La sociedad mundial ha dado pasos significativos en las últimas dos décadas para mejorar la salud en los países más empobrecidos y reducir la brecha entre éstos y los más *desarrollados*. Sin embargo, al acercarse al 2015, plazo fijado para cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), el ritmo de mejoría no permite […]
La sociedad mundial ha dado pasos significativos en las últimas dos décadas para mejorar la salud en los países más empobrecidos y reducir la brecha entre éstos y los más *desarrollados*. Sin embargo, al acercarse al 2015, plazo fijado para cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), el ritmo de mejoría no permite presagiar, por ejemplo, la programada reducción en 2/3 de la mortalidad infantil en relación a 1990 o el mejoramiento en el acceso al agua potable y los servicios de saneamiento.
Las Estadísticas Sanitarias Mundiales 2013, que acaban de ser publicadas la segunda semana de mayo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra, constituyen un espejo de la dinámica planetaria. Con algunas mejorías significativas, inercias repetidas y graves problemas irresueltos.
La salud mundial, aunque fuera del coma, no logra superar los cuidados intensivos, parece graficar el estudio de la OMS presentado apenas horas antes de la apertura de la 66 Asamblea Mundial de la Salud que se realizará entre el 20 y el 28 de mayo en la sede helvética de la organización.
El documento de la OMS subraya avances considerables en la lucha contra el paludismo, la tuberculosis, el SIDA, así como contra la mortalidad materno-infantil. Los niños de menos de cinco años fallecidos han pasado de 12 millones en 1990 a 7 millones en 2011. Aunque de las seis causas principales, varias están ligadas a enfermedades que se podrían prevenir como la diarrea, el sarampión, la malaria y las respiratorias.
Por otra parte, millones de seres humanos carecen de agua potable y de aseos. Aunque a partir de 1990, fueron 1.900 millones las personas que han logrado acceder a los servicios de saneamiento mejorados, la cobertura no supera el 64 % de la población mundial. Lo que significa que casi 1/3 de la población planetaria -es decir unos 2500 millones de habitantes- no tienen acceso a dichos servicios básicos de saneamiento. A este ritmo, tampoco en este sector, se lograrán cumplir los ODM hasta 2015.
Algunas de las principales asignaturas pendientes: la situación de los nacidos prematuros – con casi un millón de muertes anuales sobre 15 millones de nacimientos antes de las 37 semanas de gestación. Y el problema ya estructural del acceso a los medicamentos.
Numerosos países con ingresos bajos o intermediarios padecen una verdadera penuria de medicamentos en el sector público. En el promedio mundial, apenas un 57 % de los remedios genéricos están disponibles en ese sector. Lo que obliga a los pacientes dirigirse al privado donde cuestan hasta 16 veces más caros.
La problemática de los medicamentos -en estrecha relación con los grandes intereses de las trasnacionales químicas así como el cada vez más extendido mercado negro- es en la actualidad una de las más significativas.
Diversos estudios muestran que el 10 % de los medicamentos vendidos a nivel mundial son falsos – un 30 % en los países *en desarrollo. Y que el mercado ilegal de medicamentos alcanza un volumen cercano a los 75 mil millones de dólares anuales, con un aumento de casi el 90 % entre 2005 y 2010.
La OMS estima que se podría evitar el deceso de 200 mil enfermos afectados por la malaria si fueran tratados con medicamentos no falsificados y que son entre 500 mil y 1 millón las personas que mueren anualmente por la utilización de fármacos espurios.
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