Expertos militares rusos creen que la planificación de la acción militar contra Irán adquirió carácter irreversible el pasado 20 de febrero, cuando el director de la AIEA, Mohammad el Baradei, reconoció en su informe que la agencia a su cargo ‘no podía dar fe del carácter civil del programa nuclear iraní’. Según datos que obran […]
Expertos militares rusos creen que la planificación de la acción militar contra Irán adquirió carácter irreversible el pasado 20 de febrero, cuando el director de la AIEA, Mohammad el Baradei, reconoció en su informe que la agencia a su cargo ‘no podía dar fe del carácter civil del programa nuclear iraní’.
Según datos que obran en poder del periódico Argumenti nedely, la acción militar se llevaría a cabo en la primera semana de abril, inmediatamente antes de la Pascua de Resurrección (este año, la Iglesia Grecorromana y la Iglesia Ortodoxa celebran esta magna fiesta el mismo día), cuando el cuerpo social de Occidente esté de vacaciones.
El ataque incluso puede ser asestado el viernes 6 de abril, día festivo en los países musulmanes. Según los planes elaborados por militares de Estados Unidos, la acción duraría 12 horas, desde las 04.00 de la madrugada hasta las 16.00 de la tarde.
El nombre en clave de la operación es Bite (Mordedura). Los golpes se asestarían contra unos 20 objetivos, entre los que figuran centrifugadoras para enriquecimiento de uranio, importantes centros y laboratorios científicos. Es de señalar que no se asestaría golpe contra el grupo generador de la central electronuclear de Bushire que está construyendo Rusia.
Sería neutralizado el sistema de defensa antiaérea, serían hundidos varios buques de guerra iraníes en el Golfo Pérsico. Se pondrían fuera de servicio los principales centros de mando de las Fuerzas Armadas de Irán. Todo esto busca el objetivo de inhabilitar a Irán para asestar un golpe de represalia que podría incluir el hundimiento de petroleros en el estrecho de Ormuz para impedir el paso de centenares de otros buques cisterna, así como un golpe misilístico contra Israel.
Según analistas militares, los golpes se asestarían desde la isla de Diego García (Océano Indico) donde están estacionados bombarderos de acción lejana B-52 dotados de misiles alados; también se emplearían aviones embarcados en los portaviones destacados en el Golfo Pérsico, así como en los de la 6ª Flota de Estados Unidos (Mar Mediterráneo); se lanzarían asimismo misiles de crucero desde submarinos que se encuentran en el Océano Pacífico y junto a las costas de la península Arábiga.
Como resultado, el programa nuclear de Irán sufriría un fuerte revés. Algunos generales norteamericanos pronostican que también podría ser sensiblemente aplazado el emplazamiento de la defensa antibalística norteamericana en Europa. Es muy probable la subida del precio del petróleo hasta $75-80 por barril por un período bastante largo.
Mientras tanto, la nueva resolución sobre Irán, el proyecto de la cual fue aprobado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania, según se espera, se votará por el Consejo en pleno esta semana. El documento supone imponer sanciones contra 10 compañías públicas y otras tres, gestionadas por el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, unidad militar élite que se subordina directamente al ayatollah Alí Khamenei, líder religioso de Irán. Se supone asimismo decretar sanciones contra 15 personas físicas: ocho altos cargos de las compañías públicas y siete personas clave del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica.