el equivalente a cinco planes nacionales de emergencia social a transnacionales forestales y papeleras?. Cifra que seguramente aumentará cuando se contabilicen las exoneraciones fiscales y el costo de las zonas francas de las papeleras.

Además de que el puerto privado para una de ellas -de más de veinte millones de dólares-  el borbónico Enrique Iglesias (BID) ya lo cargó a la cuenta del endeudamiento externo de la República a pesar que su beneficiaria sea una transnacional española.

De ahí que las insidiosas inquinas de Manuel Fraga Iribarne sean repetir los igualmente insidiosos titulares de «El Telégrafo» de Paysandú dirigido por el extranjerizante y subsidiador con bolsillo ajeno Fernando Baccaro, quien comete los mismos errores que Fraga Iribarne. En un río bi – nacional no hay un «lado uruguayo» ni otro argentino en materia de contaminación, si se contaminan se contaminan los dos «lados», y lamento tener que usar esa terminología de ignorantes que usan tanto Fraga Iribarne como Baccaro, de quien no se puede esperar más, ya que a nada más aspiró en su formación académica.

Conviene leer el Estatuto del Río Uruguay para opinar, pero también hay que leer historia; de no ser por el General Juan Domingo Perón quien reconoció la soberanía uruguaya ya en la línea media, ya en el tallweng, la República tendría «costa seca» según alguna doctrina internacionalista argentina,(Ramírez), y esa lucha costó decenios a la República de acercamientos y de tensiones diplomáticas y no es de recibo que el sometimiento de masones y borbones en defensa de su exacción colonial entrando a un tema como elefantes en bazar con su insidiosa propaganda afecte intereses permanentes que la República tiene para con su vecina e igualmente integrante de una misma Nación Americana.
Vamos a dejar para otra ocasión un editorial con aliento alcohólico del diario «El Pais» de Montevideo, titulado «A defender el Uruguay» debido a su irresponsabilidad histórica y a su ignorancia jurídica, pero conviene alertar que la suerte de la República nunca va a depender de logias que fueron traidoras a José Gervasio Artigas y en él nos afirmamos para repetir que «al bajo precio de la necesidad» «no soy vendible», sobre todo si esa necesidad ha sido impuesta a un pueblo libre por los prestamistas internacionales usureros dirigidos por borbónicos a los cuales «les hicieron mercado» gentes de dobles lealtades.

No volveremos a ser factoría colonial, ni por antigüistas ni por batllistas, porque el Batllismo -pese a presiones internacionales muy intensas-  hizo la ANCAP (Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland) que se pagó a si misma en un año, a pesar de que emular este hecho histórico les quede muy grande a disfrazados de progresistas.

No es importando trabajo chatarra que habrá desarrollo, ni es sometiéndose a un Norte que quiere descontaminarse contaminando al Sur -Protocolo de Kioto mediante- que habrá prosperidad.

Obviamente que esta es otra pequeña batalla para disciplinar a Argentina desde la Ciudad Vieja montevideana, como tantas otras, ahora porque Argentina amenaza no pagarle sino en cuanto a ella le convenga al Fondo Monetario Internacional,(FMI) dirigido por el ex Ministro del Rey y de Aznar, Rodrigo Rato.

Pero esta batalla habrán de perderla entre varias razones por una muy poderosa, las gentes abandonan comodidades para luchar por su salud, la primera demanda del ser humano, y empeñan en esa lucha mucho tiempo, paciencia e ingenio, todo el necesario.

Y también habrán de perderla por otra razón igualmente poderosa: en ésta los políticos masones y borbones estarán solos, sin sus autoritarios «corralitos electorales» y las gentes podrán votar libremente en referéndum papeleras sí ó papeleras no. Concediéndole ya a Rodrigo Rato lo que él quiere, concederle a Fraga Iribarne lo que éste también quiere sería arriesgar demasiado, ¿o no?.

Hay que aprender dónde estuvo Julio María Sanguinetti Coirolo y adonde está ahora, todo por obedecer a otro que no era el pueblo «oriental liso y llano».