Para complementar la información que nos proporciona el Documento Técnico denominado Legislación sobre acceso a la tierra en Uruguay, entrevistamos al investigador uruguayo Pablo Díaz, Doctor en Ciencia Política por la Universidad Nacional General San Martín (UNSAM, Argentina) e integrante del Movimiento por la Tierra (Uruguay) quien comparte algunas reflexiones que nos aproximan a la […]
Para complementar la información que nos proporciona el Documento Técnico denominado Legislación sobre acceso a la tierra en Uruguay, entrevistamos al investigador uruguayo Pablo Díaz, Doctor en Ciencia Política por la Universidad Nacional General San Martín (UNSAM, Argentina) e integrante del Movimiento por la Tierra (Uruguay) quien comparte algunas reflexiones que nos aproximan a la realidad agraria en Uruguay, país que a pesar de su reducido espacio geográfico enfrenta un alto grado de concentración en pocas manos y extranjerización de tierras y donde aún están pendientes muchas acciones de parte del estado para generar mejores condiciones para los trabajadores del agro.
1) ¿Cuáles son los principales temas en debate en cuanto a la cuestión agraria en Uruguay?
En los últimos 10 años el país vive un proceso de anti-reforma agraria caracterizado por la concentración y extranjerización de la tierra, siendo un país esencialmente ganadero extensivo, diversificó su orientación hacia la forestación con destino a pulpa de celulosa y agricultura de gran escala. Los principales debates giran en torno a: concentración, extranjerización de la tierra, cambios en las condiciones laborales de los trabajadores (existiendo mejoras en algunos rubros donde históricamente había desprotección laboral), impactos de los transgénicos, agrotóxicos y la contaminación de agua y hábitat, así como sobre el consumo de alimentos.
2) De Uruguay, se dice mucho que es un país pequeño y sin mucha agricultura, evadiéndose los problemas de la concentración de tierra y la vocación al monocultivo. ¿Cómo podríamos caracterizar a la economía campesina en Uruguay?
El campesino uruguayo es mayoritariamente ganadero, aunque en horticultura y fruticultura la mayor parte de los establecimientos podrían ser considerados campesinos (productores familires que no contratan mano de obra asalariado, y consumen parte de la producción.
3) ¿Qué fuerzas organizativas del campo están presentes en Uruguay, cuáles sus principales demandas y reivindicaciones?
Históricamente las organizaciones políticas populares han estado de espaldas a las problemáticas rurales, la excepción la constituyeron los sindicatos de asalariados rurales en la década del ’60 que reclamaron por mejora de las condiciones laborales básicas y expropiación de los latifundios improductivos. Hoy en día las organizaciones cuantitativamente más grandes del campo uruguayo no movilizan a los sectores populares, Por lo que no podría hablar de «fuerzas» organizativas, sino de organizaciones institucionalizadas, por tanto debilitadas para movilizarse, por diversos motivos relacionados con la cuestión agraria que se respondió en la primer pregunta.
4) Actualmente, ¿Cuál es la agenda del Movimiento por la tierra de Uruguay? ¿Qué tipo de actores convoca y organiza?
Al estar estatalizadas las organizaciones de afiliación a nivel nacional, adquieren cierta presencia relativa los actores territoriales: sindicatos de base movilizados por acceder a la tierra contra la zafralidad en el litoral del Río Uruguay, movimientos de pequeños y medianos productores desalojados por los megaemprendimientos en la zona de la Cuchilla Grande, actos de protesta puntuales en diversas localidades ganaderas y agrícolas. La agenda que subyace a todos estos movimientos por la tierra es la coordinación de las acciones colectivas para lograr un avance en el planteo de alternativas al avance del capitalismo en el campo.
5) Desde la academia ¿Cómo se están afrontando los problemas del campo?
La Universidadde la República vive un proceso de descentralización de recursos hacia el interior, quizás se estén generando algún tipo de respuestas en los equipos especializados que se comienzan a radicar allí. Sin embargo la principal fuente de recursos en investigación científica está orientada hacia el agronegocio en los servicios universitarios orientados hacia el sector agropecuario. En cuanto al importante trabajo de vinculación de la academia con el medio, la Universidad de la República se encuentra en un momento de redefinición.
6) Según tu experiencia ¿Cuáles son las oportunidades que ofrece el campo y la agricultura familiar campesina?
Es importante como alternativa al capitalismo, si bien tiende a desaparecer, a diferenciarse o a subsistir con subsidios del Estado, lo veo como espacio de resistencia no capitalista. Es una oportunidad de desmercantilización de la vida, al construir alternativas autónomas al capital (en producción, consumo y proyectos de vida) y a los Estados que favorecen principalmente al agronegocio, el campesinado tiene un potencial revolucionario.
7) ¿Cuáles crees que sean las potencialidades de la mirada regional sudamericana de lo rural?
Generar el intercambio de experiencias de «campesino a campesino», me parece más provechoso que la publicación abierta y masiva de la información interna de las organizaciones campesinas.
8) Finalmente te pido nos compartas tu opinión sobre el trabajo que conoces del Movimiento Regional por la Tierra y el Territorio en toda la región, la importancia de visibilizar la realidad rural mediante la sistematización de casos, el trabajo de articulación de personas y organizaciones, la promoción de la vida rural y el retorno al campo entre otros aspectos.
Hay que darle visibilidad al campesinado, pero construyendo pensamiento crítico y propio sobre las alternativas campesinas. Creo que se tiene que favorecer el intercambio directo, sin mediadores, creo que no somos nosotros los «ruralistas» sino los campesinos, quizás en algo colaboramos, pero solo porque tenemos más tiempo que ellos que andan abrazados a la tierra para subsistir.