Fragmento de la investigación titulada “La oligarquía uruguaya. Radiografía de las familias dueñas del país”.
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Empresarios, militares, terratenientes y la banca; intelectuales, académicos, medios de comunicación y políticos; familias y apellidos que se repiten una y otra vez desde hace dos siglos. Nuevos administradores, viejas políticas. Personajes que se entrecruzan en directorios de grandes grupos económicos y en cargos de gobierno. Clanes, logias, militares, religión y ONGs. De toda esa fauna está compuesta la oligarquía uruguaya.
Esta enredadera, que se viene armando desde hace décadas y que lleva adelante su proyecto de dominio y control del país, no sin disputas internas y matices, pero unidos a la hora de combatir enemigos en común.
La madeja
Empecemos por nuestro presidente Luis Lacalle Pou. Es hijo del ex presidente Luis Alberto Lacalle Herrera (1990-1995). Su padre y su madre, Julia Pou recibieron una frondosa coima por la venta del Banco Pan de Azúcar. Fiel representante de los gobiernos de la década del 90, Lacalle Herrera intentó privatizar las empresas públicas, pidió préstamos al FMI sin necesidad, según indica el economista finés Vreeland.
Luego sucedió la masacre del Hospital Filtro donde en el marco de la extradición de tres supuestos etarras, la policía asesinó a dos manifestantes e hirió a cientos de ellos. Su gabinete ministerial estuvo integrado por sendos representantes de la oligarquía nacional. Entre ellos Enrique Braga, en el Ministerio de Economía, quien luego sería procesado por abuso de funciones.
En el Banco Central, Ramón Díaz. Pater totum del neoliberalismo uruguayo. Artífice, formador e ideólogo de esta corriente a nivel criollo. Llegó a ser presidente de la Sociedad de Mont Pellerin. En inteligencia, el general Mario Oscar Aguerrondo que tuvo gran participación en la última dictadura militar de 1973-1985.
Otro de los integrantes del gabinete de Lacalle Herrera fue Juan Carlos Raffo. Senador por el Partido Nacional y ministro de Transporte y Obras Públicas. Involucrado también en casos de coimas con el empresario Igor Svetogorzky. Juan Carlos es el padre de la economista y empresaria Laura Raffo, candidata a intendenta de Montevideo por la Coalición Multicolor.
Lacalle Pou es bisnieto del caudillo del Partido Nacional Luis Alberto de Herrera, que lideró la primera victoria de su partido en el siglo XX junto con Benito Nardone (alias “Chicotazo”). Nardone fue apadrinado por Domingo Bordaberry. Otro apellido “ilustre” de nuestra historia. Domingo junto con Lacalle Herrera apoyaron el golpe de Estado de Terra en 1933.
Fue padre de Juan María Bordaberry, que el 27 de junio de 1973 dio el golpe de Estado disolviendo las cámaras legislativas. Uno de sus hijos, Pedro Bordaberry, fue candidato a la presidencia por el Partido Colorado, ministro, diputado y senador de la República. Fiel representante de su linaje, ha intentado llevar adelante reformas punitivas contra adolescentes.
Uno de sus hermanos, Santiago Bordaberry es terrateniente y estanciero vinculado a la Asociación Rural del Uruguay, organización representante de la oligarquía latifundista del país.
Junto con Domingo Bordaberry y Lacalle Herrera “El patriarca”, como le decían en su familia, otra rama de la enredadera oligárquica brinda apoyo a la dictadura de Gabriel Terra (1933): los Manini Ríos. Pedro Manini Ríos. Nació en 1897, hacendado y riverista, el sector más conservador y reaccionario del Partido Colorado.
Fue fundador del diario La Mañana en 1916, que estuvo en circulación hasta 1998. En 2019 este periódico fue reflotado por el periodista Marcos Methol (hijo de Alberto Methol Ferré), Manuela Manini, hija del arrocero Hugo Manini, y Alberto Manini, padre de Guido Manini Ríos.
La dinastía Manini echa raíces en Uruguay desde el siglo XIX. Para algunos, Guido Manini Ríos, ex general de las Fuerzas Armadas y candidato a presidente, hoy líder del partido de ultraderecha Cabildo Abierto y senador; ha sido una sorpresa en la arena política. Pero esta familia extiende sus influencias en los medios de comunicación, los cuarteles, el parlamento, el agro, etc.
Alberto Manini Ríos fue diputado por Montevideo en 1958. Carlos Manini Ríos fue diputado y senador en 1934 y 1936. Fue embajador de Uruguay en Brasil durante la dictadura cívico-militar. Ministro del Interior durante el gobierno de Julio María Sanguinetti (1985-1990).
Carlos A. Manini Ríos,fue redactor responsable del diario La Mañana y El Diario. Junto con su hermano Hugo Manini Ríos, fundó la Juventud Uruguaya de Pie (JUP) , grupo de extrema derecha que se caracterizaba por romper huelgas y dar palizas a jóvenes de izquierda. Hugo también fue participante del escuadrón de la muerte.
Guido Manini Ríos sigue la línea familiar conservadora y ligada a las altas esferas de poder. En 1996 integró una delegación del Instituto Militar de Estudios Superiores (IMES) en la que recibió instrucción en los Estados Unidos. En el 2010 regresó como Agregado Militar adjunto a la Embajada uruguaya en ese país y como Asesor del Colegio Interamericano de Defensa.
Hoy como líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos pretende volver a la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, más conocida como ley de caducidad. En pocas palabras, una ley que pretende amnistiar a policías y militares de los delitos cometidos durante la dictadura, utilizando como siempre, un viejo aforismo de la derecha cavernaria: “dar vuelta la página.”
El pedigree
Parece que los destinos de Uruguay siempre están signados por los mismos apellidos, las mismas familias, que a su vez tienen negociados, alianzas y participación conjunta en los menesteres de la nación. Desde diarios, atriles, radios, cuarteles, televisión, círculos, logias, colegios y más; han perfilado, pulido, manifestado, cooptado y convencido que si a ellos les va bien, a todos les va a ir bien y debe ser a su manera. Cuando la oligarquía habla de nación o patria, está hablando de clase.
Estos párrafos son simplemente una pequeña muestra de esta madeja que inicia su hilo en los albores del Uruguay como república. Los nudos de esta trama siguen pariendo capítulos donde se repiten una y otra vez actores que luego dejan a sus descendientes seguir el argumento de un final inconfesable. Mientras la grandes mayorías asisten al espectáculo del saqueo. ¿Quién romperá la cuarta pared?
Nicolás Centurión. Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP). Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la).