El Vicepresidente iraní, Hamid Baghaei, viajo al Cairo con el objetivo de invitar al nuevo gobierno encabezado por Mohammed Morsi al encuentro planificado a fines de agosto del movimiento de Estados No Alineados representado por aproximadamente un centenar de países en desacuerdo con la hegemonía ejercida por El Cuarteto integrado por la Unión Europea, Estados […]
El Vicepresidente iraní, Hamid Baghaei, viajo al Cairo con el objetivo de invitar al nuevo gobierno encabezado por Mohammed Morsi al encuentro planificado a fines de agosto del movimiento de Estados No Alineados representado por aproximadamente un centenar de países en desacuerdo con la hegemonía ejercida por El Cuarteto integrado por la Unión Europea, Estados Unidos, Rusia y Naciones Unidas pese a que algunos de los miembros y observadores de los No Alineados forman parte también de esta ultima organización si bien con los mínimos privilegios.
Este gesto, uno de los desafíos diplomáticos mas irritantes para los gobiernos occidentales podría, aún con un muy pobre porcentaje de probabilidad, reclutar a uno de los Estados de Medio Oriente con mayor capacidad militar, comparable o incluso superior a la israelí, provista por Estados Unidos durante la larga gestión de Mubarak, el ex presidente egipcio derrocado en la denominada «Primavera Árabe».
El régimen iraní invito oficialmente además al Hamas, el partido islámico palestino electo democráticamente pero limitado a gobernar en Gaza dado que la comunidad internacional forzó en Cisjordania el gobierno de Fatah, un partido laico y pro-occidental, desprestigiado entre la población palestina por su colaboración con la ocupación israelí y el exceso de corrupción, mas conocido por su fundador Yasser Arafat.
Estas invitaciones no son un mero acto diplomático rutinario, se trata de legitimar gobiernos censurados, tan malos como cualquier otro pero censurados en fin y de resucitar relaciones olvidadas entre aliados y enemigos de las potencias occidentales en un contexto que no podría interpretar mejor el clásico conflicto entre imperialistas (y sus secuaces pro-islámicos) y nacionalistas como se vio en Libia donde se sustituyo a uno de los mayores promotores de los No Alineados y el panafricanismo por la Sharia (ley islámica) o se ve en toda Siria por parte de islamistas y mercenarios extranjeros (como en Libia) contra el régimen laico nacionalista (y pseudosocialista) de Bashar Assad.
Un gesto realmente molesto para Estados Unidos y Europa y seguramente muy preocupante para Israel ya que se trata del primer contacto diplomático entre los dos países desde 1979, año de la «revolución islámica» vigente hasta hoy en Irán que decidió cortar las relaciones con Egipto por su acuerdo de paz con Israel, si bien las posibilidades son muy bajas por el poder de influencia de Occidente, la inestabilidad de Egipto y el compromiso de los Hermanos Musulmanes, deberían preocupar a Israel.
No hay ninguna duda de que Iran y Palestina, que tiene muchas mas razones y posibilidades de unirse al evento que Egipto, serian miembros tal vez incómodamente activos y con iniciativas en esa organización., y ni hablar de Egipto, país que incluso pasivamente impone respeto.
Aparentemente aun nos queda mucho para considerar la posibilidad de abolir los Estados y con el las fronteras y guerras, ya que como dijo Russaeu, las guerras no son entre pueblos si no entre Estados, y eso están probando distintas iniciativas online y personales conjuntas de israelíes e iraníes contra una posible guerra, incluyendo masivas protestas preventivas en Israel contra el Ministro de Defensa Barak, el Primer Ministro Netanyahu y sus perpetuas amenazas de atacar las instalaciones nucleares iraníes, son pocos además los ejemplos durante conflictos nacionales, comparables a los fuertes lazos creados entre activistas israelíes y campesinos palestinos como los miembros del Movimiento Solidario Internacional fundado en Billin, Cisjordania y Anarquistas Contra el Muro de Israel. Es tarea nuestra, de la opinión internacional y contribuyentes, decidir a cual de estos dos tipos de relaciones legitimamos.
El lider de Hamas, Ismael Hanyah, y Morsi aceptaron la invitación de Irán, lo que sin duda podría derivar en un fuerte amortiguamiento a las sanciones occidentales impuestas a la Republica Islámica y dificultar aún mas la posibilidad de una posible intervención abierta de la OTAN en Siria y/o la situación de Israel considerando el duro golpe diplomático que representa para el Estado hebreo la presencia de Hamas y Egipto en el evento, sobre todo de este ultimo país, hasta ahora, perro faldero incondicional de occidente.
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