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La élite de Occidente se divide

Fuentes: Odnako.org

Ya en más de una ocasión he dicho que el proyecto global de «Occidente» atraviesa por tiempos difíciles. De nuevo no hay «dulces pastelitos» para todos y, además, su cantidad ha crecido tanto en los últimos 30 años prósperos, que ahora el número de los receptores de los «pastelitos» tendrá que reducirse no en 5-10%, […]

Ya en más de una ocasión he dicho que el proyecto global de «Occidente» atraviesa por tiempos difíciles. De nuevo no hay «dulces pastelitos» para todos y, además, su cantidad ha crecido tanto en los últimos 30 años prósperos, que ahora el número de los receptores de los «pastelitos» tendrá que reducirse no en 5-10%, sino por multiplicado. Lo cual, naturalmente, está creando serios problemas porque esos mismos «receptores» no piensan ceder voluntariamente en la defensa de sus intereses. Lo cual, a su vez, quiere decir que la élite del «Proyecto de Occidente» hasta ahora en general unida, inevitablemente comenzará a dividirse en grandes clanes, cortando, como se suele decir, por lo sano. Y dentro del marco de la lucha entre estos clanes se resolverá el problema de quién «seguirá a flote» y quién no.

Correspondientemente, cada uno de esos grandes clanes tendrá que definir – cuál será su principal fuente de ingresos y dentro de qué marco ideológico va a luchar contra sus enemigos. En cuanto a las fuentes de ingresos para el día de hoy en líneas generales existen tres. Es la producción de las mercancías reales (incluyendo el petróleo), es la emisión y, por último, es el control sobre las operaciones de cambio. Las últimas dos es bastante difícil separar hoy una de la otra, pero a medida de que el papel del Patrón universal del precio se vaya separando del dólar y el oro vaya volviendo a ocupar este papel tal diferencia quedará evidente.

Sin embargo, la élite financiera hasta entonces única tendrá que dividirse necesariamente en dos grupos: una se tendrá que agrupar alrededor de la máquina impresora y otra – crear la infraestructura mundial de los «cambistas» independiente de la máquina de imprimir. Señalemos que esta lucha fue descrita todavía en el «Antiguo Testamento» – en forma de la lucha contra el «becerro de oro». Aquí, por cierto, habría que decir algunas palabras sobre la conspirología, dado que la colisión descrita, que posee un carácter totalmente objetivo, también se refleja en multitud de textos conspirológicos. Aunque, de distinta manera. Así al grupo de los industriales con mayor frecuencia en estos textos suelen definir como «los Rockefeller» y el de los «cambistas» como «los Rothschild». No pude encontrar en la literatura conspirológica un nombre claro para los que controlan la máquina impresora en los Estados Unidos, semejante placer se adjudica ora a unos de ellos, ora a otros.

Yo diría que el placer era mutuo, pero a medida de que la emisión del dinero se fue convirtiendo en el método dominante para obtener los beneficios, alrededor del Sistema de Reserva Federal comenzó a formarse un grupo propio, creado en base a la burocracia norteamericana, funcionarios de los mayores bancos y de algunas otras estructuras financieras. Y entre ellos y los «viejos» financieros inevitablemente se tenía que producir el conflicto que marcaría la línea divisoria. Como en efecto así ha sido – debido a los intentos de los «viejos» financieros (convencionalmente «los Rothschild») de repetir el truco de los principios del siglo XX con el Sistema de Reserva Federal y crear sobre la base del Fondo Monetario Internacional «el banco central de los bancos centrales».

La idea no estaba mal – aunque la cuestión de su efectividad es distinta, seguro que 100 años no iba a durar, sin embargo la historia con Strauss-Kahn ha cerrado tal posibilidad del todo – pues como parte integrante preveía la prohibición a todos los bancos centrales (incluyendo el Sistema de Reserva Federal) de realizar ninguna emisión independiente. Pero en aquel momento quedó totalmente claro que aquellos que habían apostado por la política de los «cambistas», es decir, en definitiva, la sustitución del sistema financiero del dólar por el sistema de las «zonas de divisas», no podían seguir el mismo camino que aquellos para los que la principal fuente de ingresos está constituida por la emisión de dólares.

Por cierto, la división del hasta entonces unido frente de los «financieros» planteó la cuestión de a quién se unirán los «industriales». Como ha demostrado la experiencia (la creación de un fondo único por los cabezas de las familias Rothschild y Rockefeller) los «industriales» se inclinan por buscar el éxito en los mercados internacionales, y no internos americanos, que dependen de la emisión del dólar. Lo cual, por cierto, nos da una buena muestra de cómo los líderes de la economía norteamericana valoran sus perspectivas internas.

En los últimos años casi todos han escrito que parte del «imperio de los Rothschild» comenzó a trasladarse de Londres a Hong Kong, donde su principal instrumento es el banco de Hong Kong-Shanghái conocido como HSBC. Aquí todo está claro – y tampoco se trata de conspirología. Pero de lo que hemos dicho antes se deduce que los que están atados al dólar y al SRF deberían de luchar contra semejantes tendencias. Se trata de una conclusión lógica. ¿Pero y la práctica? Aquí está la práctica, de la página web de RBC (agencia RosBusinessConsulting – N. del T.):

«La falta de control sobre los negocios del HSBC en los Estados Unidos ha llevado a que a los largo de muchos años a través del banco se realizaran las operaciones para lavar el dinero de los narco carteles mexicanos, así como de los clientes dudosos del Próximo Oriente, testimonia el informe publicado el lunes por la comisión especial del Senado de los EE.UU. Con anterioridad la dirección del HSBC ya había reconocido «fallos» en el sistema de vigilancia interior, y hoy dará sus explicaciones a los congresistas norteamericanos.

Según los resultados de la investigación los problemas más serios del banco británico fueron causados por sus clientes mexicanos. Desde el 2005 por el banco pasaron millones de dólares que, según la versión de los representantes de la defensa de la ley, pertenecían a la mafia de la droga local. Las operaciones sospechosas se detuvieron tan solo en noviembre de 2007, cuando al HSBC se dirigieron los funcionarios de la fiscalía de México que buscaban el dinero de los barones de la droga.

Los congresistas norteamericanos también creen que a través del banco se lavaba el dinero de los clientes relacionados con el terrorismo internacional. En particular bajo sospecha cayeron las operaciones con los clientes de Irán, Arabia Saudí, Siria y las Islas Caimán.

En su declaración oficial sobre los resultados del trabajo de la comisión del Senado HSBC ha destacado que lo ocurrido se ha convertido «en una importante lección para toda la industria para hacer frente a los delincuentes que logran penetrar en las finanzas mundiales». Anteriormente la dirección del banco ya había reconocido fallos en la organización del control sobre sus negocios en los EE.UU. Ahora el banco podría pagar a las autoridades norteamericanas una considerable multa – según las valoraciones extraoficiales hasta mil millones de dólares -, para solucionar el contencioso.»

Está claro que los «clientes mexicanos» es una forma de hablar. Queda claro que el HSBC en los Estados Unidos se defenderá siguiendo «las reglas establecidas» – es decir pagar las multas, arrepentirse y así sucesivamente. Es evidente, que la cosa no quedará en los mil millones, a la guerre comme a la guerre…Está claro que siempre habrá excusas suficientes – el HSBC se fue creando adaptado a la práctica de las «guerras de opio» y el dinero por el tránsito de drogas siempre ha ocupado un lugar importante en sus movimientos (¿y cómo, sino se iba a construir en el siglo XX una red financiera global?). Pero para nosotros no es lo importante. Por cierto – no está solo, el SRF comenzará ahora a presionar muy activamente a los bancos, obligando a su dirección a posicionarse dentro del marco del enfrentamiento global. Pero la investigación especial del Congreso – ¡en este caso el HSBC es un campeón!

Lo más importante es que, a juzgar por todo, la élite del «Proyecto de Occidente» se ha dividido definitivamente. Una parte de la élite ha apostado por los flujos financieros internacionales, «interzonales» (con el centro en China, no en vano precisamente a través del HSBC China piensa ir sacando al mercado mundial papeles, nominados en yuan), otra por seguir con la emisión del dólar. Se entiende que a esta segunda parte se ha unido la burocracia de los EE.UU. (y, posiblemente, ya esté jugando dentro de ella un papel dominante), ya que ella sí que no puede irse a ninguna parte. En cuanto a la producción real, ya he hablado sobre ello.

Y si existe la división – se puede jugar con ella. Cómo es otra cuestión. Pero, recordaré, que precisamente sobre este juego con las distintas partes del por entonces todavía aún no unitario «Proyecto de Occidente» Lenin y Stalin lograron convertir a Rusia en un gran país. ¿Tal vez haya llegado el momento de repetir sus resultados?

Mikhail Khazin es economista ruso, en sus análisis parte de la teoría de la crisis, elaborada por él junto con Oleg Grigóriev y Andrei Kobiakov en los años 1997-2001. En colaboración con A. Kobiakov ha publicado el libro «El ocaso del imperio del dólar y el fin de la Pax Americana» Ed. Veche, Moscú, 2003.

Publicado en el sitio web de M.Khazin worldcrisis.ru

Traducción directa del ruso de Arturo Marián Llanos